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miércoles, 8 de mayo de 2019

Mar de fondo de Patricia Highsmith

Sinopsis:

Vic Van Allen es un hombre encantador. Moderadamente rico, culto, liberal, buen padre y esposo comprensivo. Sus vecinos le quieren y le respetan. A quien no quieren tanto y respetan muy poco es a Melinda, la esposa de Vic. Es guapa, divertida y casi tan encantadora como su marido, pero tiene un amante tras otro, y no se muestra nada discreta al respecto. Claro está que Vic lo sabe, la comprende y hasta parece divertirse con la situación, pero sus amigos opinan que debería ser menos comprensivo y más autoritario.
Un buen día Vic le gasta una broma a Joel, el actual amante de Melinda. Le cuenta que ha cometido un crimen perfecto: ha matado a un hombre porque se entendía con su esposa, y nadie le descubrirá jamás. Joel le cree, se asusta y desaparece de la escena. Pero la inquieta Melinda, tras un fugaz período como esposa modelo, vuelve a las andadas con un nuevo amigo, Charley. Algo ha cambiado en la actitud de Vic, sin embargo, y Charley acaba ahogado en una piscina. Melinda clama que ha sido un asesinato y que el asesino es su marido. Pero ¿quién creería a una mujer tan alocada, si todos saben que lo de Joel no fue más que una broma, y Vic es un padre tan bueno, un vecino tan encantador, un marido tan comprensivo?

Opinión:

Patricia Highsmith, además de por su gran capacidad para crear argumentos con una nota de angustia, me gusta por su forma de narrar y por el corte de novela negra que da a la mayoría de sus obras, donde es fácil encontrar como denominador común: un asesinato, un matrimonio con problemas, manipulación y alguna que otra femme fatale, entre otros detalles; elementos que ya de por sí resultan interesantes para construir un argumento, pero que en conjunto consiguen captar nuestro interés desde los primeros compases.

Esta historia escrita en 1983, cuenta con muy pocos personajes; podríamos decir que básicamente gira sobre los dos protagonistas: el matrimonio compuesto por Vic y Melinda, y el resto de los que aparecen lo hacen únicamente para complementar la trama, lo que les convierte en incidentales o ambientales.
La trama va a estar marcada sobre todo por la transformación que van a sufrir ambos, y lo curioso es que los dos se alejan de ser personajes con los que simpaticemos.

La historia se basa en los típicos clichés, pero está muy bien manejada.
Al comienzo vamos a ver a la femme fatale y al marido anodino y enamorado, una pareja al estilo de Madame Bovary o de Ana Karenina, eso sí, con bastante menos glamour.

Vic cuenta con un arco ascendente brutal.
Vamos a ser testigos de todos los cambios que experimenta; según avanza la historia una nueva personalidad se va abriendo paso, dejando atrás o anulando al personaje simplón y conformista que conocemos en las primeras páginas y que conseguirá sacarnos de quicio.
Pero esa nueva personalidad que empieza a surgir, en un intento de adueñarse de la trama, va a conseguir todo lo contrario; sus actos van a desembocar en una situación totalmente descontrolada.

El estereotipo de la femme fatale se convirtió en un cliché fijo en la literatura policíaca y negra, más o menos a partir de los años 40.
Ese tipo de mujer siempre estaba representado por alguien sin escrúpulos que se valía de esos encantos para obtener lo que quería y que empujaba al protagonista masculino hacia el abismo; lógicamente al ser el hombre el personaje principal de la trama, el papel de esta quedaba desplazado a un segundo plano, deparándole un fin dramático o la sumisión.
Estas villanas, de brillante aspecto, ocupaban el papel de antagonistas; eran rebeldes, manipuladoras y por supuesto muy peligrosas, sin olvidar que despreciaban, por lo general, al resto del género femenino.
Esas "Evas" eran las responsables de todo lo malo que ocurría en la historia.
Melinda, como habéis podido suponer por esta introducción, va a desempeñar ese papel.
Es un personaje muy vulgar, que no cuenta con la empatía del lector en ningún momento. Si más arriba os hablaba del arco ascendente de Vic, con ella ocurre totalmente lo contrario; su arco dramático es descendente, si ya al principio nos cae mal, según va avanzando la historia se va transformando en alguien insoportable y odioso.
Lógicamente ambos protagonistas evolucionan de una forma brutal, pero ella va a peor, lo interesante de Melinda es que es el elemento provocador, la que genera la hostilidad, sin ella no habría historia, y eso la convierte también en un buen personaje, aunque vaya perdiendo protagonismo, volviéndose más pasivo según llegamos al final.

El detonante de esta historia es sin duda la Infidelidad, y sobre ella gira el argumento.
Sabemos desde el comienzo que el comportamiento de Melinda empujará las actuaciones o toma de decisiones de Vic, y advertimos también el fin dramático que marcará la historia, pero no solo eso, sino que cada movimiento de ella hace que se incremente la intensidad de la trama,

Hasta el momento, todas las obras que he leído de esta autora muestran unos protagonistas que aunque están rodeados de gente parecen aislados, algo solitarios, y quizás ese es el motivo de su aparente indefensión.
Son personajes que evolucionan hasta conseguir llenarse de arrojo y coraje.
Otro detalle que me gusta de las obras de Patricia Highsmith y que he olvidado mencionar al comienzo es que las sorpresas no se concentran en un solo momento, se van diseminando a lo largo de la narración, sin abusar; y el lector ve venir los hechos, anticipándose al protagonista, aunque eso sí, no es capaz de conocer el giro final que depara a todas sus obras.


viernes, 20 de febrero de 2015

Extraños en un tren de Patricia Highsmith

Sinopsis:

Pongamos que existe el crimen perfecto. Pongamos que dos desconocidos se encuentran en un tren, comienzan una conversación anodina y confiesan que cada cual por su lado desearía deshacerse de una persona de su entorno. Saben que la proximidad les delataría demasiado pronto. Guy es un hombre elegante, con clase, de vida ordenada. Bruno es un joven, impulsivo, de aspecto descuidado. Bruno quiere ver muerto a su padre y Guy no sabe qué hacer para librarse de su esposa, que no le quiere dar el divorcio. De la cabeza atormentada de Bruno surge el plan: él matará a la mujer de Guy a cambio de que Guy elimine a su propio padre. Como son dos desconocidos, nadie dará con ellos, la policía no encontrará el móvil ni el rastro que los inculpe.

Opinión:

Supongo que muchos de vosotros habréis visto uno de los grandes clásicos de Alfred Hitchcock, Extraños en un tren de 1951 o Pacto siniestro como también se la conoció en algunos países,  y que fue nominada al Oscar en ese mismo año.


Lo que no todo el mundo sabe es que esa película está "basada" en la novela homónima escrita por Patricia Highsmith en 1950.
Considero que la película dirigida por el mago del suspense, Hitchcock, es muy buena, pero el libro lo supera con creces.
Por otra parte hay que reconocer que entre la película y ésta que fue la primera novela de Patricia Highsmith no hay muchos parecidos, yo más bien diría que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.


Hitchcock únicamente utiliza la idea inicial de la novela, el intercambio de asesinatos.
Realmente no hace una adaptación de la obra, lo que hace es basarse en la idea original y crear su propio guión.
Es cierto que consigue crear suspense, nadie va a discutir que en eso era único, pero no consigue transmitir la angustia de la obra original.
En la película queda en manos de la buena interpretación del actor, el que conectemos con la personalidad de los protagonistas.
Hitchcock, altera las actuaciones de los personajes iniciales e incluso llega a incluir personajes que en el libro no aparecen.
Pero su manipulación, no acaba ahí, cambia la profesión de los protagonistas, Guy pasa de ser un arquitecto a ser jugador de Tenis.
También cambia los vínculos familiares que existen entre algunos de ellos... por ejemplo, crea el personaje de la hermana de Anne Morton (Segunda mujer de Guy) con una doble finalidad, a través de ese personaje vemos la extrema obsesión de Bruno, lo que Patricia Highsmith consigue a base de sublimes descripciones. El otro motivo de crear Hitchcock este personaje, fue dar un papel en la película a su hija... algo que fue habitual en este director, al igual que sus propios cameos.
Otro... el detective que aparece en la novela, en la cinta es un policía que se encarga de hacer de "sombra" al protagonista, y así podríamos seguir horas detectando diferencias. La novela hace hincapié en algunas escenas que en la película se han omitido, y creo que son indispensables para entender el comportamiento enfermizo del personaje de Bruno y las reacciones del protagonista.

Y ahora vayamos al libro...

Las primeras escenas de este libro resultan fundamentales para el desarrollo de la historia.
En esos primeros capítulos que corresponden a la introducción, es donde se nos presentarán los personajes y donde surge el problema. 
Realmente la novela se ajusta a los cánones de una narración clásica, introducción, nudo y desenlace.
En el nudo, se nos narrará el desarrollo de los acontecimientos y de ahí, llegaremos hasta el desenlace.

Desde el comienzo el lector comienza a hacer suposiciones y a divagar. Se nos va revelando la información justa, para despertar nuestra curiosidad.
Considero que el argumento es bastante original y así lo han debido creer otros autores y guionistas, que lo han incluido o versionado en sus obras.
Este intercambio de asesinatos, ha intentando reproducirse incluso en series televisivas; también creo recordar, que nunca se ha logrado llevar a buen término, el asesinato perfecto, y al final, siempre aparece alguien que termina descubriendo el asunto.

Los dos protagonistas no solo tendrán que luchar por salir airosos de la investigación, sino que también tendrán que luchar cada uno, contra sus propios miedos.
Obsesión, odio, culpabilidad, remordimientos, dudas, mentiras, complejo de inferioridad, son los temas de fondo que encontramos en esta obra y que atormentan a los protagonistas aunque no de igual manera.
Esos miedos que aparecen en el momento más inoportuno, causando ansiedad no solo en el personaje de turno, también en el propio lector.
Los dos protagonistas a simple vista no tienen nada en común. Me llama la atención, lo distinta que resulta la mentalidad de los dos personajes principales. Parece una lucha entre el bien y el mal. Mientras que uno de ellos lucha contra la culpa y es perseguido por los remordimientos, el otro parece carecer de ellos y únicamente vive obsesionado de forma enfermiza por todo cuanto le rodea. Lo único que parece quitar el sueño de este individuo, es el rencor que siente contra la figura de su padre.
Este personaje, pertenece a una familia adinerada. Por hacer una breve descripción de él, diré que es un caradura bebedor, depresivo y obsesivo con un trasfondo misógino. Como podéis observar un mal cóctel.
El otro, un arquitecto con un futuro más que prometedor y cuya única carga, es una mujer que le niega el divorcio a pesar de llevar un tiempo separados.

Una extraña pareja, una conversación banal, y hasta aquí puedo contar... El resto queda en vuestra manos.

Para concluir diré, que podríamos pensar que Extraños en un tren es la típica novela negra, pero bajo mi punto de vista no se ajusta exactamente a esa definición.
Aquí el protagonista no es un policía ni un investigador, y tampoco se busca resolver el crimen, lo que se intenta es salir airoso de él sin que te acusen.
Creo que su autora no se limitó a escribir una historia de asesinatos, una novela policíaca ni negra.
Nos ofrece una narración donde nos muestra como cada individuo actúa y reacciona de forma distinta, ante un asesinato.
Nos viene a decir, que todos... llegado el momento, podemos convertirnos en un asesino.

Por otra parte la novela negra suele estar recreada en ambientes decadentes y oscuros, en cambio aquí nos encontramos con unos personajes que se mezclan con la alta sociedad o burguesía. Como ya he dicho, la oscuridad y la decadencia les llega desde su interior, a través de sus propios anhelos...