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domingo, 11 de febrero de 2024

El sepulturero y la Tierra Negra de Oliver Pötzsch

El sepulturero y la Tierra Negra (Trilogía de El libro del sepulturero 02) 
Sinopsis:

Viena, 1894. En un sarcófago del Museo de Historia de la ciudad aparece, momificado, el cuerpo del profesor Alfons Strössner, uno de los mayores egiptólogos del mundo. Leopold von Harzfeldt será el encargado de la investigación y pronto descubrirá que, de los cuatro miembros de su última expedición a la Tierra Negra, tres han fallecido en extrañas circunstancias, por lo que la sombra de una maldición se cierne sobre lo sucedido. Pero ni Leopold ni el sepulturero Augustin Rothmayer creen en las maldiciones y están convencidos de que se trata de un asesinato. Con la ayuda de Julia, encargada de hacer las fotografías en otro caso importante del departamento de policía y con quien Leopold mantiene una relación secreta, los tres volverán a verse envueltos en un caso que oculta mucho más de lo que parecía a primera vista. 
Sarcófagos misteriosos, maldiciones egipcias y arqueólogos asesinados en un nuevo y frenético caso para el investigador Leo von Herzfeldt y el sepulturero Augustin Rothmayer. 

Opinión: El sepulturero y la Tierra Negra (Trilogía de El libro del sepulturero 02) 

Continuamos con la segunda entrega de la serie protagonizada por Leo von Herzfeldt, Julia Wolf y el sepulturero Augustin Rothmayer y que está ambientada en la Viena del siglo XIX; una saga que comencé a leer hace poco más de un año y que como ya comenté en su día, en El libro del sepulturero, encontré algunos detallitos que para mí la restaban la brillantez que se aplaudía desde otros blogs. 
Con esta nueva entrega vuelvo a coincidir en la opinión. 
Me ha entretenido, pero no entusiasmado. Me ha vuelto a parecer un argumento bastante plano, carente de chispa y que a cada paso que dan los personajes se volvía más previsible. 
También reitero lo que ya señalé, que algunas escenas protagonizadas por Julia me parecen demasiado forzadas.

En los personajes no vamos a apreciar una gran evolución, quizás el que más evoluciona es Leo, pero no es que me guste mucho hacia donde deriva su perfil, parece un barco sin vela ni timón y que no tiene rumbo definido.
Julia, para mi gusto, sigue siendo un personaje que intenta hacerse un hueco, no solo en la Viena de finales del siglo XIX, sino también en la novela, y eso que ya estábamos advertidos por el autor, porque en una entrevista comentó que ese perfil de investigadora, que el personaje parece tocar con la punta de los dedos, se alejaba bastante de la realidad de la época.
De Augustin Rothmayer, el sepulturero, pues sinceramente debo decir que no veo sentido a que se pasee libremente por las novelas como personaje determinante en las investigaciones, dando incluso título a la saga, y que en cambio se le relegue a un papel secundario totalmente desmerecido.

En el sepulturero y la Tierra Negra, Oliver Pötzsch vuelve a recurrir a temas que ya vimos reflejados en su anterior novela como el antisemitismo, la misoginia o el feminismo, y aquí sí que debo decir que se aplaude la buena ambientación que consigue sobre todo con el contexto social.

El argumento me ha parecido previsible, a pesar de que el autor crea tres investigaciones paralelas que lógicamente terminarán cruzándose.
Creo que el fallo radica en el exceso de clichés incluidos, algo que se está convirtiendo en algo común en la narrativa actual. Ese exceso convierte los hechos en predecibles y restan originalidad a la trama. 
En este caso vamos a estar viendo a lo largo de la historia un modus operandi similar al de algún asesino en serie que operó en Europa a finales del siglo XIX, lógicamente con alguna variación, y también veremos ideas repetidas en el mito de la momia y de la leyenda que se generó alrededor del descubrimiento de la cámara funeraria de Tutankamón en 1922, que va a ser la idea general sobre la que se construye esta novela. 
Es interesante ver la evolución que experimentó la arqueología durante ese siglo, pasando de ser una afición de ricos coleccionistas a una disciplina con método, rigurosamente científica, pero al margen de eso no creo que haya mucho más que sea digno de reseñar.

Como siempre digo, las opiniones sobre libros dependen de muchos factores, pero opino que más allá de un ligero entretenimiento pasajero, no le termino de encontrar a esta saga la brillantez de la que hablan en otros blogs.

Como nota curiosa final fijaros en la sinopsis de la editorial... 
Los personajes masculinos aparecen citados con nombre y apellido. Solo con ese gesto ya se les da un estatus superior al del personaje femenino que aparece mencionada solo con el nombre. 
Me gustaría recordar a la editorial que se llama Julia Wolf y que la igualdad se abre camino con gestos pequeños.


lunes, 15 de enero de 2024

Miss Marple. Doce casos Nuevos de VV.AA

Sinopsis:

Después de 45 años, vuelve Miss Marple, la inmortal detective de la Gran Dama del Crimen. 
Un maravilloso homenaje a la mejor investigadora de la historia.
La inmortal Miss Marple, la legendaria detective creada por Agatha Christie, vuelve a la acción tras su último caso cuarenta y cinco años atrás. Doce célebres escritoras contemporáneas capturan la voz única de la sagaz investigadora en doce nuevas historias, doce nuevos y trepidantes casos repletos de misterio, emoción e ingenio con los que rememorar a una de las detectives más importantes de todos los tiempos. Una celebración triunfal del legado de Agatha Christie y una lectura esencial para los amantes del crimen.

Opinión:

Miss Marple. Doce casos nuevos es un recopilatorio de relatos de varias autoras que tienen como protagonista a la incombustible Miss Marple, personaje que como ya sabéis fue creado por Agatha Christie. 
Esta obra recoge 12 relatos breves, narrados en primera y tercera persona, y que tratan de homenajear a esa entrometida ancianita, cuarenta y cinco años después de su última aparición; plasmando la esencia, el tono y el estilo tan característico de la Gran Dama del Crimen.

De Miss Marple poco hay que decir...
Su primera aparición fue en 1927, un relato publicado en una revista bajo el titulo de El club de los martes y que luego aparecería recopilado en una antología titulada Miss Marple y trece problemas. Fue tan buena la acogida de este entrometido personaje que su autora la recuperó para su apoteósica aparición en 1930 en Muerte en la vicaría, siendo su última aparición en Un crimen dormido, historia que se publicó de forma póstuma en 1976, en el mismo año en que falleció su creadora.

Esta detective aficionada fue la protagonista absoluta de 13 novelas y de algunos relatos cortos, y aparecía descrita por su creadora como una ancianita perspicaz, una solterona muy optimista cuya curiosidad actuaba de imán para los crímenes. 
Lo bueno de esta compilación de historias es que sus autoras han logrado plasmar esa misma esencia que hacía al personaje siempre ataviada con su traje de tweed tan carismático y que la situaba como la central de rumores de su pueblo, y parece que leemos relatos que dan continuidad a la obra que dejó escrita la Gran Dama del género, aunque nos transporten a distintas etapas de la vida de Miss Marple.

A lo largo de estas doce narraciones que están cargadas de misterio e ingenio, vamos a encontrar muchas, muchas referencias a las obras originales y habrá personajes que los amantes de esta icónica detective aficionada reconocerán con facilidad porque saltarán de la obra de Christie a estas nuevas aventuras. Lógicamente habrá relatos que nos gustarán más que otros, pero creo que todos consiguen salir airosos de esta prueba.

Otro detalle a tener en cuenta es que Miss Marple suele tener como zona de acción el ficticio pueblecito de la campiña inglesa, St. Mary Mead, pero aquí la veremos salir de su círculo de confort y podremos disfrutar de su sagacidad por nuevos escenarios que la llevarán a un crucero rumbo a Hong Kong, a Manhattan o a una estancia en una villa italiana, por mostrar algunos de esos escenarios, porque como de todos es sabido, da igual si la ciudad es grande o pequeña, los delitos abundan donde menos te lo esperas.

Y ya para terminar...
Entre las autoras que se atreven a dar vida de nuevo a esta curiosa amante de resolver misterios tenemos a Kate Mosse, Naomi Alderman, Leigh Bardugo, Alyssa Cole, Lucy Foley, Elly Griffiths, Natalie Haynes, Jean Kwok, Val McDermid, Karen M. McManus, Dreda Say Mitchell y Ruth Ware.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

Todos en mi familia han matado a alguien de Benjamin Stevenson

Sinopsis:

Una reunión familiar es siempre un asunto de vida o muerte.
La mejor novela negra del año por The Sunday Times.
A Ernie Cunningham nunca le han gustado las reuniones familiares. Aunque algo tiene que ver el hecho de que hace tres años viera a su hermano, Michael, matar a alguien y lo denunciara a la policía, un ultraje que la familia nunca le ha perdonado. Ahora han decidido reunirse para una ocasión especial: pasarán un fin de semana en un hotel en la montaña para celebrar el reencuentro con Michael. Pero los Cunningham no son una familia que se pase el fin de semana bajo la manta contemplando el paisaje. El día en que llegue Michael encontrarán el cadáver de un hombre en las inmediaciones del hotel. Cuando la policía sea incapaz de resolver el crimen, quedará en manos de Ernie deducir si el culpable es uno de sus familiares... antes de que sea demasiado tarde.
«Todos los miembros de mi familia han matado a alguien. Algunos, los más eficientes y productivos, hemos matado a más de uno.»

Opinión:

Todos en mi familia han matado a alguien es una novela negra con toques de humor del autor australiano Benjamin Stevenson; una historia que surgió durante la pandemia, pero que ha terminado convirtiéndose en un éxito editorial de los más vendidos en Australia, Estados Unidos e Italia. 
Como curiosidad os diré que HBO está preparando una adaptación y el propio autor ha anunciado que habrá un segundo libro que dará continuidad a las aventuras de esta familia. 
Yo no soy muy dada a leer sagas, pero os aseguro que esta la tengo más que apuntada.

Esta obra es un homenaje a la edad de oro de la novela policíaca, a Agatha Christie y los autores que formaron parte del Detection Club, por lo tanto, con lo primero que nos vamos a encontrar es con una trama escrita al más puro estilo de los Whodunit, donde todas las pistas estarán a la vista y en la que los lectores participaremos siendo uno más en la investigación. A esto hay que sumarle que también tiene su dosis de novela negra adornada, como ya he mencionado, con un tono irónico.

La trama gira alrededor de una curiosa reunión familiar en la que Ernie Cunninghan adoptará un papel multifuncional. Además de ser el protagonista, Ernie también asumirá el papel de investigador y narrador.
En ese papel de narrador va a entablar un constante diálogo con nosotros; nos avisará e informará de datos importantes para el desarrollo de la investigación e incluso no dudará a la hora de colarnos algún que otro spoiler, eso sí, sin alterar la tensión narrativa o nuestro interés por la trama. 
Indudablemente, Ernie va a ser lo que se conoce como "narrador sospechoso o poco fiable" y no porque debamos dudar de su honestidad, sino porque en algún momento, para no omitir algún hecho, se verá obligado a relatar acontecimientos que ha imaginado, valiéndose del relato de terceras personas.
En defensa de la honestidad del narrador debo recordar que él se ceñirá a las normas del decálogo que Ronald Knox escribió en su día para el Detection Club. Esas reglas, para los que las desconozcáis, eran de obligado cumplimiento para los integrantes de ese selecto club y alejaban el juego sucio del género. Actualmente, el juego limpio es lo que está desterrado de la ficción policíaca. Se opta por el camino fácil, hacer trampas o colarnos algún agujero de guion, por lo que esas normas son ignoradas casi por completo. 

El libro tiene 445 páginas y, según el autor, en ellas hay 360 pistas que están a la vista de todos. Este dato no os lo puedo confirmar al cien por cien porque lo cierto es que aunque algunas se ven claramente, no me he puesto a contarlas una a una. 
Lo que sí os puedo asegurar es que vamos a contar con otros elementos fundamentales del género de detectives más clásico, es decir, un grupo limitado de sospechosos, todos con coartada, pero a la vez con motivos, medios y oportunidades para cometer el crimen; escenarios aislados y misterios de cuarto cerrado.

Y llegados a este punto pensaréis... Entonces, ¿Qué hay de novedoso en esta historia?

Pues quizás esos spoilers que nos hace el narrador riéndose un poco de los clichés del whodunit , una técnica que a mí me ha parecido de lo más curiosa. 
En ellos nos avisa de datos a tener en cuenta e incluso no duda a la hora de anunciar el capítulo en que aparecerá el próximo muerto. 
Eso que en un principio podría parecernos un error, no lo es. Es un modo como otro cualquiera de desviar nuestra atención, avivando nuestro interés por otros detalles, al tiempo que nos mantiene alerta y entabla con nosotros una especie de juego competitivo en la que el reto es averiguar quién es el asesino antes de que se revele su identidad en los compases finales del libro.

Lógicamente, como en toda buena novela policíaca, y más si intenta emular a las de la Golden age, tenemos que tener en cuenta que habrá otros datos que permanecerán ocultos. 
Las elipsis en este tipo de obras es un detalle a tener en cuenta porque lo que oculta cada integrante de la familia Cunninghan, tiene tanto peso como lo que va desvelando el protagonista. 
En este punto he de decir que mi instinto sabueso no me ha fallado y he averiguado quién era el asesino, eso sí, otros detalles no los he visto venir.

En resumen... 
Una historia bien contada, entretenida, y con un tono irónico muy acertado. 

martes, 6 de junio de 2023

Los renglones torcidos de Dios de Torcuato Luca de Tena

Sinopsis:

Una novela emocionante, un testimonio único, un libro para siempre. 
Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental. 
En su delirio, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Según una carta de su médico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesión es atentar contra la vida de su marido. 
La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud aparentemente normal confundirán a los médicos hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o en realidad padece un grave y peligroso trastorno psicológico.

Opinión:

Los renglones torcidos de Dios es un thriller psicológico de corte policíaco de Torcuato Luca de Tena publicado en 1979. 
Para documentarse sobre la realidad que vivían los pacientes y el personal médico, el autor ingresó de forma voluntaria en una institución psiquiátrica. 
También he leído por ahí que la publicación de este libro sirvió para sacar a la luz los abusos que se cometían en ese centro y que culminó con una investigación a la institución por mala praxis.

Ese es el primer punto a favor que encuentro desde el comienzo, que el autor nos ofrece un retrato fidedigno de cómo era la vida en un sanatorio mental, ya que la inspiración le llega desde un lugar que conoció personalmente.

La novela narra la historia de Alice Gould, una supuesta detective que ingresa en un hospital psiquiátrico con el fin de resolver un crimen. 

La personalidad cautivadora del personaje, sumada a su extremada inteligencia, llegará a confundir a los médicos de tal manera que se cuestionarán la cordura de la protagonista, y os puedo adelantar que a los lectores nos va a suceder lo mismo de principio a fin.
La narración nos mantiene en vilo hasta el párrafo final, ya que el autor juega con la ambigüedad del personaje principal y no olvida incluir algunos giros inesperados. Realmente la historia va a resultar como un rompecabezas en el que debes ir encontrando la pieza correcta y ver de qué modo encaja, dando como resultado una historia narrada de forma ágil, con un argumento muy original, en el que se combina el suspense, el drama y la crítica social, y que nos plantea un misterio psicológico y moral.

Luca de Tena nos va a transportar hasta un sanatorio reformado, acorde a los nuevos tiempos, regido con nuevas normas, donde los internos gozan de relativa libertad, al tiempo que muestra un amplio abanico de complejos personajes, cada uno de ellos con una dolencia psíquica distinta. 
Esos pacientes arrastran su propia historia y eso también va a enriquecer la narración porque dará lugar a un compendio de pequeños relatos que irán complementando la trama principal.

Tampoco hay que olvidar que el autor hace un retrato brillante, con sus luces y sombras, de la mente humana, lo que ha llevado a que este libro se convierta en una obra de referencia dentro de la literatura española. 

Y ahora ha llegado el momento de mencionar un par de detalles que me han hecho la lectura algo incómoda. 
El primero: las expresiones crueles que emplean algunos médicos y los apodos que pone Alice para referirse a algunos residentes. 
El otro: la mismísima Alice Gould, un personaje que debo decir que es complejísimo, pero que se me atragantó desde las primeras páginas, porque hacía gala de un narcisismo exagerado.
Mediante los diálogos, el autor nos muestra su personalidad. Es soberbia, vanidosa y manipuladora, y esa idea nos la vamos a formar a través de lo que dice, de cómo lo dice y del efecto que tiene en los demás. 
Esos diálogos también nos van a aportar datos sobre su pasado, al mismo tiempo que nos mostrarán sus traumas y conflictos internos y/o externos.
Pero esto es solo en lo que se refiere a la construcción del personaje a través de los diálogos, pero qué decir sobre las descripciones del personaje... Luca de Tena no omite ningún dato a la hora de describirla física y psicológicamente, usando detalles significativos que la caracterizan y que al mismo tiempo la van a diferenciar de los demás, reflejando desde su estado de ánimo a su actitud frente a la vida.

Sobre el resto de personajes os puedo decir que también hay alguno que sobresale por su profundidad psicológica como es Ignacio Urquieta.

En resumidas cuentas... todo lo mencionado hasta ahora, sumado a la perfecta ambientación y que el relato está magníficamente hilvanado hacen que este libro se cuele entre mis recomendaciones.  

Es una historia que cuestiona dónde esta el límite entre la locura y la razón, y que nos recuerda, como se menciona en el libro que "a veces Dios escribe derecho con renglones torcidos".

Esta novela ha sido adaptada al cine en varias ocasiones, la última en 2022, lo que provocó una nueva reedición de este clásico. 

Y ya para terminar...

He leído algún comentario sobre que el final del libro siembra una duda razonable sobre la verdadera personalidad de Alice Gould. Yo creo que el final está bastante claro y definido, y no deja lugar para la confusión, pero para saber de qué estoy hablando tendréis primero que leer el libro.

lunes, 20 de febrero de 2023

Mystic river de Dennis Lehane

Sinopsis:

Cuando eran niños, Sean Devine, Jimmy Marcus y Dave Boyle eran amigos. 
Un día, un extraño coche se detuvo en su calle. Uno de los chicos subió al coche, pero los otros dos no lo hicieron. Y sucedió algo terrible, algo que acabó con su amistad para siempre y que les cambió a los tres. 

Veinticinco años más tarde, Devine trabaja de detective para el Departamento de Homicidios, Marcus es un ex convicto que tiene una tienda de barrio y Boyle intenta salvar su matrimonio y mantener sus demonios a raya: demonios que le incitan a hacer cosas terribles.

Opinión:

Hoy os hablo de Dennis Lehane, un autor del que aún no había tenido la oportunidad de leer nada y que, tras esta lectura, os aseguro que vais a ver aparecer por este blog con bastante frecuencia.
Muchas de sus obras han sido llevadas al cine; esta en concreto por Clint Eastwood, destacando en el elenco protagonista actores de gran calidad como Sean Penn, Tim Robbins, Kevin Bacon o Laura Linnev, entre otros.

Lehane nos ofrece en Mystic river una obra que está catalogada como género negro. Nos sitúa en un barrio complicado de los suburbios de Boston, mostrándonos la realidad tal y como la viven sus habitantes y denunciando las injusticias sociales que les llevan a vivir casi como marginados. Un barrio en el que viven atrapados y del que todos sueñan con escapar, pero muy pocos lo logran.

Esta historia por su contenido también podría incluirse dentro de novela dramática, policíaca o thriller, os aseguro que es una narración que no da tregua y que te lleva a imaginar todo el argumento en blanco y negro. A mí me recordaba mucho a la novela de denuncia social.
Como ya sabéis, ese tipo de novelas de realismo crítico suelen surgir tras una profunda crisis y con ellas se pretende mostrar al lector los profundos desequilibrios sociales. En ellas, el autor puede decidir involucrarse de manera explícita o en cambio, como en este caso, realizar un enfoque objetivo, tomando una postura imparcial. 
En Mystic river, Dennis Lehane adopta el papel de autor-cámara, nos muestra todo como si lo estuviese viendo en directo, pero sin intervenir y transcribiendo de forma directa y al desnudo los hechos. 

Con lo primero que nos encontramos es con un narrador en tercera persona. 
Este narrador nos va a echar el lazo con una introducción muy directa y que ocupa los dos primeros capítulos. En ellos nos va a relatar lo sucedido en 1975, cuando Sean, Jimmy y Dave eran tan solo unos niños. En ese momento, uno de ellos será obligado a subir a un coche con unos desconocidos. Este hecho marcará a los tres amigos, porque a partir de ahí su relación se romperá y nunca volverán a ser los mismos.
Tras esos dos capítulos introductorios la trama dará un salto al año 2000 y allí se desarrollará el resto del argumento.

Su forma de narrar, al menos por lo que he visto en esta obra, me ha parecido totalmente absorbente, creando una especie de lazo invisible entre los personajes y el lector.
Me ha encantado no solo el argumento, sino también la sencillez con la que describe temas tan complejos como el dolor, el sentido de la culpa, los remordimientos o los traumas infantiles.

Destaca el profundo perfil psicológico de cada uno de los personajes. 
Todos tienen su demonio particular, se mueven entre luces y sombras, porque desgraciadamente el vecindario, en el que nacieron y se criaron, ha marcado no solo su infancia sino también su vida de adultos.
Dennis Lehane presta tanta atención al comienzo de la obra como al final y en el desarrollo teje una red de mentiras, enredando en ella tanto a los personajes como a los lectores, y sembrando una duda que nos acompañará desde los primeros compases de la lectura.

En resumidas cuentas, una historia brillante, adictiva, que debería ser de lectura imprescindible para los amantes del género negro y criminal; con altas dosis de realismo y de la que creo que no hay necesidad de contar más. Os la recomiendo.

miércoles, 30 de noviembre de 2022

El libro del sepulturero de Oliver Pötzsch

El libro del sepulturero (Trilogía de El libro del sepulturero 01) 
Sinopsis:

En el Prater, el parque más importante de la ciudad, aparece el cuerpo de una criada asesinada de forma brutal. Leopold von Herzfeldt, un joven inspector de policía, será el encargado del caso, a pesar de no contar con el favor de sus colegas, que no quieren saber nada de sus novedosos métodos de investigación, como la inspección de la escena del crimen, la obtención de pruebas o la toma de fotografías. Leopold contará con el apoyo de dos personajes del todo dispares: Augustin Rothmayer, el sepulturero mayor del cementerio central de Viena; y Julia Wolf, una joven operadora de la recién inaugurada central telefónica de la ciudad y con un secreto que no quiere que salga a la luz.
Leopold, Augustin y Julia se verán inmersos en los profundos abismos ocultos tras las puertas de la glamurosa ciudad en una carrera para dar con un asesino despiadado que sembrará Viena de cadáveres inocentes.

Opinión: El libro del sepulturero (Trilogía de El libro del sepulturero 01)

Hoy voy a hablaros sobre El libro del sepulturero de Oliver Pötzsch, un thriller histórico que ha triunfado en toda Europa, pero que, bajo mi punto de vista, tiene algunos pequeños detalles que le restan la brillantez que yo esperaba.

Voy a comenzar por comentar algo que considero importante para los lectores y que en cambio la editorial parece haber olvidado mencionar.
El libro del sepulturero se trata del primer libro de una trilogía que tendrá como protagonistas al inspector Leopold von Herzfelt, al sepulturero Augustin Rothmayer y a Julia Wolf, teleoperadora de la policía. Esa trilogía compartirá título, según el autor, con este primer libro.

¿Por qué hago esta aclaración? pues porque yo, como lectora, suelo frenarme ante libros que forman parte de sagas de los cuales se desconoce cuándo será su próxima publicación o, simplemente, si la editorial optará por publicarlos. Se sabe, también por una entrevista que he leído del autor, que esta trilogía ya tiene publicadas en Alemania la primera y segunda parte, así que solo queda esperar a que la editorial se pronuncie.

La novela está ambientada en los años finales del siglo XIX, una etapa muy importante a nivel tecnológico. En esa época surgieron los nuevos métodos de investigación que cambiarían el modo de luchar contra el crimen.
Esos avances, como la toma de huellas dactilares a los posibles sospechosos ideado por el inglés Francis Galton y el archivo para identificar delincuentes desarrollado en 1879 por Alphonse Bertillon se sumaron a la física, al análisis psicológico y a la química en el tema de las investigaciones policiales.

El protagonista principal va a ser Leopold von Herzfeldt, un joven inspector de policía que llega a Viena y que se verá inmerso en una investigación cuyos asesinatos parecen recordar en algunos detalles a los pertrechados unos años antes en Londres por Jack el Destripador. 
Leopold es alguien que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y que sigue los modernos métodos de investigación relacionados con la criminalística moderna, centrándose en los aspectos puramente objetivos de un caso y que emplea la lógica y la observación precisa en lugar de centrarse solo en los conceptos teóricos que emplean sus colegas.
Leo es la figura fuerte de esta historia y, por lo tanto, sobre él va a recaer el peso de la investigación, aunque para llevar a cabo esa complicada labor va a contar con ayuda. 

Augustin Rothmayer, el sepulturero mayor del cementerio central de Viena, va a actuar como coprotagonista aunque no llega a tener una actuación demasiado activa. Sus intervenciones se limitan a momentos puntuales, eso sí, determinantes.
Donde sí vamos a contar con una presencia fija de este personaje va a ser al comienzo de todos los capítulos, ya que se inician con unos breves apuntes del Almanaque para sepultureros, un libro que él está escribiendo.
Ese Almanaque para sepultureros es una obra ficticia, pero como nos indica Oliver Pötzsch en las notas finales, está inspirada en algunos libros de viejo, entre ellos el Handbuch der Medicinischen Policei, un manual de medicina policial que fue publicado en 1848 y que contiene algunos detalles macabros que sí podemos encontrar en esta novela.

Y por último llegamos a Julia Wolf, una joven operadora de la central telefónica de la policía. 

Este personaje debo decir que inicialmente es el que menos me ha gustado.
A mí no me ha aportado nada, incluso debo decir que algunas escenas en las que participa no me han resultado creíbles por lo forzado de la situación.
El autor comenta en una entrevista que quería que su obra contase con una mujer interviniendo de forma activa en la investigación, pero que ese registro no se ajustaba a la realidad de la época. 

Creo, y que no se me ofenda nadie porque es solo mi opinión, que cuando quieres aportar a una historia  una gran dosis de realidad debes ceñirte a los datos. 
Intentar imponer una profesión no usual a la época o un perfil demasiado exagerado a un personaje, solo puede dar como resultado la falta de credibilidad al conjunto de la obra, dando la sensación de que es una impostura, un engaño con apariencia de verdad dentro del elenco protagonista. 
En resumidas cuentas, porque no quiero extenderme más ni profundizar en este tema, el perfil de Julia tan exagerado me ha sobrado, me habría servido con una actuación más sencilla, sin llevar al límite y eso le habría aportado el realismo que le falta y que era lo que buscaba precisamente el autor. Veremos qué ocurre en las próximas novelas.

El otro apunte negativo o menos positivo de la novela, por decirlo de algún modo, es la previsibilidad de algunas escenas o la actuación de algunos personajes en momentos concretos. Sobre este aspecto no voy a entrar en detalles porque en general el libro está muy bien y para mí es una lectura muy recomendable, no me malinterpretéis, pero hay algunas escenas en las que el lector se adelanta y restan de brillantez a algunos de los que deberían ser grandes giros argumentales. Esto, como siempre, es una cuestión de gustos y depende de con lo que se conforme cada lector.

Por otro lado, y hablando ahora de lo positivo, debo hacer una especial mención a la lograda recreación de la época y a la ambientación de la ciudad de Viena, sobre todo en lo referente al ambiente nocturno y festivo, así como de los escenarios tétricos y oscuros por los que se mueven los personajes.
La calidad de esas descripciones, al igual que las que el autor hace sobre el modo de vestir de cada uno de los personajes es un detalle que contrarresta todo lo mencionado en el párrafo anterior y suma puntos a favor de esta lectura.
Tampoco puedo olvidar mencionar que esta novela parece contar con un hilo musical para acompañar a cada capítulo, ya que a lo largo de toda la obra aparecen mencionadas diversas obras musicales que complementan el tema de la ambientación que he citado anteriormente.

Para ir terminando...
El libro del sepulturero es una novela policíaca de ficción y como tal hay que leerla, aunque eso sí, el autor ha hecho un excelente trabajo de documentación sobre la época y en algunos momentos realidad y ficción pueden caminar de la mano. 
Algunos personajes de los que aparecen sí existieron realmente, pero lógicamente su actuación en esta obra está novelada e incluso se les ha dado un perfil que no se adapta a la realidad, por ejemplo: el comisario de policía Moritz Stukart y el jefe superior de policía Albert Stehling que dirigieron realmente la Oficina de Seguridad de Viena en 1893, época en la que está ambientada esta historia.
También encontramos un homenaje a Hans Gross, juez instructor de la época que escribió el primer manual de criminalística y que hoy en día, actualizado, sigue siendo una obra de consulta.

Y ahora sí que termino con una recomendación.
Si os interesa la época o los escenarios de esta novela os recomiendo ver una serie de televisión: Vienna Blood, muy al estilo de esta novela. 
Vienna Blood es una serie policíaca ambientada también en la ciudad de Viena de comienzos del siglo XX. Está basada en la saga de novelas Liebermann, escritas por Frank Tallis y que tienen como protagonista a un médico y estudiante de Sigmund Freud que acompañado de un detective resuelven crímenes ocurridos en la ciudad. También se trata de forma directa el tema del creciente movimiento antisemita en Europa, algo que también se ha tratado en esta novela.

jueves, 6 de octubre de 2022

Asesinato en Fleat House de Lucinda Riley

Sinopsis:

En el tradicional colegio St Stephens, en la idílica campiña de Norfolk, un estudiante muere en extrañas circunstancias. Su cadáver es encontrado en Fleat House, uno de los internados, y el director se apresura a explicar que fue un trágico accidente. Pero cuando la detective Jazz Hunter se adentra en el cerrado mundo del internado pronto descubre que la víctima, Charlie Cavendish, era un joven arrogante y hambriento de poder que atormentaba a sus compañeros.
¿Fue su muerte un acto de venganza? 
Mientras el personal del colegio cierra filas y la nieve comienza a cubrirlo todo Jazz se da cuenta de que esta podría ser la más complicada investigación de su carrera. Y de que Fleat House esconde secretos más oscuros de lo que nunca podría haber imaginado.

Opinión:

Lucinda Riley, más conocida por ser la escritora de la saga de Las siete hermanas, escribió esta novela en 2006, pero permaneció en un cajón a la espera de ser publicada. La intención de la escritora fue publicarla al igual que otras dos que también habían sido escritas sin respaldo editorial, pero falleció en 2021 sin ver cumplido ese sueño, por lo que su hijo, coautor en algunas de sus novelas, fue el encargado de sacar el libro a la luz.

Como curiosidad os diré que fue la única novela policíaca que escribió y sorprende no solo por su argumento excelentemente trazado sino también por su capacidad para plasmar ambientes. También hay que comentar que cuando fue escrita la familia de Lucinda vivía en el condado de Norfolk y que sus hijos asistían a un colegio que podría haber inspirado en gran medida los escenarios de esta novela.

Lucinda Riley en Asesinato en Fleat House prescinde de preámbulos. 
Nos sumerge con el prólogo directamente en la trama y somos testigos del asesinato de Charlie Cavendish, un joven arrogante que acosa a los compañeros más débiles.
La encargada de llevar a cabo la investigación será la detective Jazz Hunter, pero poco a poco el desarrollo de las investigaciones se complicará, y la muerte de Charlie Cavendish, en un principio detonante de esas pesquisas, pasará a convertirse en algo más secundario; un simple eslabón en una compleja cadena de sucesos.

Asesinato en Fleat House para haber sido la única novela policíaca escrita por esta autora me ha sorprendido.
Tras ese comienzo intenso con el que consigue enganchar a los lectores el ritmo se vuelve más sostenido. Los lectores vamos a contar con las mismas pistas que la detective y ese ritmo que acabo de mencionar ayudará a la hora de organizar todos los datos obtenidos en nuestra cabeza y podremos averiguar quién es el culpable, eso sí, ya os aviso, en el momento en que supuestamente ya tengamos un candidato, entrarán en juego nuevas pistas o acontecimientos que darán una nueva vuelta de tuerca al desarrollo del caso.

Jazz Hunter habría sido un excelente personaje para una saga policíaca, quizás esa era en un principio la intención de la autora porque el perfil psicológico creado para el personaje se va definiendo muy bien a lo largo de toda la obra.

martes, 3 de mayo de 2022

La apelación de Janice Hallett

Sinopsis:

En el idílico pueblecito inglés de Lockwood hay un misterio que resolver. Todo empieza con el regreso de dos habitantes del pueblo después de un largo viaje y acaba con una trágica muerte. Aunque se ha enviado a prisión al presunto culpable, el abogado Roderick Tanner sospecha que es inocente y ordena a sus pasantes, Charlotte y Femi, que revisen todas las pruebas del caso. Entre la desastrosa compañía de teatro amateur del pueblo y la campaña de recaudación de fondos para el tratamiento médico de una niña pequeña vecina del pueblo, se esconde el asesino a la vista de todos. Las pruebas están ahí, esperando a que alguien las descubra. Pero ¿podrán Charlotte y Femi resolver el caso? ¿Lo podrás resolver tú, lector? 
Janice Hallett, calificada por el Times como la Agatha Christie del siglo xxi, ha creado con La apelación una novela de misterio extraordinaria, con múltiples giros inesperados y que involucra al lector en la resolución del caso como si fuera un investigador más. ¿Te atreves a adentrarte en los secretos de Lockwood?

Opinión:
Un asesinato. 
Quince sospechosos. 
¿Puedes descubrir la verdad?

Con esta introducción estoy segura de que ningún amante de la novela policíaca podrá dejar pasar esta lectura.
Se ha calificado a Janice Hallett como la nueva Agatha Christie del siglo XXI, algo que a mí me parece un poco aventurado por dos motivos. El primero es que esta es su primera novela y el segundo es que, tras leer esta obra, a mí no me ha parecido que Janice Hallett cultive el mismo estilo que la gran dama del crimen. Pero como siempre... esto son apreciaciones mías.

La novela en general me ha parecido que tiene un argumento muy ingenioso y una estructura muy original; a eso hay que sumarle que su lectura se hace adictiva, motivos más que suficientes a la hora de recomendárosla.

La autora nos propone un reto, averiguar entre quince sospechosos quién es el asesino. Para ello nos introduce en la trama de manos de Roderick Tanner, un abogado que encarga a dos de sus pasantes que estudien todas las pruebas escritas para solicitar una apelación, ya que considera que la persona encarcelada no es el asesino. 
Aquí, por supuesto, no vale que los lectores hagamos trampas yendo al final del libro para descubrir quién es el acusado injustamente, porque ese no va a ser el único dato que limite el buen desarrollo de nuestra investigación, me refiero a la de los lectores, porque la autora también va a esconder la identidad del muerto hasta bien llegado el 60% de la novela.

Como veis es un libro que a simple vista ya llama la atención porque no está construido al estilo clásico policíaco en el que sabemos desde el principio quién es el muerto.
Ese dato yo lo considero primordial para llevar a cabo una investigación, porque sin saber a quién han asesinado y cómo, también me cuesta encontrar los posibles motivos para quitarle de en medio, por mucho que me den todas las conversaciones escritas entre los quince sospechosos.
Creo y ya lo digo en este momento que Janice Hallet nos propone un juego, pero algo sucio.

Respecto a la estructura...

Todo el libro está redactado como si fuesen correos electrónicos, mensajería instantánea e informes. 
En un principio puede parecer que 15 sospechosos serán muchos y que costará seguirles los pasos, pero realmente hay algunos a los que se puede descartar con facilidad. Con esto último no estoy diciendo que haya acertado en quién es el asesino, porque me ha vuelto a fallar el instinto sabueso.

De esos quince sospechosos sabemos que pertenecen todos a una compañía de teatro amateur y el medio para conocerles va a ser a través de los correos que se envían. 
Con solo esos fragmentos vamos a ser capaces de construir un perfil psicológico muy completo de cada uno de ellos e incluso nos van a servir para descartar a algunos de esa lista de sospechosos, ¡pero cuidado! porque entre esos correos también incluye la autora una manzana envenenada. 
Los personajes y sus conversaciones nos van a entretener y no le doy al término la connotación de hacer pasar el tiempo de forma agradable, sino la de hacer perder el tiempo ocupando nuestra atención e impidiendo que llevemos a cabo nuestra investigación.
Con esos correos vamos a ver como se mienten, manipulan y se ponen zancadillas, pero al mismo tiempo vamos a ser testigos de como se obsesionan y se entrometen en la vida de los demás.

Hay algunos personajes que pueden llegar a atragantársenos, al menos eso es lo que me sucedió a mí, pero no por eso voy a decir que sean personajes malos. Esos personajes están construidos para cumplir con una función, insisto, la de distraer al lector, sirven para desviarnos de lo realmente importante, del quién lo hizo, a quién se lo hizo y por qué. 

La novela es toda lineal, carece de capítulos. 
Los correos electrónicos están colocados por fecha pero también se nos indica que las conversaciones no están completas, faltan algunas respuestas... otra manzana envenenada que nos cuela la autora, porque condiciona nuestro modo de pensar al omitir datos que podrían ser relevantes. 

Otro detalle a tener en cuenta es que la lectura de esos emails va a ser interrumpida, por decirlo de alguna forma, por la mensajería instantánea que se envían entre las dos pasantes y que también sirve para encauzar nuestros pensamientos, en el caso de que nos hayamos perdido algo interesante o nos hayamos quedado descolgados de las pesquisas.
Pero aquí dejo otra advertencia, ¡cuidado! porque esos mensajes que se envían entre ellas, en los que plasman sus impresiones, también pueden servir para manipularnos, dejando que la autora implante ideas u opiniones en nosotros.
Con todo lo dicho hasta ahora lo que quiero transmitir es que nos encontramos ante una trama elaborada muy compleja que recuerda a un ovillo, enrollándose cada vez más.
Todos los personajes esconden algo o no son lo que hacen ver al resto, y por supuesto, también hay personajes de relleno, creados con el fin de aumentar el número de sospechosos.

Ya para terminar...

Es una gran novela, con un planteamiento muy original a pesar de lo que yo considero trampillas colocadas estratégicamente por la trama. Está claro que un autor no va a construir un argumento en el que descubras al asesino a las primeras de cambio, se trata de ponernos dificultades a los lectores.

Lo que sí creo, como he dicho al principio, es que a su autora no se la puede comparar con Agatha Christie, porque Agatha ponía a disposición de los lectores todas las pistas, y en este caso no es así. De todas formas no entiendo esa manía comparativa con la que nos intentan camelar a los lectores porque no beneficia a nadie.

Es una novela genial, estoy segura de que os va a encantar y, sobre todo, es ideal para compartir en un club de lectura y poder ver el desarrollo o los pensamientos de otros lectores. 
Todo un juego y todo un reto.

miércoles, 27 de abril de 2022

Tragedia en tres actos de Agatha Christie

Sinopsis:

Poirot se enfrenta a uno de los casos más desconcertantes de su carrera.

Sir Charles Cartwright debería habérselo pensado dos veces antes de invitar a cenar a trece personas en su casa. Pues la velada concluye con uno de los invitados muerto tras haber ingerido un cóctel en el que no se encuentra ningún rastro de veneno.
Hasta el momento, nada que pueda sorprender al detective belga. 
Lo que sí resulta sorprendente para Poirot es que no haya ni un solo motivo que pueda explicar el asesinato.

Opinión:

Muerte en tres actos o tragedia en tres actos es una novela escrita por Agatha Christie en 1934 que seguro que os va a resultar curiosa por varios motivos.

Su estructura corresponde a la de una obra teatral que, como bien indica el título, está dividida en tres partes. 
La primera parte lleva el título de sospechas, el acto intermedio de certeza, y por último, el tercer acto, de descubrimiento. Estas tres partes se corresponden con la que sería la estructura clásica de una novela, es decir, introducción, nudo y desenlace.
Como es lógico, la introducción está reservada para conocer al plantel de sospechosos, todos esos personajes que, como habréis visto en la sinopsis, asisten a una cena en cuyo cóctel va a aparecer un cadáver. Y es que, un cadáver en el cóctel habría resultado un título de lo más acertado para esta novela.
¿Os acordáis de la película del 76 de Un cadáver a los postres, con Peter Sellers como cabeza de reparto?
En ella se parodiaba las novelas en las que un extraño grupo se reunía en una mansión aislada, siendo uno de esos invitados asesinado. Pues bien, en esta obra de Christie es exactamente lo que ocurre si alteramos el orden de los platos.

En Tragedia en tres actos nos vamos a encontrar con un Poirot algo secundario, además de la sospecha de un doble asesinato, algo que no es frecuente encontrar en las otras novelas de esta autora. 

Poirot va a tener una actuación muy limitada, aparecerá simbólicamente al comienzo, como un personaje más que asiste a la cena, pero que en el acto final sí tiene reservado ese momento apoteósico que todos esperamos y en el que pondrá a funcionar sus células grises, resolviendo finalmente el caso ante unos boquiabiertos compañeros de reparto. 

En el acto intermedio la investigación va a recaer sobre tres personajes. Uno de ellos será el actor Charles Cartwright, el organizador de la cena; otro el señor Satterthwaite, alguien al que veremos aparecer en un recopilatorio de cuentos que se relacionan entre sí, escritos por Christie en 1930 y que lleva el título de "El enigmático señor Quin", y por último tenemos a la señorita Egg Lytton Gore.

El resto de asistentes a esa cena, los que podríamos considerar como sospechosos, se limitan a crear solo un ambiente verídico. Son secundarios con escasa actividad; cuentan con muy poco diálogo y relevancia para la trama, salvo en los momentos en que se les interroga.

Agatha Christie, en esta ocasión, nos plantea un gran reto. 
Nos enfrentamos a un asesino mucho más peligroso de lo que nos tiene acostumbrados, dándonos la oportunidad de descubrirlo sin las interrupciones deductivas del afamado detective belga
Ella nos da las pistas, las va sembrando desde la introducción, y en el momento en que considera que ya hemos tenido tiempo suficiente para averiguar quién y por qué, vuelve a introducir en escena el ego enorme de su detective más famoso.

¿A qué se debió esa alteración en la obra que afectaba al protagonismo del pequeño hombrecillo belga de pomposo bigote y modales remilgados?
Puestos a elucubrar, puede que Agatha Christie harta de que los lectores no pillasen las pistas al vuelo, intentase darnos una ligera ventaja sobre él. Aunque yo me inclino más a pensar que existía alguna discordancia entre la autora y su afamada creación. ¡Vamos! una lucha de egos.

Se sabe que la manía hacia su hijo literario fue creciendo exponencialmente. Hacia 1930 dijo que el personaje era "insufrible", mientras que en 1938 escribió:

¿Por qué habré creado a esta detestable, rimbombante y fatigosa criatura?

Pero estos no serían los únicos halagos que dedicó al gran Poirot, porque en 1960 le catalogó de "detestable, ampuloso, pesado y egocéntrico". 
Digo yo que algo de esa naturaleza le vendría de su madre creadora, porque como dice el refrán "honra merece quien a los suyos se parece". 

Está claro que algo turbio estaba sucediendo y más si consideramos el hecho de que, aunque Poirot falleció en la obra Telón, publicada en 1975, esta historia había sido escrita alrededor de 1940 y guardada en un cajón. 
Parece que las fechas cuadran con la escritura de esta novela de la que hoy os hablo y con una pronunciada crisis de soberbia o ego, algo que debe ser muy frecuente entre escritores, porque igualmente le sucedió a Conan Doyle con Sherlock Holmes. 

Lo peor de todo es que el público amaba a Poirot por encima de sus excentricidades y yo creo que aquí, la gran dama del crimen lo tuvo muy claro, si había que elegir entre ella y el bigotudo con cabeza de huevo, el público elegiría a Poirot.

Ya para terminar, otro detalle que me ha gustado es que la trama transcurre por varios escenarios, es decir, el desarrollo del argumento no se limita a un único lugar como ocurriría en las clásicas historias de cuarto cerrado y los personajes cuentan con más libertad para entrar y salir de escena.

jueves, 24 de febrero de 2022

Asesinato en la mansión Darwin de Marion Harvey

Sinopsis:

Tras escucharse el sonido de un disparo a medianoche, Philip Darwin es encontrado asesinado en su estudio; su esposa Ruth aparece junto al cadáver con un arma en la mano. En la mansión se encuentra también —además del personal de servicio y el secretario de Philip—, el antiguo prometido de Ruth, Carlton Davies, que había acudido a la casa tras una desesperada llamada de su antigua amada. En estas circunstancias, todas las pruebas materiales apuntan a que la señora Darwin ha cometido el crimen —a las que hay que añadir la certeza de que nunca ha amado a su esposo, pues había sido chantajeada por él para contraer matrimonio—. No obstante, su amado Carlton la considera inocente, pues la joven insiste en que ella no es la asesina de su esposo. 
En su desesperación, Carlton acude al detective McKelvie, gran admirador de Sherlock Holmes, quien deberá ir desentrañando el misterio de tan enigmático crimen para ir descubriendo paulatinamente cómo todas las personas del entorno de Darwin se convierten en posibles sospechosos

Opinión:

Hace unas semanas, en la reseña de Maximilien Heller, mencioné que había comenzado el año con lecturas que se relacionaban directa o indirectamente con Sherlock Holmes, pues bien, este es el tercer título que apareció citado en ese comentario y del que os prometí que hablaría en breve.
El detective contratado para resolver este caso tan singular, Asesinato en la mansión Darwin, es McKelvie, un gran admirador de Sherlock, dotado con aptitudes similares y que como él utiliza su ingenio y habilidad para resolver el caso, dando como resultado que la justicia caiga con puño de acero sobre el culpable al final del relato.

Esta obra policíaca publicada en 1922 se incluye en la colección Noir de la editorial dÉpoca, editorial que no dudo en recomendaros, no solo por la calidad de sus publicaciones sino también por la de las narraciones que recuperan. En este caso incluye un prólogo excelente sobre las historias de cuarto cerrado.
Pues bien, la novela fue escrita bajo el seudónimo de Marion Harvey, y hoy en día, a pesar de que se cumplen cien años de su publicación, seguimos sin conocer la identidad de su autor. 

Marion Harvey nos ofrece el clásico misterio de cuarto cerrado planteando varias dudas desde el comienzo; quién lo hizo y por qué, son dos de ellas, pero quizás la más importante y sobre la que se centra el foco de atención es la de conocer el método que utilizó el malhechor para escaparse de una habitación cerrada sin ser visto, es decir, el cómo.

Asesinato en la mansión Darwin nos transporta hasta la ciudad de Nueva York en los años veinte y contiene pequeños toques de novela negra que nos recuerdan a las revistas pulp, apareciendo situaciones y personajes que se mueven por los bajos fondos.

El relato de los hechos nos llega en primera persona y el encargado de hacerlo será Carlton Davies, personaje y testigo de los sucesos.

Ruth, el personaje femenino, aparece junto al cadáver de su esposo, Philip Darwin, con un arma en la mano. Carlton, antiguo prometido de Ruth y que se encuentra en ese momento en la mansión, considera inocente a Ruth, a pesar de las evidencias existentes, motivo por el que decide contratar al detective Graydon McKelvie.  Como podéis ver un comienzo bastante interesante con un triángulo amoroso como eje principal de la novela. 
A esta trama se le irán uniendo más personajes, tampoco muchos, pero desde este punto he de decir que se prioriza la investigación sobre las descripciones de los personajes, que aunque aparecen perfilados de forma correcta y aportando los datos básicos para que nos hagamos una idea de cómo son, tampoco es que el autor se recree mucho en esos aspectos.

Los primeros capítulos se centran en la encuesta preliminar, es decir, una especie de investigación previa y superficial en el escenario del crimen, gracias a la cual vamos a conocer a los principales testigos y posibles sospechosos.
 
El argumento según avanza se va complicando, algo que por lógica debería ser al revés. Lo normal es que las incógnitas se vayan despejando al tiempo que avanzamos, pero aquí nos encontramos con un autor o autora con ganas de complicar el argumento, incorporando pistas, datos y/o sucesos con los que no contábamos al comienzo. 
Por este último motivo podríamos decir que se salta un poquito las normas del aclamado Detection Club, y actúa de forma un poco tramposilla. 
El Detection club ya sabéis que fue fundado entre 1929 y 1930 por autores de novela enigma ingleses, para evitar precisamente eso, el juego sucio en la escritura, y que los lectores contasen con las mismas oportunidades que los protagonistas a la hora de resolver el enigma.

En esta historia el argumento da tantas vueltas e incorpora tantas circunstancias inusuales, coincidencias y casualidades, que al final me quedé descolgada de la trama e iba como el coche escoba en una carrera ciclista.
Solo Graydon McKelvie estuvo a la altura de la investigación, ya sabéis que como sabueso no soy muy fiable, y gracias a él, a esos datos que como detective pillaba al vuelo y a su detallado análisis de las pistas, logré enterarme de quién, cómo y por qué se había cometido el asesinato.

En resumen... 
Es una obra que me ha gustado, no lo puedo negar; está muy bien escrita e incluso el caso resulta bastante original dejando al lector con la boca abierta, eso sí, no podemos obviar el hecho de que el autor/a no deja de sacarse cosas del tintero.
También he de decir que soy una gran enamorada de las novelas de la Golden Age que transcurren en los lujosos salones londinenses o en los preciosos pueblecitos que siembran la campiña inglesa, y esta historia, para mi gusto, carece de ese brillo y glamour inglés.

martes, 8 de febrero de 2022

Maximilien Heller de Henry Cauvain

Sinopsis:

Imaginemos la larga silueta de un joven. 
Es un detective privado prodigiosamente dotado para la observación y la deducción lógica, misántropo, adicto a las drogas y experto en química y en las ciencias forenses de la época. 
Así mismo, es un gran maestro en el arte del disfraz y sus audaces hazañas son narradas por su amigo y confidente, un médico. Otro doctor aterroriza y fascina por igual a nuestro héroe. 
El joven se ve involucrado en un caso de asesinato cuando su vecino, Jean-Louis Guérin, es acusado de haber envenenado con arsénico a su señor, el banquero Bréhat-Lenoir.

Opinión:

Parece que últimamente todas las novelas que leo tienen alguna relación con Sherlock Holmes, personaje creado, como ya sabéis, por Arthur Conan Doyle y cuya primera aparición fue en 1887 en la obra Estudio en escarlata.
Esa curiosa relación o nexo invisible, formado totalmente al azar entre mis lecturas, se basa en que en La gota de sangre de Doña Emilia Pardo Bazán, relato leído hace escasamente un mes y considerado el primer relato policíaco español (1911), aparece un detective que ironiza con la fórmula clásica empleada en las novelas de detectives inglesas de la época y que tenían como protagonista a Sherlock Holmes, (podéis leer más en esa reseña).
Por otro lado en Asesinato en la mansión de Darwin de Marion Harvey, cuya reseña veréis publicada en breve, encontramos un detective protagonista muy fan de Sherlock y que intenta emularle en su proceso deductivo.
Ya para terminar con esto de los vínculos llega la novela de la que hoy os hablo, Maximiliem Heller, ópera prima del francés Henry Cauvain, publicada en 1871 y en la que se cree que Conan Doyle se inspiró para dar vida a su famoso detective. Esta novela obtuvo un gran éxito entre el público y tuvo que ser reimpresa repetidamente en los años posteriores por lo que no sería extraño que Doyle se hubiese fijado en el personaje.

Y llegados a este punto seguro que os habrá asaltado la misma duda que rondó por mi cabeza al empezar a leer. ¿Hasta qué punto Doyle se inspiró en esta novela?
Pues la verdad es que no se puede negar que existen demasiadas similitudes.
  • Para empezar tenemos un narrador en primera persona. Un médico que será testigo de la investigación y a la vez confidente de Maximilien Heller, nuestro protagonista, y que le va a acompañar al igual que el Dr. Watson hizo con Sherlock, narrando las audaces hazañas de su amigo. En toda la obra de Henry Cauvain solo vamos a tener un único libro con el personaje como protagonista. El resto de su obra aunque de intriga y aventuras tomó otros derroteros y el detective quedó abandonado al comienzo de una fulgurante, pero breve, carrera detectivesca. Una lástima porque sus aventuras habrían cuajado muy bien entre los lectores.
  • También vamos a encontrar similitudes en el perfil psicológico, ya que Cauvain lo describe como un desagradable excéntrico, tremendamente huraño y adicto a las drogas. Un experto en química y ciencias forenses de la época y gran maestro del disfraz. Las descripciones van a ser uno de los puntos fuertes en esta novela, sobre todo al comienzo, cuando el autor hace la presentación de Maximilien Heller. En el primer capítulo no solo se recrea en su descripción psicológica o física, sino que también lo hace mostrándonos su entorno, aportando detalles que nos ayudan a complementar más aún su personalidad. 
  • Otra analogía que vamos a encontrar entre la obra de Doyle y Cauvain es que ambos crean un antagonista para su detective, alguien enigmático y maléfico que le complicará la investigación. Veremos como el foco de la historia se centra en mostrarnos la personalidad del investigador y del criminal, dejando de lado a la víctima y al acusado que pasan a ser una simple excusa sobre la que se construye toda la trama.
Y hasta aquí las similitudes, lógicamente también existen diferencias que dejo en vuestras manos el averiguar. 
Al ser un único libro, no como Sherlock Holmes que tiene toda una saga respaldándole detrás, muchos aspectos de Heller nos van a quedar sin descubrir. Tampoco vamos a ver la completa y compleja evolución que pudiera experimentar.

Al llegar a la mitad vamos a tener un cambio de narrador que llega cuando Heller toma las riendas del relato. Enviará cartas al doctor en las que se incluye una crónica exhaustiva de sus observaciones sobre el caso que tiene entre manos y que van a ser publicadas en orden cronológico y sin alterar una sola palabra. En esas cartas vamos a ver como el personaje, al igual que el de Baker Street, no adivina sino que aplica un método deductivo que termina sorprendiendo al resto de personajes y a los lectores.

Otro detalle curioso que me ha gustado encontrar es que el autor, además de novelista desempeñaba la labor de alto funcionario estatal, por lo que sus conocimientos a la hora de describir la jerarquía judicial y policial aparecen plasmados en la historia aportando un toque muy realista, al igual que ocurre en las novelas de Wilkie Collins. 

Os aseguro que este libro os va a encantar. El clima de misterio generado consigue mantenernos pegados a sus páginas y es una buena forma de entrar en contacto con otro de los investigadores ficticios que junto a Auguste Dupin de Edgar Allan Poe sentaron las bases del género.

miércoles, 26 de enero de 2022

La gota de sangre de Emilia Pardo Bazán

Sinopsis:

En 1909, dos años antes de escribir  La gota de sangre, confesaba doña Emilia: "Cuando leo en la prensa el relato de un crimen, experimento deseos de verlo todo, los sitios, los muebles, suponiendo que averiguaría mucho y encontraría la pista del criminal verdadero". 
Nuestra autora, que nunca concedió el subtítulo expreso de "policíacos" a ninguno de sus muchos cuentos, no solo los escribió, sino que, como Poe en "El misterio de Marie Roget", aventuró sus conjeturas en el caso de otro crimen no resuelto. En esta obra encontrará el lector la maestría de una estupenda narradora y la aportación del matiz psicológico a la investigación del crimen. 

Opinión:

De nuevo os traigo hasta esta estantería virtual a Doña Emilia Pardo Bazán, una autora que no deja de sorprenderme.
Para esta ocasión he elegido hablaros de La gota de sangre, una novela corta escrita en 1911 y que está considerada como el primer relato policial moderno de la literatura española
Este último detalle es el principal motivo que me ha empujado a leer este relato y a arrastrar conmigo en una lectura conjunta a varios blogs amigos, pero hay algunos detallitos más que la convierten en una lectura muy interesante y que paso a contaros a continuación.

En 1887 el escritor británico Arthur Conan Doyle había dado vida a su gran personaje, Sherlock Holmes; un detective que no solo destacaba por su gran inteligencia, sino que también hacía gala de un razonamiento deductivo extraordinario. La resolución de los casos quedaban totalmente en manos del famosísimo detective y los lectores aunque hacían un gran esfuerzo eran incapaces de deducir quién era el criminal y sus motivos.

Doña Emilia, tras observar y estudiar al personaje, decidió que la fórmula clásica de las novelas policíacas inglesas no eran de su agrado, detalle que podemos apreciar en el desarrollo de esta historia, pues parece que se burla un poco del procedimiento clásico detectivesco al crear a Selva, un investigador aficionado que prefería hacer uso del instinto frente al método policial y que nos irá mostrando las pistas para que los lectores podamos deducir al mismo tiempo que él.

Otro detalle que me ha gustado es que la autora nos plantea un argumento curioso en el que incluye un problema ético llegando casi al final. 
Selva, un señorito inmerso en una grave depresión causada por el aburrimiento, es acusado de asesinato. 
El joven decide ponerse al servicio de la policía y les asegura ser capaz, en un plazo muy breve de tiempo, de resolver el crimen. 

La obra, según avanza, va incorporando pruebas que facilitan al lector la búsqueda del asesino y la resolución del caso. 
Podríamos decir que es un caso muy sencillo, quizás no tan elaborado como los de Doyle, pero que resulta entretenido. Nos muestra a un personaje real, de carne y hueso, con sus defectos y virtudes, aunque también hay que reconocer que comparte con el detective inglés un temperamento o sentimiento de superioridad frente a los demás que nos puede llevar a mirarle con un poco de desagrado. Lo más interesante de la narración no es el asesinado, sino el perfil que se hace de este extraño investigador y el curioso método deductivo donde una prueba nos llevará hasta la siguiente facilitándonos la misión indagatoria.

La Bazán, sumado a ese dilema ético, que por supuesto no he desvelado pero que sí he mencionado de refilón más arriba y que afecta al protagonista, también introduce una crítica hacia la ociosidad de la clase burguesa de la época.

Actualmente estamos más que acostumbrados a leer mucha novela policíaca o negra. No nos limitamos a las historias creadas por Doyle o a las de la Golden Age, pero os aseguro que incluso para los más versados en novela policial esta obra os resultará curiosa y atractiva.

jueves, 16 de diciembre de 2021

El misterio de Notthing Hill de Charles Warren Adams

Sinopsis:

Sinopsis y portada del libro retiradas para evitar infringir posibles derechos de autor.
Para saber más pinchar en el enlace siguiente: Pinchar aquí.

Opinión:
 
Y una vez más aparece en este blog el gran dilema...
Os he hablado muchas veces de la dificultad a la hora de clasificar las historias dentro de un género en concreto, pero también de la complejidad a la hora de decidir cuál fue la primera con la que se dio el pistoletazo de salida.
Si hablásemos de relatos policíacos diríamos que el primero surgió de la pluma de Poe en 1841, siendo este Los crímenes de la calle morgue, y en cambio, si citásemos novela policíaca estaríamos hablando de Un asunto tenebroso de Honoré Balzac, publicada en el mismo año, o incluso de Casa desolada de Charles Dickens, publicada por entregas mensuales entre marzo de 1852 y septiembre de 1853, pero que se piensa fue escrita antes de 1842. 
Por otro lado, si lo que queremos es hablar de la primera obra detectivesca, unos citarían El caso Lerouge de Émile Gaboriau (1863) o La piedra Lunar (1868), y es que en este mundo tan complejo de los géneros literarios hay que ser muy concreto a la hora de especificar quién lleva a cabo la investigación, si es policía o aficionado, e incluso fijaros bien, dependiendo de su longitud, si es relato o novela. 
Otro dato a tener en cuenta también es su procedencia, porque no es lo mismo hablar de la primera novela policíaca francesa que de la inglesa... y es que estaréis conmigo en que esto de clasificar se ha convertido en un tema farragoso, con tal de vender una primicia...

Pues bien, actualmente algunos especialistas en el género han decidido rizar un poco más el rizo y ahora la narración con la que se inicia este género de detectives es precisamente esta de la que vengo a hablaros, El misterio de Notting Hill, publicada bajo seudónimo y por entregas a lo largo de 1862 y que terminó viendo la luz como libro completo en 1865. 
Yo, no es por llevar la contraria a los grandes expertos, pero al igual que en la reseña de Un asunto tenebroso os conté que sus elementos me recordaban más a las obras de espionaje, El misterio de Notting Hill me lleva a clasificarla más como misterio o intriga porque a pesar de que se lleva a cabo una investigación, esta es totalmente secundaria, limitándose el actor principal exclusivamente a mostrarnos unos testimonios y documentos ordenados en el tiempo, es más, el supuesto detective no es un investigador al uso, porque es un agente de seguros que solo recaba información sin exponer explícitamente como llega a sus conclusiones. 

Aclarado esto, paso a hablaros más en detalle de la historia.
Este libro fue escrito por Charles Warren Adams, un abogado al que puede que por su profesión le frenase el publicar historias de crímenes bajo su nombre real y por eso optó por el seudónimo de Charles Felix. Su identidad no fue descubierta hasta 1952 y corroborada por un experto en novela policíaca en 2011.
Las ilustraciones que aparecen en el interior son de George Du Maurier, autor de Trilby y abuelo de la escritora Daphne Du Maurier.

La historia la componen íntegramente cartas, declaraciones, informes científicos y fragmentos de diarios, y aunque nos pueda parecer a simple vista que se mueve en la línea de otras novelas epistolares de la época, como la ya citada La Piedra Lunar, no es así. El motivo es que Collins en sus obras más famosas, se toma su tiempo. Ninguna baja de las quinientas páginas, y las cartas o declaraciones son más extensas incluyendo anécdotas y sucesos que convierten el relato en una narración más personal y entretenida. 
En esta obra ese desarrollo narrativo se ve muy limitado al tener solo 200 páginas. 
El libro se divide en ocho secciones o apartados y en ellas iremos conociendo, al tiempo que se narran los sucesos, a los personajes que intervendrán, ya sean víctimas o testigos, siempre y como ya he dicho, sin que seamos conscientes de que se está llevando a cabo una investigación real, porque los hechos nos llegan a través de esas declaraciones a posteriori.

Quizás, lo que más me ha llamado la atención  es que todos los personajes parecen secundarios, ninguno destaca sobre otros, y eso se debe otra vez a la estructura y a la forma de narrar. 
Todas las cartas y declaraciones pertenecen a personajes incidentales que intervinieron como testigos en los hechos, pero sus relatos se limitan a narrar de forma concisa y oficial los hechos, aportando un distanciamiento con el lector que para mí gusto hacen que la novela sea menos amena que otras del estilo.
Siguiendo con el tema de los personajes...
Vamos a conocer dos historias o dos casos que al final terminarán enlazándose. Uno será el de la señora Anderton y otro el de madame R. Los hilos de estos personajes terminarán cruzándose, al igual que sus destinos, y aunque ellas sean las protagonistas, vuelvo a insistir, el estilo narrativo y la estructura elegidos, así como que los hechos nos lleguen en pasado hacen que parezcan personajes secundarios.

La hipnosis o sugestión hipnótica va a ser el tema central sobre el que gira la trama y veremos las distintas opiniones que suscitó, los que la consideraban un nuevo procedimiento médico o terapéutico frente a los escépticos que lo veían como un engaño basado en el ilusionismo. Hemos de tener en cuenta la importancia de situarnos en esa época en que se desarrolla la trama, ya que fue una época en la que las pseudociencias estaban en auge.

En resumidas cuentas...
El libro tiene algunos aspectos que pueden resultar interesantes para un tipo de lector determinado que de prioridad a otros detalles sobre el argumento, como las ilustraciones, el deseo de averiguar como está construida la que se considera la primera novela con la que se inicia el género, pero también entiendo que para otros a los que estos detalles les traen sin cuidado les pueda parecer una historia floja.
Yo, personalmente, dentro de que el argumento me haya podido gustar más o menos, me quedo con la satisfacción por haber saciado mi curiosidad al descubrir esta ópera prima del género de detectives.

En vuestra mano queda elegir. Solo vosotros sabéis que prima en vuestra escala de valores literarios.