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sábado, 4 de marzo de 2017

La pareja de al lado de Shari Lapena

Sinopsis:

La gente es capaz de casi cualquier cosa...

Tu vecina te dijo que preferiría que no llevaras a tu bebé de seis meses a la cena. No es nada personal, simplemente no soporta sus llantos.
Tu marido estaba de acuerdo. Después de todo, vivís en la casa de al lado. Podíais llevaros el monitor infantil y turnaros para pasar a verlo cada media hora.
Tu hija dormía cuando fuiste a comprobar por última vez. Sin embargo, en este momento, mientras subes corriendo las escaleras hasta su habitación envuelta en un absoluto silencio, confirmas que tu peor pesadilla se ha hecho realidad: ha desaparecido.
Nunca antes habías tenido que llamar a la policía. Ahora están en tu casa y quién sabe lo que pueden llegar a descubrir.
¿De qué serías capaz cuando has sobrepasado tus límites?

Opinión:

¿Thriller psicológico o Domestic noir?

Hoy vengo a hablaros de La pareja de al lado, una novela que en muy poco tiempo se ha convertido en bestseller mundial.
Un thriller psicológico o Domestic noir, un subgénero para mí ridículo, con el que ahora quieren bautizar a las historias que muestran el lado más oscuro de vidas aparentemente normales, y del que estoy segura que dará mucho que hablar en los próximos meses a través de los comentarios, tanto de seguidores como de detractores.

Nos encontramos ante la clásica narración Ab ovo; introducción, nudo y desenlace.
Esa desaparición, es el foco de interés desde el que parte esta historia; sensibiliza al lector al tener por protagonista a un niño de corta edad y desde ese punto se inicia una investigación para intentar hallar tanto al responsable como los motivos.

El narrador

La voz narrativa elegida para esta novela es quizás, lo que menos me ha gustado.
Debo reconocer que para este tipo de novelas, un narrador en tercera persona con un conocimiento sin límite, quizás es la elección más acertada, ya que evita la subjetividad que proporcionan los narradores en primera persona, pero no me convence la entonación tan directa que emplea, al igual que en algunas ocasiones, el abuso de frases cortas.
Para narrar, elige un angulo de visión desde el que no se le escapa ningún detalle, salta de un personaje a otro permitiéndonos ver los distintos puntos de vista de cada uno de ellos, pero aun así, esa perspectiva me da la sensación de estar centrada durante demasiado tiempo en Anne, la madre del bebé desaparecido. Eso, sumado a como digo el tono empleado, crea una predisposición hacia ella, además de que en los personajes secundarios no profundiza y quedan bastante planos.

Generadores de intriga

Este narrador omnisciente, llega a entregarnos información que ni los propios personajes conocen. Ese tipo de focalización espectatorial, genera el máximo de intriga y hace que el lector siempre vaya un paso por delante de los personajes, esto puede repercutir de forma negativa en la lectura, ya que en mi caso, descubrí al culpable con bastante antelación...
Los capítulos cortos cargados de giros argumentales, además de agilizar la lectura, también contribuyen a generar tensión, y si a esto le sumamos algunos elementos más como son los secretos, las dudas, la culpabilidad y los remordimientos, creo que tendríamos un thriller lo bastante interesante como para captar nuestra atención durante un par de días, que será lo que nos dure la lectura. 
 
A pesar de todo lo dicho, tanto a favor como en contra, lo que sí hay que hacer, es reconocer el mérito de la autora, porque posee una gran imaginación que no duda en volcar a lo largo de toda la narración.
La recreación de los hechos, la atmósfera conseguida repercute de forma directa en las escenas que resultan del todo verosímiles, aunque debo advertiros que el momento más impactante nos espera al final de la novela, y es que la última escena... creo que es para dejar perplejos hasta al más exigente de los lectores.


miércoles, 21 de diciembre de 2016

El descenso de Jonathan Vázquez

Sinopsis:

''Su tieso semblante y la dulzura de su tacto se deformaban bajo la luz templada del día. La vida le parecía aterradoramente normal; para él, una sombra entre las sombras, las gentes que poblaban el mundo parecían llenar un profundo abismo sin sentido.
Todos usan a todos, se comen entre ellos como animales rabiosos en el fango con el deseo de complacer sus negros placeres, la mendicidad de sus mentes se extravía en el camino de cenizas al que ellos mismos se conducen, pues el infierno es una elección propia.''



Opinión:

La naturaleza del mal es un misterio cautivador que desde la antigüedad se ha intentado resolver.
Pero... ¿de dónde surge? ¿No os lo habéis preguntado alguna vez?
El mal ya aparece reflejado en la Biblia, pero la solución a ese enigma, aún no ha sido resuelta.
¿Será que existe en la profunda naturaleza del ser humano?
Yo creo, después de tantas preguntas, que el mal no tiene origen, al igual que tampoco lo tiene el bien; tan solo son conceptos a los que no voy a intentar dar solución, cuando ni tan siquiera los grandes pensadores lo han conseguido.
Sin embargo, hay algo que me planteo con frecuencia. ¿Cuáles son los motivos que empujan al ser humano a cometer actos atroces, carentes de lógica?
Tal es la complejidad de la respuesta como sencilla la pregunta, y creo que esa cuestión, tampoco tiene explicación, por lo que muchas veces tendemos a achacarlo a influencias externas, a los cambios de luna, al calor intenso e incluso a los vientos.
Lo cierto es, que cuando se dan ciertas situaciones, determinados individuos más sensibles que el resto, son propensos a cometerlos; Pero este es un tema, del que ya hablaremos un poco más abajo. *

En el comienzo del libro, para ser más exactos en el primer capítulo, el autor tras una breve introducción, nos dice que es mejor no intentar razonar sobre este hecho, sobre la maldad, que no hay que buscar su origen, porque la búsqueda puede complicarse y en vez de ver la luz, nuestra búsqueda puede generar más oscuridad.
Con esa pequeña narración a modo de prólogo, Jonathan Vázquez, crea el ambiente necesario sobre el que se irá desarrollando la trama, y no solo eso, nos hace reflexionar sobre el dolor, la venganza y la mencionada maldad.
Lo que sí extraemos de sus palabras, es que la consecuencia de la maldad es el pecado, y éste es concreto el motor de la novela, porque esta siniestra historia policial, gira entorno a unos asesinatos, a un ejecutor que se cree con derecho de impartir justicia.
Cada víctima es condenada por una acción que ha caracterizado su vida y solo con su muerte, el asesino les purga de sus pecados.

Pero vamos a intentar profundizar en el argumento... sin destripar nada.

El libro comienza con un par de asesinatos macabros.
Kyle Harrigan, un joven detective retirado del servicio del FBI, es reclamado por su jefe para dar con un psicópata metódico, que está aterrorizando a la localidad de Wolf Point (Montana).  *A esa localidad está llegando la primavera, arrastrando consigo incesantes olas de calor que unido a la humedad, están contribuyendo a crear aparatosas tormentas acompañadas de viento, rayos y truenos. Ese ambiente ha generado un malestar general que se masca en el aire...

Harrigan, el protagonista, es un personaje que evoluciona a lo largo del libro. Al comienzo le conocemos siendo alguien atormentado por la muerte de su hermana, pero según avanza el argumento, esos sentimientos van desapareciendo para dar lugar a otros.
Posee como habilidad la empatía; puede ponerse con facilidad en el lugar de la víctima e incluso del asesino.
Pero lógicamente, Harrigan no puede llevar solo esta compleja investigación, por lo que volverá a reunirse con una antigua compañera, Rebecca Hawke.
Los detectives se enfrentan a un asesino distinto, frío y calculador, que no duda en jugar con ellos, podéis ver una muestra de como es en la sinopsis.
Así, se inicia una búsqueda contrarreloj, donde este asesino serial, parece ir siempre por delante en la investigación.

Hay varias cosas que llaman la atención en esta obra.

La trama, cuyos pilares se encuentran en la Divina Comedia de Dante y en los siete pecados capitales, se asemeja bastante a la película de culto de 1995, de David Fincher, Seven; con esto no estoy diciendo que sea igual, ni que sea bueno o malo, pero sí, que el lector que la haya visto, vagará hacia sus escenas sin remedio.

También destaca el simbolismo oculto, las alegorías, que vamos encontrando.
El frío, el mal tiempo, es un elemento constante que persigue a los personajes a lo largo de la novela, y también podría añadir la oscuridad, ya que muchas escenas ocurren siendo de noche.

El descenso, el título elegido, quizás podría aventurar lo que le espera al protagonista, un descenso al infierno, al igual que lo hiciera Dante en su obra más conocida.


La Portada del libro también es para analizar.
En ella vemos a un hombre caminando y tras él podemos ver una ilustración del ya mencionado Infierno de Dante, también apreciamos en el lado izquierdo una iglesia.
Esos mismos elementos, curiosamente, también son visibles en una imagen que habréis visto en muchas ocasiones, el icónico cuadro de Domenico di Michelino, pintado en 1465 y que se encuentra en la Catedral de Florencia.
Pero todo lo mencionado hasta ahora, tan solo son conjeturas mías.

La trama cumple con el primer mandamiento de un thriller sangriento, atrapar y entretener. Cuenta varios giros argumentales muy bien aprovechados, que sumergirán al lector en un relato que mantiene el ritmo.
Su prosa es muy descriptiva y nos transporta con facilidad a los escenarios y por supuesto será un elemento fijo en la narración, que nos acompañará hasta el final de esta novela con clara huella anglosajona.

Y he dejado para el final lo que menos me ha gustado.

El libro no es extenso, se lee bastante bien, de forma ágil y no se hace pesado en ningún momento, pero el final me ha parecido demasiado precipitado.
Me hubiese gustado encontrar algún asesinato más, más desarrollo en la investigación lo que se vería reflejado en un incremento de páginas, porque lo cierto, es que la historia sabe a poco.
La sinopsis elegida, para mí es un fallo.
Según mi criterio debe ajustarse a unos parámetros.
Reflejar de forma muy breve los puntos generales de la obra, como si fuese un esquema, con el fin de seducir al lector, acercarle de forma concisa al contenido, por lo que creo que centrarse en poner la descripción del asesino no incita al lector a leer la obra. No refleja de forma clara lo que nos encontraremos, es demasiado fría y lo cierto es que aporta muy poco.


miércoles, 7 de septiembre de 2016

Querido Caín de Ignacio García-Valiño

Sinopsis:

Carlos y Coral forman un acomodado matrimonio cuya plácida vida se ve drásticamente alterada cuando su hijo Nico, que está entrando en la adolescencia, aparece envuelto en un accidente que se salda con la muerte del perro de la familia. Pero, ¿se trata de un accidente?
Ante el empeoramiento de su conducta antisocial, acuden a Julio, psicólogo infantil, que trata de entender las acciones del chico por su común afición por el ajedrez. Comienza un pulso entre médico y paciente en donde, se entretejen estrategias, se realizan movimientos en falso y sacrifican peones. Julio se verá atrapado en una peligrosa red de mentiras, inquietante telaraña en la que hasta el final persistirá la duda sobre quién manipula a quién. Y si no consigue descubrir a tiempo el terrible secreto que esconde Nico, personas inocentes pagarán sus errores con la vida...
Una adictiva novela de ritmo endiablado, bien escrita, que seduce y hechiza desde la primera página.

Opinión:

Una breve reflexión para empezar...
Hace muy poco leía en un periódico que habían detenido a un joven por agredir a su madre.
Noticias como esta que inundan los periódicos a diario no deberían sorprendernos, pero en cambio, cuando las leemos, no dejamos de sentir un escalofrío y un malestar que tarda en abandonarnos.
Este libro en concreto lo tenía desde hace mucho tiempo esperando, pero no veía el momento oportuno para ponerme con él, y fue precisamente esa noticia la encargada de dar el pequeño empujón necesario para comenzar su lectura.

Habrá quien opine que no es una lectura para todo el mundo, es cierto, pero de vez en cuando debemos arriesgarnos, pasar esa pequeña barrera que nos frena ante una lectura arriesgada, poco amable, y leer para conocer lo que está ocurriendo a nuestro alrededor.

El caso es que no sirve de nada mirar hacia otro lado. 
Ha dejado de ser un problema que afectaba a terceros, del que solo teníamos conocimiento de oídas, para pasar a convertirse en uno de los problemas que más alteran la vida familiar y académica hoy en día.
Me estoy refiriendo al maltrato, acoso físico o psicológico. Y aunque este libro de ficción se centra en analizar el comportamiento de un adolescente, quizás llevado hasta los límites; ese mismo comportamiento podemos encontrarlo en todas las etapas de la vida, desde edades tempranas en el colegio, con el denominado bullying; en adultos, en el entorno laboral (mobbing); o degenerando en cualquier tipo de violencia, como podremos ver en esta novela.
Nadie está a salvo y todos somos responsables en mayor o menos medida.

Pero centrémonos en el libro y en su personaje...
Culpamos siempre al que lo hace, pero también son responsables los padres permisivos y familiares cercanos que no solo justifican el comportamiento sino que optan por sobreproteger, intentando tapar una actitud que saben se aleja de la normalidad; el maestro que mira hacia otro lado y/o el compañero que ánima o apoya con sus risitas...
Esa complicidad es lo que alimenta y hace fuerte al manipulador, al maltratador.

Conocí a este autor por un artículo de un periódico, no recuerdo si el motivo de la entrevista era que su obra iba a salir publicada o que habían vendido los derechos para llevarla al cine, la verdad es que eso es lo que menos importa.
Su mensaje, que he recuperado, era lo verdaderamente importante y decía así:

“La influencia de la sociedad materialista y permisiva en que vivimos es atroz. Hoy se ha perdido por completo el respeto a la figura del padre y de la madre. El niño es diana de la publicidad. Hemos pasado del autoritarismo al “dejar hacer”, cuando el modelo bueno es el democrático: hablar, negociar. Y todo ello repercute en que el maltrato de hijos a padres se recrudezca” (entrevista ABC)

Querido Caín...
Está claro que todos tenemos obsesiones que nos acompañan o persiguen.
Los escritores no están a salvo de ello, por ese motivo muchos de sus miedos, inquietudes o pensamientos recurrentes, terminan siendo plasmados o reflejados en sus libros.
Ignacio García-Valiño fue un autor zaragozano que en su profesión como psicólogo-pedagogo y orientador escolar, trató entre muchos, el tema del que hoy os hablo. 
Su experiencia en un campo tan amplio se ve reflejada a lo largo de toda la obra y la convierte en un trepidante thriller psicológico que explora las profundas raíces del mal.
También se ve reflejado en esta obra el acoso al que él mismo fue sometido en su etapa escolar...

Este libro como digo, llevaba mucho tiempo esperando y de lo único que me arrepiento es de no haberlo leído antes.

El protagonista es Nico, un preadolescente de familia acomodada con un comportamiento antisocial. Sus padres, Carlos y Coral, ambos profesionales reconocidos en sus campos, disponen de poco tiempo para pasar con sus hijos.
Nico tiene una hermana pequeña a la que adora, más dependiente lógicamente por su edad, y aunque ambos son buenos estudiantes, para sus padres solo cuentan los resultados y las cifras. Alaban más lo que la niña hace porque consideran que tiene más mérito y olvidan aplaudir los logros de Nico.
Éste ve que el comportamiento de sus padres hacia él es más distante y su actitud está causando que ese alejamiento se acentúe.
Lo cierto es que con el paso del tiempo se ha convertido en un niño introvertido que no da muestras de tener sentimientos. Un manipulador perverso al que le cuesta relacionarse y que destaca por ser superinteligente. Y ya se sabe... la inteligencia es una herramienta maravillosa pero que se convierte en un arma peligrosa si no se gestiona de la forma correcta.

La estructura...
Nos encontramos ante una novela con una estructura compleja que incorpora pequeños cambios según avanzamos en la novela.
Nada más empezar el relato nos encontramos sumergidos de golpe en mitad del problema, desde la primera página somos testigos de la inmensa maldad de Nicolás.
Los primeros capítulos son el medio para presentarnos a los personajes implicados y el encargado de hacerlo es un narrador omnisciente.
Desde ese momento lo que más destaca es el tipo de narración, una exposición ordenada de los acontecimientos que cede en momentos puntuales la visión a los personajes implicados. 
De esa forma conocemos cuanto acontece alrededor de cada uno, sabemos lo que piensa y cómo se enfrenta al problema.
Esta estructura es básicamente el propulsor de la novela, ya que con estos saltos entre personajes hace que la historia avance sin demora, pero lógicamente esta linealidad de los acontecimientos tiene que romperse en algún momento, para explicar, intentar descubrir el origen del conflicto o simplemente para dar más profundidad a la historia.
La ruptura estructural nos llega con la incorporación de algunas escenas retrospectivas que ayudan a que conozcamos parte del pasado de los protagonistas.

Pero esa no será la única vez que la estructura de la novela se vea alterada, aún nos aguardan un par de sorpresas más.
También encontraremos unos escuetos apuntes, las reflexiones del psicólogo sobre el caso. Fáciles de reconocer por el cambio de fuente y donde veremos reflejada la difícil relación que mantiene con el joven, el miedo a no encontrar solución a sus problemas o a errar en el diagnóstico.

Y por último, llegando casi al final, puede que como recurso para acelerar la trama, nos topamos con la narración de un par de escenas que suceden de forma simultanea, un detalle curioso que rompe la monotonía.

Nico, Coral, Carlos y Julio son los personajes sobre los que se sostiene esta historia, aunque tampoco hay que restar mérito a algunos secundarios que resultan de vital importancia para el desarrollo y desenlace de los acontecimientos.

Lo que frena la lectura en los primeros capítulos, es que cuesta hacerse con los personajes. Aunque he mencionado que solamente son cuatro o cinco sobre los que recae el peso de la historia, es cierto que se nombran bastantes más. Esa ligera confusión, es algo puntual, desaparece según avance la novela.

Lo que menos me ha gustado.
El autor se centra, quizás demasiado, en el triángulo amoroso que existe entre Coral, Carlos y Julio y hace una radiografía crítica de lo más profundo de cada uno de ellos. Veremos los esqueletos que cada uno guarda en su armario y los fantasmas que cada noche amenazan sus sueños.

Quizás lo más importante de toda la obra son las preguntas que se le plantean una y otra vez al lector. Preguntas para las cuales no creo que exista respuesta...
¿Existe la maldad innata o se adquiere a lo largo de los años? 
¿Es la personalidad de un niño fruto del entorno?

Como habéis podido observar se trata de una lectura compleja e inquietante que sorprende por lo bien escrita que está. Se nota el trabajo que hay tras ella y que surge de la pluma de un gran experto en la materia.
A mitad de la lectura nos espera un giro espléndido y un golpe final que nos causará vértigo.

Como ya he avanzado considero que es una novela muy recomendable sobre la que no pasa el tiempo.

miércoles, 31 de agosto de 2016

El método 15/33 de Shannon Kirk

Sinopsis:

Premio National Indie Excellence para la mejor novela de suspense de 2015.
Imaginad a una chica de dieciséis años, embarazada y vulnerable, a quien acaban de arrancar de la tranquilidad de su hogar para arrojarla dentro de una furgoneta destartalada. Raptada… Sola… Aterrorizada.
Ahora, olvidaos de ella.
Imaginad en cambio a una prodigiosa manipuladora de dieciséis años que, desde los primeros instantes de su secuestro, se centra, con tanta serenidad como determinación, en dos cosas: salvar al niño que lleva en su seno y vengarse.
Metódica y calculadora, pone a punto un plan organizado de manera casi científica en el que nada está librado al azar. Su férrea voluntad y su ingenio serán sus mejores armas contra la brutalidad de sus raptores, y lo único que le falta por hacer es esperar el momento ideal para lanzar su ataque.

Opinión:

Creo que estamos de acuerdo en que lo primero que suele entrarnos por los ojos, es la cubierta de un libro.
Lógicamente tras la gran promoción que se estaba llevando a cabo con este libro, era casi imposible no conocer algunos detalles más.
Estaba siendo el gran éxito literario del verano, el argumento giraba entorno a un secuestro y la joven protagonista distaba bastante de ser la clásica víctima.
Aun así, yo me encabezoné con el llamativo 15/33 del título. 



Ese par de cifras que aparentemente solo se mencionaban en el título y que llegaban precedidas de El método, me intrigaban, y es que más que un sistema o una táctica, me recordaban a alguna referencia bíblica.
La verdad es que hay que reconocer que el título de por sí, siembra intriga y es el mejor reclamo.
Pero vayamos al argumento...

Desde el principio nuestra joven protagonista, nos indica que nos va a relatar unos acontecimientos que ocurrieron 17 años atrás.
Por lo tanto, ya sabemos dos cosas:
1.- Vamos a encontrarnos ante una narración retrospectiva. Un racconto bastante extenso, ya que nos informará detalladamente de todo lo que ocurrió cuando tenía dieciséis años.
Esa narración irá progresando de forma lineal hasta llegar a situarnos en el momento actual.
2.- El otro dato que también conocemos, inherente a lo que acabo de mencionar, es que la joven consiguió escapar de sus captores.
El conocer este detalle desde el comienzo, aunque nos pueda parecer del todo arriesgado por parte de la autora, no resta interés al argumento, al contrario, aporta más suspense. Además intuimos por el dinamismo de la trama y el comportamiento imprevisible de la adolescente, que la autora se reservará algún que otro giro para más adelante.
De todas formas a nosotros, lo que realmente nos interesa en ese momento, es conocer el proceso que siguió para conseguir su liberación.

Nos encontramos ante una novela de suspense que se aleja de lo que estamos acostumbrados a leer, y eso se debe a que la protagonista dista bastante de ser la clásica víctima que encontramos en otras obras.
En el momento en que la conocemos sabemos por su relato, que lleva tres días secuestrada, tiene dieciséis años y está embarazada.
En ese momento conectamos con ella, es la víctima y su estado la convierte ante nuestro ojos en un ser vulnerable. Creemos que estará asustada e indefensa, pero nada más lejos de la verdad.
Tiene la capacidad de desconectar de las emociones.
Se desprende de la carga que suponen los sentimientos y los pensamientos que acarrean. De esa forma consigue abstraerse del entorno, le da esperanza y le ayuda a centrarse en lo realmente importante. Escapar...
Fría y calculadora, planea de forma metódica desde los primeros compases de este espectacular thriller, no solo su liberación, sino también el modo de vengarse de sus captores.

Ya sabemos quien es la narradora y que el peso del relato recae casi por completo sobre ella, pero también tenemos que hablar de otro personaje relevante para la trama, otro protagonista que también dispone de hilo propio, el Agente especial del FBI, Roger Liu.

Ambas tramas argumentales aparecen narradas en primera persona de singular.
Ese recurso consigue que la joven víctima, nos transmita angustia, está completamente aislada del exterior.
Con el agente Liu tenemos los datos que ella no puede aportarnos. Sabemos como se está llevando a cabo la investigación, el paso a paso y quienes forman el equipo de búsqueda.
La autora, ha conseguido el equilibrio perfecto entre ambos personajes.

La obra mantiene un ritmo intenso desde las primera páginas, pero al llegar a la mitad ese ritmo gracias a los giros argumentales, se convierte en vertiginoso.
Puedo decir, que es de esas novelas que si no consiguen rozar por momentos la perfección, se encuentran muy cerca.
La autora juega al despiste y el lector cae en la trampa.
Considero que esta novela es uno de los mejores argumentos que he encontrado este año, aunque también tiene sus pequeños fallos.

El personaje de la protagonista es magistral, aunque en un principio no nos lo parezca.
Desde el comienzo nos ponemos de su lado.
Centramos nuestra atención en ella, es la víctima, pero al tiempo que vamos conociéndola empieza a levantarse entre nosotros un muro que aunque no es de rechazo hacia el personaje, sí nos frena a la hora de empatizar.
Su frialdad, su falta de emociones, ese interruptor que utiliza con frecuencia para no demostrar sentimientos, la convierten ante nosotros en un bicho raro, y eso causa un efecto rebote.
La chica hay que reconocerlo, es un tanto rara, mas bien diríamos inusual, y su comportamiento extraño es lo que hace que se levante la citada barrera ante nosotros.
Intentamos entender esa forma de pensar que la lleva a tomar decisiones demasiado calculadas para nosotros.
Esa frialdad, ese comportamiento fuera de lo común, es lo que marca la diferencia y la distancia de otras víctimas, consiguiéndola poner a salvo.
Pero las hojas pasan y la lectura avanza...
Al final ese modo de pensar, esas sensaciones ambiguas que despierta en nosotros, cambian y termina convirtiéndose en una mujer valiente, inteligente y casi digna de alabar.
En esta obra se rompe el canon de "mujer débil", aunque en algunos momentos sí es cierto que vemos flaquear sus fuerzas, el estado de indefensión le llega no por ella, pero sí por el miedo a que hagan daño a terceras personas, en concreto a su hijo.

Y para terminar un par de reflexiones...
El desarrollo de la investigación, para mí, es el punto débil de esta historia.
Resulta demasiado superficial, no entra en detalles y parece que los resultados pasan a depender demasiado de las casualidades... Ya sabéis que este blog no es muy amigo de la casuística.
También puede ser que ese exceso de suerte, sea una consecuencia directa del ritmo frenético que alcanza el argumento... Pero como digo al comienzo de este párrafo, solo son reflexiones mías.
Lo otro que os quería comentar es el tema central.
Todos los comentarios que he leído hasta el momento, coinciden por unanimidad en que la novela trata de un secuestro...
Guiándonos por la sinopsis estamos totalmente de acuerdo, no hay nada que aclarar; pero tras finalizar la lectura ya no estoy tan conforme y me surge una ligera duda.

¿Es la historia de un secuestro o el relato de una Venganza?

Desde estas ultimas lineas, no dudo en recomendárosla. Se aleja de las lecturas convencionales, posee los elementos necesarios para mantener desconcertado al lector y atraparlo en toda la extensión de la novela.


miércoles, 24 de agosto de 2016

El animal más peligroso. Un thriller victoriano de Gabriel Pombo

Sinopsis:

Inglaterra 1887-1889

Mientras el homicida del Torso del Támesis arroja restos de sus víctimas en el río, Jack el Destripador mutila prostitutas en Whitechapel.

A pesar de los esfuerzos de Scotland Yard y del Comité de Vigilancia los crímenes se suceden, cómo si de una competencia sádica se tratase.

Esta es la historia de aquellos asesinos, y del hombre y la mujer que los enfrentaron.

Opinión:

Ya os he hablado en alguna otra ocasión de Gabriel Pombo.
Un autor uruguayo al que se considera uno de los ripperólogos, (del inglés Jack the Ripper, es decir, expertos en Jack el destripador), más destacados del mundo y gran amigo de este blog.
Ya tuve la oportunidad de leer y comentar otro de sus libros, Jack el destripador. La leyenda continúa y quedé bastante satisfecha con la lectura, por la cantidad de datos, muchos de ellos desconocidos, que facilitaba el autor sobre la misteriosa figura del asesino de Whitechapel, las investigaciones que se llevaron a cabo entorno a ese criminal victoriano y las posteriores teorías que surgieron.
Hace muy poco, Gabriel Pombo me envió las pruebas de las portadas de la que se iba a convertir en su próxima novela, El animal más peligroso. Un thriller victoriano y desde ese mismo momento, el libro me entró por los ojos.
Y es que como se suele decir... Una imagen vale más que mil palabras.


El artista elegido para realizar la portada, al igual que en la anterior obra, era Alejandro Colucci. Un ilustrador con muchísimo talento, cuya obra estoy segura de que conoceréis, ya que sus ilustraciones adornan las cubiertas de las novelas más de moda.

Pero vayamos al interior...
Las anteriores obras de este escritor podían clasificarse como ensayos de investigación.
En Jack el destripador. La leyenda continúa, nos encontrábamos con un ligero cambio.
Pombo nos sorprendía con un ensayo novelado, donde apreciábamos lo cómodo que se sentía escribiendo dentro del género de la novela, y los lectores agradecíamos que el texto se alejase de la estructura clásica de un ensayo, aunque mantuviese la rigurosidad de los hechos.
Así que no es extraño, que de nuevo nos haya vuelto a sorprender con la que será su primera obra dentro de la categoría de novela.
Una historia de ficción donde los hechos históricos y los personajes reales casi logran eclipsar a los verdaderos protagonistas, los ficticios.


En la obra pueden apreciarse varias partes bien diferenciadas.
En un principio conocemos a los personajes ficticios y de su mano seremos guiados por una detallada narración, una crónica minuciosa, que girará alrededor de los asesinatos que asolaron el Londres victoriano.

Los personajes.
Jack el destripador y el Asesino del Torso, serán personajes omnipresentes a lo largo de toda la obra, pero hay otros secundarios, también reales, descritos de forma muy acertada y que juegan un papel decisivo en la narración.
Esos protagonistas reales, fueron testigos de primera mano de los asesinatos de ambos homicidas y aunque tienen escasa participación en la historia, reconozco que su papel histórico pesa demasiado en cualquier obra donde aparezcan.

Esos testigos reales son:
Frederick George Abberline, el Inspector jefe de la policía Metropolitana de Londres. Una importante figura policial en la investigación de los asesinatos de Whitechapel.
Thomas Bond, cirujano forense de la policía que realizó las autopsias a varias de las victimas.
Henry Moore, Inspector jefe de Scotland Yard.

La parte de ficción nos llega de la mano de una pareja de protagonistas. 
Y vuelvo a recalcar lo dicho, los hechos que se narran logran acaparar toda nuestra atención y desplazan a un inmerecido segundo plano a estos dos protagonistas.
Arthur Legrand, es un detective de origen francés que lidera un grupo de investigación que va tras los pasos del asesino múltiple. Un genio del disfraz que hace que mi mente vague en dirección a otro personaje decimonónico, Sherlock Holmes.
Y luego tenemos a Barbara Doyle, el personaje femenino, que aunque dista mucho de ser 'redondo' logra conquistarnos sin esfuerzo.
Me pregunto si estos dos personajes son un guiño de Gabriel Pombo a la obra de Arthur Conan Doyle o es simple coincidencia.

Me ha gustado mucho el papel de Barbara en esta historia y es que siempre presto especial atención a los personajes femeninos en textos ambientados en el Siglo XIX o principios del XX.
Barbara es un gran exponente de las mujeres valientes que empezaban a reaccionar, a abrirse camino en el difícil mundo en el que les había tocado vivir, destinado en exclusiva a los varones.
Las mujeres se veían desplazadas a un segundo plano, limitando su papel a labores domésticas.
Barbara es una periodista que no duda en hacer frente con eficacia a sus "colegas de oficio", varones, aunque luego sus artículos vean la luz bajo seudónimo, algo frecuente en la época, ya que era imposible que una mujer, seres considerados de inteligencia limitada e inferior a la de los hombres, tuviese capacidad para pensar por sí misma.
Este papel impuesto que marginaba a las mujeres, se ve resaltado al incluir la opinión que tienen las criadas sobre su forma de actuar y que consideran totalmente alejado del código de conducta social que debería cumplir una señorita; y es que como veréis, ésta en particular tiene un comportamiento totalmente pecaminoso:
Joven, soltera, y con trabajo fuera de casa. 

En fin, dejemos de lado la ironía, porque no vamos a descubrir nada nuevo, la era victoriana fue una época de enormes contradicciones, se consideraba inmoral todo lo que pudiese alejar a una mujer de quedarse encerrada en casa al servicio de la familia...

Otro detalle más a tener en cuenta y en favor de este personaje femenino, es el relato que nos regala Barbara sobre una captura ficticia de Jack el destripador.
Ese momento, al igual que otro que se desarrolla en una cantina, donde cuatro peniques entran y salen de escena, es el momento elegido por Gabriel Pombo para incluir un par de escenas cómicas en la historia. Nos sumerge en un pequeño juego junto a los dos protagonistas y terminan arrancándonos una amplia sonrisa.

Y ahora viene la pega generada entorno a estos dos personajes.
Merecerían haber tenido más participación, cincuenta páginas e incluso me animo a decir cien, para desarrollar más sus papeles, porque su actuación se hace corta en esta novela. Resultan demasiado interesantes para abandonarlos y formarían un tándem perfecto para dar continuidad a sus aventuras en una saga. No será por falta de asesinos en esa época...

Unos últimos apuntes...

Debido a los grandes conocimientos de Gabriel Pombo y al extenso trabajo de investigación que ha realizado sobre la figura de Jack el destripador, es normal, que este personaje intente a golpe de cuchillo, tomar también el protagonismo en esta historia que no le pertenece.
Para alguien que ha estado siempre catalogado como uno de los asesinos más macabros de la Historia, es normal, que no se conforme con pasar por esta narración de puntillas, como lo haría un secundario más.

Por eso insisto, el Descuartizador del Támesis, es el personaje sobre el que se construye esta historia y concluye con un final del todo imprevisible.
Pero hay que recordar, al igual que ocurría en la obra de Sarah Pinborough, El segundo asesino, que hablaba sobre el mismo serial Killer, que se trata de una obra de ficción.
El asesino del Torso o Descuartizador del Támesis como se le calificó y Jack el destripador, coincidieron con sus macabros asesinatos en un espacio de tiempo muy reducido en Londres.
Ambos asesinos desaparecieron sin dejar rastro y muchas teorías surgieron alrededor de estas dos figuras.
Jamás conoceremos su identidad y ese hecho quizás, es el que les ha convertido casi en un mito.
Es cierto que Jack puede considerarse como uno de los primeros asesinos en serie, su actuación fue macabra, pero creo que El descuartizador del Támesis que tuvo menos notoriedad, lo superaba.
Su modus operandi consistía en desmembrar a las víctimas prestando especial hincapié en la cabeza, que deformaba para evitar que se la reconociese y tras esto arrojaba los restos al río.

Llegados a este punto habrá quien diga, que una nueva novela donde reaparece Jack, un personaje del que tanto se ha hablado no es muy original; pero aquí hay que decir que gracias a la experiencia y a los conocimientos que aporta este autor sobre el tema, junto con el hecho de que ambos asesinos coexistiesen al mismo tiempo en Londres, hace que aparezcan ante nuestros ojos como personajes reinventados.
La historia al cambiar de manos nos ofrece otro enfoque, otra versión, que hace que comprendamos mejor los detalles sobre como se desarrollaron las investigaciones y las medidas de seguridad que se tomaron para proteger a la gente de Whitechapel...

La novela salió a la venta en julio en Argentina. Aunque fue una edición muy pequeña, los visitantes de ese país ya podéis disfrutarla; en Uruguay, de donde es este escritor, saldrá a la venta en estos días en caso de no haberlo hecho ya.
Los españoles de momento tendremos que limitarnos a esperar para ver si esta nueva novela ve la luz en nuestro país. A ver si alguna editorial se anima y hace que esta obra cruce el charco.


miércoles, 6 de julio de 2016

Vías cruzadas de James Patterson

Vías cruzadas (Alex Cross 24)
Sinopsis:
Del autor de thrillers más vendido del mundo, llega el libro nº1 del The New York Times, con su investigador más famoso:
ALEX CROSS 
DETECTIVE, PSICÓLOGO, PADRE…Y CAZADOR DE ASESINOS EN SERIE.
Tras pasar más de treinta años en Washington, el célebre detective Alex Cross regresa a Starksville, su ciudad natal. Su presencia resulta incómoda para algunos, sobre todo cuando decide investigar el caso de su primo, acusado de cometer un horrible crimen. Cada paso que da le acerca a un asesino abominable, de corazón frío, y a la verdad sobre su propio pasado. Las respuestas que encuentra pueden ser fatales. Pero el afán de justicia de Cross es insaciable.
LOS CASOS MÁS DUROS SON AQUELLOS
QUE TE ENFRENTAN A LA VERDAD.

Opinión: Vías cruzadas (Alex Cross 24)

Si hablásemos de un escritor fuera de serie, sin duda, nos estaríamos refiriendo a James Patterson.
Puede que a muchos no os suene con solo citar su nombre, pero está considerado como uno de los escritores de mayor éxito y de los que más venden en todo el mundo.
Pero podemos ir un poco más allá, aportando más datos al respecto; en Estados Unidos, de cada quince libros vendidos, uno es suyo y sus ventas anuales giran alrededor de los 16 millones de ejemplares.

Si os digo que Alex Cross, psicólogo y exmiembro del FBI, se ha convertido en su personaje más conocido y en el responsable de catapultarle hasta la fama, puede que os siga sin sonar...
La saga "Alex Cross" consta de momento de 24 libros que pueden leerse de forma independiente, pero todo hay que decirlo, no todos han sido publicados en España.
Ahora bien, si os comento que dos de sus primeros casos, La hora de la araña El coleccionista de amantes. fueron llevados al cine con Morgan Freeman como protagonista, puede que ya empecéis a arquear las cejas y a mover la cabeza en señal de Ahora sí caigo...
Más tarde, una tercera entrega también sería llevada a la pantalla grande pero sin alcanzar el éxito deseado.

La novela está dividida en cinco partes más el prólogo y en ellas entraremos en contacto con dos hilos argumentales.
El principal o hilo conductor, tiene lógicamente como protagonista a Alex Cross.
El detective se desplaza junto con su familia a su ciudad de origen, Starksville, para intentar resolver un caso que tiene como principal acusado de asesinato a su primo.
Allí, en esa ciudad sureña, los escasos recuerdos de su infancia empezarán a aflorar y el pasado terminará, irremediablemente, dándole caza.

El otro hilo argumentativo, más secundario, nos lleva a Palm Beach (Florida) y tiene como protagonista a Coco, un asesino en serie.
Ambas tramas suceden de forma simultanea, aunque como ya habéis visto en escenarios distintos, y aquí llega lo interesante...
En un principio pensamos que los dos casos estarán estrechamente ligados; sus dos hilos argumentativos así lo demuestran, convergen. Pero que los personajes estén destinados a encontrarse no significa que un caso esté relacionado con el otro.
Cuando llega el momento crítico y los personajes se cruzan, más o menos pasado el meridiano de la novela, no encontraremos ningún punto visible de enlace entre ambas historias.
Pero no desesperéis... que no se vea, no es que no lo haya.
James Patterson se ha reservado un as en la manga para ese momento, y termina dejando al lector, literalmente con la boca abierta.
Lo que en un principio iba a ser un caso que afectase al detective Cross de forma indirecta, termina siendo todo lo contrario, y Alex termina convirtiéndose en una pieza clave.
El pasado se apodera de la trama y los acontecimientos del presente pasan a ser un tema, aunque importante, algo más secundario.

La tensión narrativa es un recurso que predomina en los thrillers y que se relaciona directamente con el ritmo, va en aumento y actúa como una tela de araña para los lectores, pero en este caso, a pesar de existir de forma muy ligera en la narración, el autor no ha pasado a depender totalmente de ella. Ha utilizado otros recursos. Capítulos breves, la vuelta de tuerca del final, los cambios de narrador y la dosificación de la información, entre otros...

En este punto hay que mencionar que volvemos a encontrar los dos tipos de narrador de los que os hablaba hace poco. El hilo de Alex aparece narrado en primera persona y el de Coco en tercera, por lo de dar la supremacía absoluta a un personaje sobre el argumento y sobre el resto de personajes.

La forma de narrar es sencilla pero detallada, nos hacemos una idea muy clara de como es la ciudad y sobre todo, la relación existente entre sus habitantes.
Starksville es una ciudad pequeña del estado de Misisipi y de no ser por las constantes referencias a la tecnología, teléfonos móviles, televisiones de pantalla plana y coches de última generación, pensaríamos que nos encontrábamos ante la misma ciudad que Harper Lee describía en Matar a un ruiseñor, y es que James Patterson refleja en su narración los mismos temas polémicos a los que hacía referencia Harper Lee en su aclamada obra... Violación y desigualdad racial.

Obviamente, una autor de la altura de Patterson, que se defiende con soltura entre los géneros policíaco y thriller, no iba a detenerse ahí, y ha añadido algunos detalles indispensables para darle un toque más actual.
Asesinato, tráfico de drogas de diseño, organizaciones criminales y un abogado, en este caso femenino y también de color.

Llegados a este punto me toca hablaros sobre los personajes.
No he encontrado ninguno que pueda calificarse de redondo, pero tan solo he leído esta entrega de la serie. Aún así me he creado una imagen bastante clara de como es el protagonista y me ha gustado.
Supongo que después de 24 libros publicados, el detective habrá ido evolucionando y poco a poco reinventándose a sí mismo; porque los lectores y más cuando se trata de entregas que se alargan tanto en el tiempo, es eso lo que buscamos. Personajes dinámicos pero sobre todo humanos, y creo que precisamente eso, humanidad, es algo característico de este protagonista.

El resto de personajes me han parecido bastante planos, no tienen mucho peso en el argumento, tan solo son secundarios sobre los que apoyarse, aunque lógicamente unos tendrán más relevancia que otros.

Y creo que no me dejo mucho más en el tintero. Considero que leer esta novela ha sido una buena experiencia y no descarto, en un futuro próximo, leer alguno de los libros anteriores de la saga que han sido publicados en español.



miércoles, 29 de junio de 2016

La viuda de Fiona Barton

La viuda (Saga Kate Waters 01)
Sinopsis:

Si él hubiera hecho algo horrible, ella lo sabría. ¿O no?
Todos sabemos quién es él: el hombre que vimos en la portada de todos los periódicos acusado de un crimen terrible. Pero, ¿qué sabemos realmente de ella, de quien le sujeta el brazo en la escalera del juzgado,de la esposa que está a su lado?
El marido de Jean Taylor fue acusado y absuelto de un crimen terrible hace años. Cuando él fallece de forma repentina, Jean, la esposa perfecta que siempre le ha apoyado y creído en su inocencia, se convierte en la única persona que conoce la verdad. Pero ¿qué implicaciones tendría aceptar esa verdad? ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar para que su vida siga teniendo sentido? Ahora que Jean puede ser ella misma, hay una decisión que tomar: ¿callar, mentir o actuar?
«El thriller más esperado del año, vertiginoso, fascinante y oscuro.» Glamour
«Intensa y absorbente.» The Washington Post
«Un rompecabezas fascinante.» The New York Times
«Un debut excepcional.» Publisher's Weekly
«El gran thriller del año.» Stylist

Opinión: La viuda (Saga Kate Waters 01)

En ocasiones salen al mercado novelas que parecen poseer su propio campo gravitatorio.
Todo el mundo habla de ellas...
Las coletillas y frases impactantes en carteles promocionales, aparecen donde menos lo esperamos, e incluso algunos comentarios, quizás demasiado emocionados de lectores, se propagan como la pólvora por las redes sociales.
Todos terminamos contagiados por esa especie de fiebre, que despierta en nosotros un irrefrenable deseo por leer ese libro fascinante del que todo el mundo habla.
¿Será resultado de la excelente campaña de marketing, o no?

También conocéis que mi opinión sobre estas obras difiere un poco de la de esos críticos profesionales.
No es que tenga manía a estos superventas, ni a las excelentes campañas que hay detrás, pero suelen crear unas altas expectativas que muchas veces, tras finalizar la lectura, vemos que no se han cumplido.
Creo que bestseller es sinónimo de ventas, pero no siempre resulta ser sinónimo de calidad.
El lanzamiento de esta novela, estuvo respaldada por esas excelentes críticas de las que os hablo y comencé a leerla, más que por gusto, como reto.

Ahora bien, en este caso, aunque mi opinión se aleja de algunos de los comentarios como Thriller del año, novela perfecta o rompecabezas fascinante, si estoy de acuerdo en que ha resultado ser un debut excepcional y prometedor para Fiona Barton.
También dicen que iguala a La chica del tren de Paula Hawkins, el bestseller que fue novela del verano 2015.
Discrepo.
Yo he leído las dos, y creo que La viuda, es bastante mejor, más realista.
No es el clásico libro que sufre el efecto que yo denomino como escape de globo... ya sabéis, lo hinchamos y una vez que adquiere el tamaño deseado, lo soltamos al vacío, dejando que el aire huya de su interior.
Eso precisamente es lo que le ocurría a La chica del tren, el ritmo decaía en algunos momentos.

Los personajes. Tres puntos de vista con sus luces y sus sombras.
La novela puede resultar sencilla, muy limitada de personajes, pero es que para narrar esta historia que puede tener mucho de real, tan solo se necesitan tres voces.
La viuda, la periodista y el detective.

La viuda.
Es un personaje muy interesante, plagado de matices y excelentemente desarrollado.
Una mujer que hasta hace poco ha estado sometida a la voluntad de su marido. Ha ejercido de personaje secundario en su propia vida, y ahora, tras la muerte de él, por fin puede tomar las riendas y decidir que rumbo tomará su vida.
Es un personaje, que como digo, da mucho juego a la trama. El causante de iniciar un debate en el interior del lector.
Nos hace pensar... ¿es tan ingenua como parece? ¿es realmente una víctima o alguien que disfruta dando pena a los demás?

También hay que señalar que es un personaje en constante evolución, es dinámico y eso es un complemento esencial en un thriller.
La evolución en su personalidad, hace que avance de forma indirecta la historia, los lectores queremos saber más sobre el personaje, sobre esos pequeños cambios que va experimentando.

La periodista y el detective.
Con Kate Waters, la periodista, vemos como es el interior de un periódico. Sus tejemanejes.
A pesar de que la autora es periodista, detectamos una sutil crítica a la profesión.
Somos testigos de como se crea una noticia y sobre todo, como se explota y los medios utilizados para obtener información.
Esta novela, es una historia donde vemos lo manipulables que somos, en general.

Bob Sparkers, es el detective encargado de llevar la investigación.
No es el clásico detective, sobrehumano, perfecto y con una personalidad inquebrantable. Aquí vemos la realidad, es un ser humano y como tal, se equivoca. Sus errores, tienen consecuencias.

Narrador protagonista vs Narrador testigo 
Jean Taylor vs Detective/Periodista
Jean Taylor, la viuda, nos ofrece una narración en primera persona, frente al narrador en tercera persona elegido para acercarnos a la versión del resto de personajes.
El hacer uso del cambio de narrador, de primera a tercera, es lo que marca la diferencia entre los personajes.
La viuda nos ofrece una narración más cercana, más intimista, nos resulta más real y los lectores pensamos que es la versión verdadera.
Cuando cuenta algo, nos da su opinión, nos muestra su versión de los hechos, lo que ve y como lo hace; por lo tanto, como testigos pensamos... ¿por qué nos va a mentir? y caemos sin remedio en el engaño que supone una opinión subjetiva.
Lo creemos de buena fe, sin darnos cuenta de que estamos limitados a lo que ella piensa.
Con estas narraciones en primera persona, tenemos que tener especial cuidado, porque si lo que leemos viene de mano de un manipulador, los manipulados podemos terminar siendo nosotros mismos.

En cambio, las narraciones en tercera persona ponen distancia entre el personaje y el lector. El relato parece más distante.
En este caso el narrador va contando lo que sucede entorno al personaje en cuestión, no interfiere ni hace suposiciones. Solo cuenta lo que ve, y por lo tanto de forma objetiva.

La elección del narrador, en este caso, sirve para diferenciar la categoría de los personajes. Jean, es sin duda la protagonista principal, mientras que los papeles secundarios recaen en Kate Waters, la periodista; y Bob Sparkers, el detective.

La estructura.
La historia comienza en 2010.
Los citados personajes, son los encargados de narrar los acontecimientos que suceden alrededor de Jean Taylor, tras la muerte de su marido, Glenn.
Ese suceso, nos posiciona en un momento crucial y determinante para la trama. Tras la desaparición de Glenn, las únicas pistas para encontrar la verdad y resolver el caso, pueden hallarse en Jean.

Pero para comprender la historia, no puede suceder todo en 2010.
Los lectores necesitamos alicientes, por ese motivo Fiona Barton hace uso de una narración preactiva, y nos hace retroceder en el tiempo junto con los tres personajes principales, hasta 2006; momento en que sucede el hecho sobre el que se construye esta historia.
Al principio los saltos en el tiempo, son frecuentes, para facilitar los datos necesarios a los lectores; pero más tarde, la narración se estabiliza y avanza de forma lineal hasta llegar al momento actual, 2010.
La autora, cuando hace un cambio de personaje o de tiempo, lo indica en el encabezado, de esa forma evita que el lector pueda perderse.

Detalles importantes.
* En algunos momentos los personajes nos narrarán un mismo hecho. Puede que a algunos lectores ese detalle les resulte reiterativo, pero cumple una función fundamental. Mostrar el punto de vista de cada uno sobre un mismo hecho.

* No se puede decir que estemos ante un thriller inteligente, de los que nos acostumbran a constantes giros argumentales, porque la autora ha prescindido totalmente de ellos.
El argumento carece de sobresaltos, vemos venir los sucesos poco a poco, incluso en algunos momentos de forma previsible.
Pese a eso, los lectores nos encontramos con una novela realista, bien narrada, con un argumento interesante que consigue mantener el suspense y la tensión hasta el final.


martes, 14 de junio de 2016

Diez gansos blancos de Gerbrand Bakker

Sinopsis:

Una mujer extranjera alquila una solitaria granja en Gales. Dice que su nombre es Emilie. En la granja encuentra diez gansos que van desapareciendo sin que sepa la causa. Poco a poco conoceremos a la protagonista y querremos saber más.

¿De qué huye? ¿Por qué no echa al desconocido que aparece en la granja? ¿Qué hará cuando el marido la encuentre?

Con estos elementos se podría pensar en un thriller convencional, pero en este libro por encima de todo encontramos una forma de narrar, la de Bakker, y una mujer que permanece en el recuerdo, o quizás en los sueños, durante mucho tiempo.

Opinión:

Gerbrand Bakker, del que ya os he hablado en alguna otra ocasión, ha sido uno de mis grandes descubrimientos.
La primera vez que tuve contacto con él fue gracias a Javi de Ríos y a la editorial Rayo Verde que me ofrecieron leer Los perales tienen la flor blanca resultando ser una experiencia enriquecedora.
Hoy os acerco a otra de sus novelas; un drama intimista que sobresale por su realismo.
Lo han clasificado como thriller, pero realmente se aleja un poco de la descripción de ese género y de lo que los lectores acostumbramos a encontrar en él.
Lo habitual en ese género es que la intriga y el suspense provoquen tensión emocional en el lector, pero en este caso, la tensión se genera en la protagonista y en el miedo a lo que le depara el futuro. Respecto a los lectores, la intriga gira entorno a una de las preguntas planteadas en la sinopsis... ¿de qué huye Emilie y por qué?

El autor y su obra ... 
Bakker destaca por hacer uso de un lenguaje sumamente rico.
Sus relatos mantienen un excelente ritmo y su prosa, pausada y detallista al tiempo que delicada, consigue reflejar a la perfección el universo de sus personajes, frágiles y castigados en apariencia.
Una narrativa espectacular, inquietante, que sorprende por su laboriosidad y ambigüedad y que termina dominando al lector por completo.

Gerbran Bakker, hasta el momento, nos plantea historias de tono pesimista, con personajes que han sufrido algún trauma y donde podemos apreciar a través de su narración sus conflictos y miedos. Pero no os penséis que este detalle es algo negativo, todo lo contrario...
Sus obras, como he dicho, más que novelas son relatos, historias con pocas páginas pero que absorben por completo el tiempo del lector.
Lo esencial de su obra, la característica predominante, son las elipsis de las que hablaremos más abajo, un recurso que me encanta, porque esos vacíos, esos datos que se omiten a conciencia dejando el poso en la narración y en el lector, crean un nexo que nos estimula, que hace que pensemos e imaginemos.

El elenco de personajes en sus obras es también reducido consiguiendo que centremos nuestra atención en el argumento.

En este caso el encargado de acercarnos a la historia, a la mente y al universo emocional de Emilie es un narrador cuasi omnisciente.
Posee unos recursos limitados, tiene una visión parcial de los acontecimientos y se centra en la protagonista.
Solo en un par de ocasiones se sale de esas directrices y nos acerca a la familia que permanece en Holanda, eso sí, en ese momento se transforma convirtiéndose en un narrador cámara que únicamente relata lo que ve.
Creo que una excelente elección narrativa...

En conclusión, un texto ricamente poblado de descripciones, narrado en tercera persona, con frases cortas que crean diálogos ágiles y que facilitan con ello la lectura.
Pero esta lectura, hay que decirlo, es extraña... Ya he comentado que no nos encontramos ante el clásico thriller, aunque como se indica en la sinopsis pueda parecerlo; es más bien una narración enigmática, por lo que se intuye pero no se dice. Ya sabéis, las citadas elipsis, esa técnica que suprime algunos acontecimientos relevantes para aportar más suspense al texto.

Emilie y los gansos...
La protagonista es una misteriosa mujer que esconde un pasado del que huye, una mujer desorientada que intriga al lector desde el comienzo y con un futuro que iremos descubriendo, incierto.
Dice que su nombre es Emilie, curioso dato, ya que conoce a la perfección la trayectoria literaria de la autora Emily Dickinson con la que tiene una relación de amor/odio.
Es un personaje al que vamos conociendo poco a poco.
Al principio es solo ella y lo que ve a su alrededor. Más tarde, ese círculo se amplia y empiezan a aparecer personajes y a desparecer gansos, esto último puede servirnos de cuenta atrás... para saber que el final se aproxima.

En momentos puntuales, la protagonista nos facilita datos a través de sus recuerdos. Con ellos conoceremos a su tío, un personaje incidental pero que aporta la información necesaria para ir conociendo el mal, la sombra oscura que se cierne sobre ella.

Sobre el resto de personajes no voy a hablar, son totalmente secundarios, y aunque aportan a la narración algunos momentos interesantes, únicamente son el recurso para resaltar más la soledad que existe alrededor de Emilie, y es que no hay que olvidar que ese estado en el que se encuentra sumida es elegido por ella, por lo que se muestra huraña y poco receptiva con los lugareños.

Basta que leáis la obra y conozcáis a sus padres para entender que la chica ponga tierra de por medio. Son un par de impresentables, totalmente pasivos y conformistas, que por suerte para el lector tienen un grado de participación mínimo en la trama.

Generadores de intriga...
Siempre os comento los elementos que voy encontrando en las lecturas y que llaman mi atención.
En este caso me centraré en hablar de los que contribuyen a mantener el misterio a lo largo de la lectura.

1.- Las elipsis, ya las he mencionado.
Veréis que las omisiones de datos son algo constante y en ellas se incluye suprimir el nombre de la protagonista a lo largo de todo el texto.
Esta omisión se une al misterio que se cierne sobre ella y a lo sucedido en su vida antes de llegar a Gales.
El motivo para ocultarlo ya genera de por sí suspense, pero esa supresión intencionada de los nombres afecta también a sus familiares más cercanos, padre, madre y marido que permanecen en Holanda.
El nombre verdadero, lógicamente, lo conoceremos al final de la historia, aunque también he de confesar que lo he olvidado por completo, quizás ignorado... para mí, la mujer de los gansos siempre responderá al nombre de Emilie.

3.- La soledad deliberada de la protagonista, en este caso, también va estrechamente ligada a la ambientación, a ese lugar elegido para pasar el tiempo; esa granja alejada de la civilización en Gales, que consigue crear una atmósfera asfixiante y al tiempo, un nexo de unión fuerte e inquebrantable con los lectores.

4.- Hay autores que recurren a los saltos en el tiempo para crear suspense, en este caso el autor emplea los saltos de escenario, de Gales a Holanda y viceversa, donde se encuentra la familia de Emilie, y que aportará a la trama pequeñas semillas para hacer crecer el misterio.

5.- La genialidad narrativa de Bakker contribuye a potenciar el suspense y mantiene en vilo al lector. Dosifica la información y la tensión que crea hace avanzar al argumento de manera que no resulta previsible.
De esta frase extraemos algo claro y es que el ritmo narrativo está estrechamente relacionado con la tensión.

Como último detalle decir que el texto original fue escrito en neerlandés, el idioma de su autor e incluye fragmentos y palabras en inglés que no se han traducido. El motivo... mantener el espíritu original del texto. Por lo tanto, para los que no sepáis nada de inglés se incluye al final del libro un glosario con su traducción.

Una novela destinada a todo el público en general y que no dudo en recomendar desde este blog...


miércoles, 4 de noviembre de 2015

No recuerdo si lo hice de Alice LaPlante

Sinopsis:

La doctora Jennifer White es una cirujana ortopédica retirada que padece alzhéimer. Cuando su amiga y vecina, Amanda, aparece muerta con cuatro dedos de la mano amputados quirúrgicamente, la doctora White se convierte en la principal sospechosa. Pero ella no sabe si lo hizo.
Narrada con el discurso fragmentado y elocuente de la voz de Jennifer, la novela reconstruye la compleja relación que existió entre estas dos amigas de toda la vida, dos mujeres orgullosas y con carácter que, en ocasiones, fueron formidables rivales. A medida que la investigación del asesinato avanza y las relaciones entre Jennifer, su cuidadora y sus dos hijos adultos se intensifican, surge una pregunta escalofriante:
¿La memoria trastornada de Jennifer le impide revelar la verdad o la ayuda a ocultarla?
Opinión:

Ya sabéis que uno de mis géneros preferidos y al que vuelvo con frecuencia es el Thriller.
En este caso, recurro a la definición de los expertos:
Thriller es la obra de suspense o misterio cuya acción genera en el lector emociones como miedo o estremecimiento.
Llegados a este punto confieso que a mí, no me ha generado ni una cosa ni la otra. Quizás, no voy a negarlo, un poco de intriga por saber cual de las dos opciones se tomaba para terminar esta novela.
Y es que la solución es tan simple como sencilla, o bien la protagonista es culpable, o no lo es. Aquí no sirve el... la mate pero solo un poquito...

No recuerdo si lo hice, es un retrato fiel de una enfermedad durísima que no solo la sufren los que la padecen, también los que les rodean. Aquí hay que reconocer que la autora ha hecho un buen trabajo empleando sus propias vivencias, inspirándose en la larga lucha de su madre contra esta devastadora enfermedad.

Alice LaPlante, con esta obra nos presenta a la doctora Jennifer White, una eminente cirujana, de las mejores de su profesión (no para de repetirlo a lo largo de toda la historia), aunque retirada que padece la enfermedad.
Para la narración ha elegido hacer uso de la primera persona, en un vano intento de que el lector empatice con la protagonista.
Y es que, aunque es cierto que empatizamos con los enfermos que padecen Alzheimer, la personalidad de la doctora White, excesivamente arrogante, impide nuestra participación afectiva...
Entonces pensaréis, pues si no empatizamos con la protagonista se puede empatizar con la víctima. Otro error, Amanda, es o era, una manipuladora.

Pero hablemos de la estructura.
La novela consta de cuatro capítulos muy bien definidos, cuatro partes que transportan al lector y a Jennifer cada vez a un sitio y a una situación distinta que la tocará vivir, una estructura bastante lineal.
El uso de capítulos es una buena herramienta para sembrar intriga, para dar giros inesperados en la trama, pero en ésta, ni aun así logramos engancharnos al argumento.  

La autora nos desafía, nos muestra una historia fragmentada a través de los escasos recuerdos que van y vienen; utilizando los saltos en el tiempo, las anotaciones que hay en su cuaderno, sus reflexiones y los acontecimientos actuales que suceden a su alrededor.
Nos reta a que averigüemos si realmente ella es la asesina de su vecina, con la que mantenía una relación tan estrecha como complicada. Una relación que a mi parecer se torna absurda e incoherente a medida que avanzas en la lectura. Todas las pesquisas de la policía y las pruebas que han obtenido, parecen apuntar hacia Jennifer sin embargo los lectores empleamos el método heurístico, de prueba y error, para intentar dilucidar si ella es la culpable.

La obra está escrita haciendo uso de frases muy cortas que proporcionan agilidad a la lectura, hacen que enfoquemos toda nuestra atención en el personaje principal y su entorno.
Lo interesante, es que veremos la evolución que van sufriendo todos los personajes.
Sabemos que Jennifer es la protagonista y el resto de personajes son incidentales, supuestamente no deberían tener mucho peso en la trama, pero en esta ocasión los incidentales juegan el papel clave para que se desarrolle la narración.
Al principio nos creamos una idea de cada uno de ellos, pero a través de los vagos recuerdos y de las situaciones que vive Jennifer, veremos como nada es lo que parece y todas las piezas comienzan a encajar.
Hay que decir que la novela cuenta con muy pocos personajes. Jennifer, sus dos hijos, Amanda, la detective Luton y Magdalena, la persona que la cuida en casa, pese a eso, hay algunos fragmentos que se hacen pesados.

La trama, la estructura, los personajes, ni el final elegido, han logrado aportarme nada nuevo ni que me entusiasme. Las reseñas leídas en internet hablaban de una novela maravillosa, conmovedora, con una protagonista con la que lograbas empatizar, un thriller psicológico a tener en cuenta....
Puede que sea una lectora muy exigente, pero lamentablemente no he encontrado nada de eso.


domingo, 13 de septiembre de 2015

El vigilante de Peter Terrin

Sinopsis:

Dos vigilantes, aislados en el aparcamiento de un edificio de lujo, esperan la llegada de su relevo y de las provisiones que les mantienen con vida. Tienen prohibido comunicarse con los residentes, y la situación se agrava cuando observan cómo todos excepto uno abandonan el edificio en el mismo día. La suposición de que en el mundo exterior haya ocurrido una catástrofe, la falta de provisiones y la posibilidad de que todo sea una prueba para conseguir un ascenso les llevarán al límite de su resistencia.
El miedo al exterior y al otro, la necesidad de aguantar y sus obsesiones hacen de esta obra una maravillosa metáfora sobre la sociedad actual y la soledad del ser humano.
Novela ganadora del Premio de Literatura de la Unión Europea.

Opinión:

Nos encontramos ante una historia totalmente desconcertante. La incertidumbre que genera, es la que nos impulsa a seguir leyendo. Es una obra que se vale de la narración en primera persona para crear un ambiente claustrofóbico.
Podría catalogarse en varios géneros al mismo tiempo, aunque distopía o thriller psicológico son los que mejor la definen.

Una historia narrada íntegramente en primera persona puede tener beneficios pero también algún que otro inconveniente, aunque lógicamente eso irá en gustos de cada lector.
Un relato en primera persona es más "creíble", eso hace que el lector empatice con el personaje y la situación que vive. He entrecomillado creíble por un motivo.
La narración en primera persona siempre es subjetiva, el narrador únicamente puede relatar escenas donde halla participado, naturalmente aportando su versión de los hechos, por lo que siempre será una opinión sesgada. Nos muestra su punto de vista, pero eso no significa que lo que cuenta tenga que ser cierto.
Lo bueno que tienen este tipo de narraciones es que aportan intriga a la trama, porque por norma no conoceremos la verdadera realidad, hasta llegar al final.

El principal inconveniente es que puede llegar a aburrir.
En este caso en concreto, para impedir que el lector se aburra por un exceso de introspección, Peter Terrin ha incluido diálogos y algunas escenas de acción, en las que intervienen además del protagonista, algún que otro personaje como ya veremos. Esos diálogos además de convertir la novela en amena le confieren dinamismo.

Como veis este libro resulta muy interesante para observar algo que no se ve con frecuencia o no es habitual, un relato en primera persona.

Dos vigilantes aislados en el aparcamiento de un edificio esperan la llegada del relevo y provisiones. El aislamiento al que se ven obligados aumenta la sensación de agobio en el lector. Desconocemos lo que ha ocurrido para llegar a la situación en la que se ven inmersos, pero a través de los pensamientos del protagonista extraeremos que algo grave ha ocurrido en el exterior.
Hay algunas ocasiones donde las conversaciones entre Michel y el otro vigilante, Harry, parecen totalmente surrealista y delirantes. Eso por no hablar de sus rutinas, que resultan de vital importancia para la trama. Las acciones que llevan a cabo, para ellos más que justificadas, para nosotros como meros observadores a los que nos llega la información con cuentagotas, nos parecen extralimitadas y exageradas.
En ese encierro total y obligado en el que se ven inmersos, hasta lo más simple, el gesto más sencillo tiende a exagerarse hasta los limites.

Iremos conociendo a Michel, nuestro narrador, a través de sus recuerdos.
El uso de este recurso literario orientado al pasado, esas escenas retrospectivas dan un toque especial a las novelas de intriga, ya que nos dosifica la información generando un mayor suspense.

El autor ha logrado crear una atmósfera decadente perfecta, que logra agobiar tanto a personajes como a lectores.
No solo la escasez de información y el aislamiento forzado son los responsables de provocar angustia, el escenario elegido también contribuye. Los elementos estáticos que lo componen y los dinámicos que únicamente pueden percibirse a través de los sentidos, ayudan a agravar el estado anteriormente citado.
En pocas palabras, es un libro muy sensorial, precisamente por esas limitaciones a las que se ven sometidos los personajes. Su mundo se ve reducido a ese aparcamiento con luz artificial donde se pierde la noción del tiempo y donde los sentidos cobran un mayor protagonismo.

El libro está dividido en tres partes.
En la primera conoceremos a Michel y a Harry.
En la segunda, un tercer vigilante se incorpora a este escenario tan limitado como reducido de personajes, al tiempo que hacen acto de presencia la desconfianza, la envidia, los celos y la rivalidad.
En el tercer y último tramo de esta historia, Michel y Harry deciden adentrarse en el edificio en busca del único residente que continúa viviendo en él. Hay que decir que en esta última parte la intriga se intensifica.
Los lectores llegamos al punto de no reconocer donde está el límite entre realidad y ficción. Michel relata lo que acontece a su alrededor, al tiempo que mezcla recuerdos y lo que creemos que serán anhelos o ensoñaciones. Empieza a desdibujarse ante nosotros la imagen inicial que teníamos de él. La obsesión avanza y comienzan a aparecer lo que intuimos que serán los primeros síntomas de paranoia. También resulta curioso ver como en situaciones tan extremas, los humanos nos obsesionamos con los detalles más simples.

Es una novela muy recomendable no solo por lo dicho al principio de analizar una narración escrita íntegramente en primera persona. También resulta asombroso como un autor con tan pocos recursos literarios, ha escrito una novela tan merecedora de elogios. Dos personajes, un espacio reducido pero cargado de imaginación. Y es que realmente no se necesita más.

La respuesta a todas las dudas que surgirán a lo largo de la lectura, esas comeduras de coco que se crean en el lector, creo que reside en el título, El vigilante. Y digo creo porque tampoco es que lo tenga muy claro, y es que esta lectura compleja a la vez que fascinante requiere que nosotros participemos intentando descubrir lo que realmente es cierto... de lo que no lo es.
Os aseguro que es una obra que no dejará indiferente a nadie y que requiere, o al menos a mí me ha pasado, un tiempo de reflexión y de análisis, tras finalizarla. Lo que si puedo asegurar es que sería una lectura muy apropiada para tratar en una tertulia, porque cada lector realizará una interpretación distinta.

Peter Terrin es un autor belga y con este libro obtuvo el premio de literatura de la Unión Europea. Creo que a partir de ahora será un nuevo autor a tener en cuenta.