jueves, 28 de abril de 2016

Volver a Canfranc de Rosario Raro

Sinopsis:

Un andén, unas montañas, unos héroes y, al final, la libertad La historia olvidada de una estación mítica que cambió el curso de una guerra
Marzo de 1943. Agazapados dentro de una habitación secreta, varias personas contienen la respiración mientras aguardan a que el sonido de las botas reforzadas con metal de los soldados alemanes se aleje. En la estación internacional de Canfranc, en el Pirineo, la esvástica ondea sobre la playa de vías. En medio de la oscuridad, Laurent Juste, jefe de la aduana, Jana Belerma, camarera del hotel, y el bandolero Esteve Durandarte arriesgan sus vidas para devolverles la libertad.Volver a Canfranc es su historia. Jana y Esteve, armados tan solo con la valentía que da el amor, lucharon porque miles de ciudadanos judíos consiguieran atravesar esta estación mítica. Además de ellos, otras personas guiadas por la generosidad decidieron enfrentar el terror y ayudarlos. Para miles de perseguidos por el régimen nazi la esperanza se llamó Canfranc.

Opinión:

En muchas ciudades de Europa central, entre la ceniza tras los bombardeos, los escombros, los techos de los refugios y el miedo, resonaban ocho letras como un salmo entonado en varios acentos, a veces pronunciadas de forma irreconocible, pero que se referían a un único destino. 
La esperanza entonces se llamaba Canfranc.

En este libro se mezcla ficción con hechos reales constatados, donde se narra un episodio olvidado de nuestra historia y se confirma la tan entredicha no beligerancia de España en la II Guerra Mundial.

Pero como en toda historia novelada, hay algo que tenemos que tener en cuenta. La autora se ha permitido algunas licencias históricas en momentos puntuales, como indica al final de la novela.
Considero que son datos poco importantes, como el cambio del nombre verdadero del jefe de aduana de la estación, Albert Le Lay por el de Laurent Juste, o de alguna nacionalidad, pero es que poco importan esos detalles frente a los hechos horribles que se recogen en esta historia.
Otros datos se han inventado con el fin de dar más romanticismo a algunos momentos o incluso más heroicidad si cabe a otros, y por supuesto, algunos personajes también son ficticios, pero sirven para homenajear a esos héroes anónimos de ambos lados de la frontera, que guiados únicamente por la generosidad, ayudaron a salvar tantas vidas.

En 1942, el ejército alemán había tomado la estación internacional de Canfranc en Huesca, como si se tratase de un territorio más de la Francia ocupada.
El argumento de la novela, traza un recorrido breve, de apenas dos años, comienza a principios de 1943 y finaliza en septiembre de 1944.

Llegado a este punto, quiero hacer un par de aclaraciones, porque esta obra no es solo un reconocimiento póstumo, un relato más ambientado en la II Guerra Mundial ni sobre la persecución a la que se vieron sometidos los judíos.
Tampoco su argumento está compuesto únicamente por una trama lineal. Para que tenga consistencia la historia, es necesaria apoyarla con otras que van surgiendo y que corren paralelas, sin alejarse del tema central.
A través de esas pequeñas tramas, de sus personajes, iremos conociendo datos indispensables para el desarrollo del argumento.

La obra está dividida en cinco partes más el pequeño prólogo del comienzo y el epílogo final.

Contamos con una protagonista, Jana, que aunque el peso de toda la obra recae sobre ella, no deja de ser un personaje de ficción. Eso sí, representa a todos esos valientes que pocas veces se recuerdan, pero que ayudaron a cientos a alcanzar la libertad.
También conoceremos a Laurent Juste, el jefe de la aduana internacional de la estación; a la joven Valentina; al bandolero Esteve Durandarte; a Didier el maquinista o a Montlum, un músico metido a panadero; por citar algunos.

Pero como he dicho además de estos personajes y sus tramas, imprescindibles para conocer los acontecimientos que tuvieron lugar allí, hay otros temas que acaparan toda nuestra atención porque tienen presencia constante en el libro:
  • Los tejemanejes que realizaban supuestos países neutrales como Suiza y Portugal. A España no lo incluyo, en lo de neutral, prefiero dejarlo en no beligerante, porque la neutralidad era algo ambigua y clara la simpatía que existía entre nuestro país y Alemania. Al final, es cierto que terminó declarándose neutral, pero no lo fue hasta que se vio un claro vencedor en la contienda.
    Los trenes salían de Suiza cargados de oro y cruzaban nuestro territorio, al tiempo que de nuestras ciudades salían con el Wolframio también llamado Tungsteno, necesario para las fabricas de armamento alemanas.
  • Contamos también con un capítulo bajo el título de El espanto, dedicado a la limpieza y pureza de la sangre aria. Esa criba que realizaban los nazis con su propia gente eliminando a todo aquel al que consideraban inferior.  Desde alcohólicos, discapacitados psíquicos, inválidos, sordos, ciegos, homosexuales, hasta gitanos, gentes de distintas creencias religiosas o políticas.
  • Se recoge también la huida no solo de personas anónimas, también de un grupo de intelectuales entre los que se encontraba Max Ernst, pintor, escultor, poeta; el hermano del escritor Thomas Mann y su familia; el poeta y novelista Franz Werfel; la compositora Alma Mahler o el marido de la bailarina Joséphine Baker.
  •  También de forma muy sesgada encontramos un homenaje a los libros, esos grandes olvidados que eran quemados en Alemania. Aquí se les trata con respeto, como evasión, y no únicamente porque sus tapas llevasen ocultos mensajes encriptados de la resistencia.
    Jana y Durandarte son también un homenaje a nuestro Quijote, pero para saber que relación tienen con esta obra tendréis que llegar al final de la novela.
Considero que es una obra bastante completa que me ha sorprendido gratamente.
La mezcla de géneros la equilibra y la hace destacar sobre otras de argumento similar. Mezcla de forma acertada los datos históricos con la novela de espionaje, añadiéndole intriga y tensión en algunos momentos, por supuesto dejando también su espacio a las escenas románticas y otras conmovedoras que nos harán bajar la guardia.


Por poner alguna pega, debo mencionar que el edificio en sí, esa preciosa construcción que parece más una catedral que una estación de tren, pasa a ocupar un lugar demasiado secundario en la obra. La fonda La Serena, que ocupa en esta historia el mismo lugar que el Café de Rick de Casablanca, donde se pasa información o desinformación, tiene casi más relevancia.
Al igual sucede con la cantidad de trabajadores que debía haber diariamente en la estación o en el Hotel Internacional. Salvo Jana y otra camarera de habitación, el resto son omitidos casi al completo. Ni siquiera recuerdo haber leído una aparición donde haga acto de presencia el director del hotel.

Para ir terminando...
Volver a Canfranc, además de ser lógicamente la frase que da título a la obra, es una oración que esconde mucho más, una esperanza, la de todos aquellos que por ideas, creencias o simplemente por ser diferentes, se vieron obligados a huir.
Canfranc fue una puerta hacia la libertad.
Unos hablan de que fueron cientos de vidas las que se salvaron, otros hablan de miles, pero lo cierto es que para los personajes reales que lo hicieron posible, tan solo con salvar una vida habría sido suficiente, aun a riesgo de exponer la suya y tener una muerte mucho más cruel que la que esperaba a los que eran capturados huyendo del régimen del terror.

Solo nos ha sido dada una vida, pero con esta podemos salvar muchas otras. Recuérdalo


viernes, 22 de abril de 2016

Hombre sobre una escultura de Álvaro del Olmo

Sinopsis:

Ésta es la vida de un grupo de amigos (un fotógrafo, una actriz y el crupier de un casino) que acompañarán a Hércules Degard, protagonista y narrador, en su extraño intento de transformar la sociedad a través del arte.
Los sueños y la vigilia de Hércules se entremezclan así con una sutil operación de desfalco que se verá amenazada por la pronta aparición de una antigua musa del protagonista, que encierra más de un misterio.
Álvaro del Olmo nos ofrece con su primera novela, una apuesta brillante; una creación curiosa, inquieta y provocadora. Una magnífica obra, sin un lugar ni tiempo definidos, que nos sorprende con un estilo arriesgado y original que será difícil de olvidar.

Opinión:

"Se admiten apuestas absurdísimas siempre que estén claramente justificadas".

Siempre he pensado que hay algunos escritores calificados como "difíciles de leer". De esos que nos obligan a sumergirnos en una lectura detenida y atenta, donde solo los valientes y los perseverantes son capaces de salir airosos.
Reconozco que nos encontramos ante una apuesta audaz que me ha supuesto todo un reto.
A lo largo de toda esta aventura, Álvaro del Olmo ha logrado mantenerme en suspense, no porque esta novela sea de intriga, sino porque resulta del todo desconcertante. No sabes por donde va a salir el autor, no puedes prever que giros dará la trama y menos aún, hacia donde encarrilarán los pasos los personajes.
Resulta totalmente imprevisible, casi un sinsentido, que despierta la curiosidad del lector estimulándolo. Nos hace pensar según leemos y también, tras haber finalizado la obra.

En algunos momentos me ha resultado interesante, intrigado e incluso sorprendido. Los ambientes aunque difusos como en un sueño, están muy logrados... pero en general, no me ha entusiasmado. Me ha exigido demasiado esfuerzo que al final no se ha visto recompensado. Creo que una novela es para disfrutar, entretener y la alta concentración hace que se pierda el objetivo primordial.
No he logrado encontrar ese pequeño detalle, esa chispa que convierte en especiales y casi propias, a algunas lecturas.

Los personajes nos muestran como son sus vidas, todo narrado en primera persona a través de la mirada de Hércules Degard, el protagonista. Más adelante descubriréis que este personaje es alguien demasiado especial.
¿Y qué ocurre? Pues que cuando en un entorno hay alguien especial, ese ambiente se contagia también de sus excentricidades afectando a los que le rodean, y eso precisamente, es lo que le ocurre a esta historia, es especial.
Lamentablemente, tampoco he logrado conectar con Hércules. El exceso de irrealidad que le persigue, que se convierte en una constante algo exagerada, le ha alejado de mí. En un principio creí reconocer una sombra e incluso un reflejo de Murakami, pero poco a poco, esa sensación se fue disipando, hasta desaparecer por completo.

Reconozco, que me ha costado esta lectura, he tenido que concentrarme y en más de una ocasión repetir lo ya leído. Pero ocurre algo extraño... y es que según avanzamos, nos adaptamos, y la dificultad parece ir desapareciendo ante nuestros ojos.
También debo decir al respecto, que te queda una sensación muy reconfortante cuando logras terminar uno de estos libros, complejo, con una prosa elegante y un léxico exigente, que no está destinado a todos los lectores; o más aún, si al final, logras comprender la finalidad de lo escrito, llegar al punto donde el autor quería que llegásemos.

El protagonista, Hércules Degard se debate entre la realidad, lo onírico y el delirio.
El surrealismo que le envuelve, da la mano a un sistema particular de ver la vida, en un intento de cambiarla y en una búsqueda constante de la trascendencia.

El monólogo interior que nos lleva a conocer sus pensamientos más trascendentales; la obsesión por Oko, ese otro personaje secundario que bien podría haber sido extraído de alguno de los libros de Murakami; junto con su curiosidad o el vano intento por comprender el arte; componen una de las piezas fundamentales sobre las que se construye esta obra.
La otra pieza que complementa al monólogo, son los diálogos de los personajes, y esos diálogos, son el otro elemento predominante y clave para el desarrollo del argumento.
Una historia abstracta, que mezcla realidad con ficción sin previo aviso, que se aleja con diferencia de cualquier obra que haya leído anteriormente.


La novela cuenta con un número muy limitado de personajes. La reacción disparatada de cada uno de ellos en determinados momentos, llega a rozar el absurdo o puede que la genialidad.
La dificultad de ubicar la trama en un tiempo concreto, ese surrealismo presente en toda la obra, me recuerda a los vídeos en los que aparece ese genio de la pintura, que era Dalí. Y es que esta obra, en algunos momentos, realmente tiene tintes Dalinianos.
Puede que me equivoque con el análisis. Que esta narración y mi imaginación se hayan confabulado creando, y plasmando después, una versión distorsionada de lo leído, pero es que esta obra tiene muchas lecturas.
Es como si estuviésemos ante un lienzo en blanco, aun sin pintar, y según leemos vamos dibujando. Está claro que nuestra obra final no tendrá nada que ver con la del compañero de al lado.
Cada lector obtendrá una visión distinta y prestará atención a detalles concretos, que para otros nos pasarán totalmente desapercibidos.
Lo mismo ocurrirá, si la leemos varias veces, en cada una de ella hallaremos algo distinto, que obviamos la primera vez.
Porque según el día, según nuestra concentración, receptividad, el grado de imaginación o creatividad del lector, parece que el libro cambia ante nuestros ojos.
Puede parecer complicado, tanto la lectura como la explicación, pero es que este libro se adapta perfectamente a la definición de "Ambigüedad".
Ocurre exactamente igual con las obras de arte, cada individuo creará una interpretación distinta dependiendo de la obra que estén contemplando. Porque el Arte no es más que la visión del autor sobre algo en concreto.
Una novela totalmente impredecible para la cual hay que estar preparado.
Si lo que buscas es algo sencillo, esta obra no está destinada para ti.
Si lo que buscas es un reto...¡Adelante!

Imagen 1: La persistencia de la memoria (Salvador Dalí 1931)
Imagen 2: La tentación de San Antonio (Salvador Dalí 1946)



domingo, 17 de abril de 2016

La pieza invisible de Pedro Martí Martínez

La pieza invisible (César Giralt 01)
Sinopsis:

Tras el asesinato de su hermana; preso por la ira, César Giralt ejecutó al encerrador, el mayor asesino en serie que el país haya conocido. En los siguientes tres años, el inspector jefe se sumió en una espiral de culpabilidad que le acercó peligrosamente a la autodestrucción. Con la ayuda de su fiel subinspector y amigo, Gabriel Pérez; el laureado inspector jefe de la comisaría de Sant Martí de los Mozos de escuadra de Barcelona consigue levantar cabeza y volver al trabajo. El veinticuatro de agosto de 2.012, Marcos Vidal, un inspector de policía y antiguo amigo de César, se suicida lanzándose desde lo alto de un edificio. La viuda del policía no cree que su marido se haya suicidado, y buscará la ayuda del antiguo amigo de Marcos. Lamentablemente, Celia Rivas sólo consigue la negativa de César a inmiscuirse en una investigación que no le concierne y que ha sido archivada. Sin embargo, unos días después de su encuentro, César Giralt recibe una noticia que le sobrecoge: Celia Rivas también se ha suicidado.

Opinión: La pieza invisible (César Giralt 01)

"Una novela negra, moderna, que trata de mirarse en el espejo de las grandes novelas nórdicas de la última década". 

De esta forma es como Pedro Martí contactó conmigo por primera vez. Estaréis de acuerdo en que la frase de contacto, es una excelente presentación para un libro.

Es cierto que Pedro Martí puede estar influenciado por las novelas nórdicas, "¿quién no lo está? si en los últimos años han invadido el mercado", pero por suerte, ésta supera con diferencia las que he leído. Y es que a mí sinceramente, las obras policíacas que vienen del norte, más allá de nuestras fronteras, me dejan fría,como su clima, y aún no he encontrado una que me llene por completo .
¿Por qué considero que este libro supera a cualquier novela nórdica? 
A grandes rasgos, porque los hechos que se narran, aunque pueden suceder en cualquier lugar del globo, nos resultan más reales, ya que trata temas de actualidad que nos tocan de cerca.
La historia transcurre en un escenario de sobra conocido, Barcelona 2012, y me dejo para lo último el papel que desempeñan los personajes, porque lo considero de vital importancia.
Los protagonistas de novela nórdica resultan más fríos, más distantes y carecen muchas veces de la empatía, de la cercanía o del humor, de un protagonista de carácter mediterráneo.
Dicho esto voy a centrarme en argumentar un poco lo encontrado.

La pieza invisible, es una obra muy curiosa que se mimetiza jugando al despiste con el lector. En momentos puntuales cumple con todas las características del género negro y un capítulo después, cambia adaptándose al policíaco e incluso al thriller. Todo esto sacando totalmente airoso a su autor.

La trama es dinámica, perfectamente hilada y los diálogos de los personajes colaboran a ello.
La prosa ágil y sencilla, accesible para todo tipo de lectores. Cada reacción de los personajes, cada acto o gesto que realicen, tiene consecuencias y queda reflejado en la narración, lo que nos lleva a unos personajes, sin excepción, redondos.
Si se tratase de simplificar la reseña, sería muy sencillo hacerlo:
Intriga cien por cien.
Comienzo impactante, desconcertante; con un desarrollo soberbio, sin fisuras y un final elegido a la perfección.

La novela comienza con un asesinato.
Directamente el autor siembra la intriga al tiempo que nos despista.
¿Quienes serán los personajes que se ven involucrados en esa escena?
Antes de descubrir ese misterio y entender como han llegado hasta allí, aún le quedan al lector bastantes capítulos por delante, todo un desafío al lector gracias al ingenio del autor.

Respecto a la estructura de la novela, nos encontramos con la clásica narración Ab ovo, ya sabéis, la narración relata los hechos partiendo de un momento en concreto, en este caso del primer capítulo que ya he mencionado y que puede considerarse como prólogo.
A continuación, tenemos la introducción, aproximadamente los cuatro primeros capítulos numerados; el nudo y el desenlace que lo sitúo alrededor del capítulo XXVII.
Al final encontramos un epílogo, que al igual que el capítulo introductorio, no hará más que seguir sembrando intriga en el lector, ya que ese pequeño fragmento no es más que un avance de la que será la siguiente novela de esta saga y que llegará con el título de "Donde lloran los demonios".



Siguiendo con la primera, ésta es una historia plagada de referencias literarias donde podemos apreciar no solo la pasión por Auster de César Giralt el protagonista, sino también, "deduzco" que de Pedro Martí, el autor de esta obra.
También encontraremos constantes giros al mundo del cine y un homenaje al ajedrez, juego que aparece presente en varios momentos a lo largo de la obra.

Antes os hablé de que la totalidad de los personajes resultaban redondos, por lo tanto voy a pasar a presentároslos, pero de una forma distinta, haciendo un guiño hacia el juego del ajedrez y asignando una pieza a cada personaje. Blancas para los buenos y negras para los malhechores.

El Rey, la pieza más importante y cuya captura es el único objetivo del juego.
Ya tenemos al personaje principal, César Giralt. Un hombre atormentado, de carácter analítico que se enfrenta posiblemente al caso más complejo de su trayectoria policial. Un personaje tan completo como complejo, pero excelentemente construido.
Por su puesto el personaje que cumple la función de antagonista de César, "no os voy a revelar su nombre", también estará representado por la ficha del otro Rey.

La descripción de los personajes secundarios la voy a comenzar con el compañero de César, el subinspector Gabriel Pérez, otra pieza fundamental en esta trama y que podría jugar en la posición de Torre. Podríamos decir que César y Gabriel son dos polos opuestos, respecto a comportamiento, pero que forman el tandem perfecto, se equilibran.

Dalia Torres, otra Torre, por lo tanto otra subinspectora que aparece a partir de la mitad de la novela y que al igual que el resto de personajes secundarios, será decisiva para la buena resolución del caso.
¿Por qué he decidido que Dalia y Gabriel sean las torres? pues porque una torre con la ayuda de su rey puede dar jaque mate al rey enemigo en un tablero vacío, mientras que el alfil o el caballo no pueden. 
 
Silvia, la sobrina de César, la Reina o Dama indiscutible. Lógicamente también es un personaje de peso. Una adolescente, madura, sensata, responsable que se aleja del estereotipo que tenemos hoy en día de la juventud y que en ocasiones se turna con Gabriel Pérez para hacer de Pepito Grillo del Inspector Giralt.
En este momento tendría que seguir asignando piezas, Celia y Marcos podrían asumir el papel de alfiles, ya que tienen un papel importante en toda la historia y sin ellos no habría caso.
Los caballos... El comisario Dávila y algún agente de inferior rango; los peones, todos los que ayudan a resolver dudas para la investigación.

Los fallos...
En la Segunda edición que es de la que yo dispongo, hay un par de erratas sin importancia, casi inapreciables que según me han dicho están pendientes de corregir para las próximas ediciones.

Como podéis comprobar, nos encontramos ante un adictivo debut literario que lo tiene todo para convertirse en uno de esos libros, de esas pequeña "delicatessen literarias" que empiezan a conformar esa literatura en auge que no paro de citaros a lo largo de las reseñas, novela negra o policíaca de fabricación casera, es decir "Made in Spain".
También es muy gratificante toparnos de vez en cuando con autores noveles de semejante calidad literaria.
Y es que, por desgracia, las listas de superventas están llenas de autores ya consagrados que arrastran consigo falsos aduladores y que lamentablemente para los lectores, no ven el momento adecuado de tomarse un respiro y llenan el mercado con obras infumables.
Es muy triste que en este país venda más un nombre que la verdadera calidad de una obra.
Pero también tenemos la otra cara de la moneda, los famosillos que de la noche al día se sienten escritores y deciden ponerse a escribir, valiéndose de ser caras conocidas que salen constantemente en los medios de comunicación; ya sea como presentador, contertulio o diana de los flashes de la prensa.
Y es que a día de hoy, con solo cumplir alguno de estos requisitos, ya puedes escribir un libro y te llueven las editoriales... y ¡ojo!, aquí no critico a las editoriales que no desperdician el filón que tienen delante, ni tampoco a quienes compran esas obras que considero de dudosa calidad literaria, al igual que tampoco persigo el fin de hacer proselitismo, intentando convencer a nadie sobre lo que tiene que leer.
Para terminar solo deciros, que según dicen, la próxima entrega será mucho, pero que mucho mejor...


domingo, 10 de abril de 2016

El próximo funeral será el tuyo de Estela Chocarro

Sinopsis:

«El próximo funeral será el tuyo» es una de las amenazas que recibe Rebeca Turumbay, profesora de arte en la universidad y empleada de la fundación del Teatro-Museo Dalí de Figueres, a los pocos días de llegar a Cárcar, el pueblo en el que ha decidido pasar las vacaciones. Es allí donde nació su abuelo Ángel Turumbay, y ella va con la intención de conocer algo más sobre su historia, de la que nunca le han hablado. Pronto averigua que algo turbio rodea a la figura de su abuelo, y que quizá tenga que ver con el silencio que se cierne sobre el asesinato de la joven Celia Urbiola en el año 1945.
Rebeca pondrá en peligro su vida para esclarecer este antiguo crimen y para ello deberá enfrentarse sola a un macabro juego, en el que nada ni nadie es lo que parece.
 Unos entrañables ancianos serán sus mejores aliados y junto a ellos, con la ayuda de Víctor, un joven periodista local, irá desentrañando la verdad sobre los terribles hechos del «crimen de Cárcar» en el que muchos de los habitantes del pueblo, de una manera u otra, estuvieron involucrados.

Opinión:

El argumento de la novela no está mal, pero no llega a convencer, no me ha entusiasmado...
Las reseñas leídas crearon unas altas expectativas que yo no he visto cumplidas.

Podría dejar la reseña así, pero dado que la finalidad de este blog es fomentar la lectura e incitar a leer, siempre sin imponer opiniones, considero que esos puntos negativos encontrados en la obra se deben argumentar.

La novela da comienzo en 1945 y tras un breve capítulo salta hasta la actualidad, situando la acción en julio de 2010, en la llegada de la protagonista a Cárcar.
Como habéis leído en la sinopsis, nos encontramos con la historia de Rebeca, una joven que vuelve al pueblo donde nació su abuelo para conocer algo más sobre su pasado.
Rebeca en su búsqueda, entrará en contacto con algunos de los habitantes del pueblo, a través de los cuales iremos conociendo el pasado y la historia negra que esconde el pequeño municipio.

Por lo tanto ya tenemos la localización, Cárcar (Navarra) y alrededores.
Esos serán los escenarios por los que transcurre la trama y aquí es donde encuentro lo que podría catalogar como uno de los fallos principales de la novela.
Puede que la autora no sea muy prolija a hacer grandes descripciones, pero la localización es perfecta, invita a realizar un pequeño cuadro costumbrista.
Creo que para un autor es más fácil escribir sobre lo que se conoce, puede que sea un error pensar eso, pero al menos yo esperaba encontrar una descripción más amplia, por poner un ejemplo, del pueblo, de la iglesia, de la plaza, de los paisajes e incluso de sus habitantes.

Nos encontramos con un libro de trama interesante, todo hay que decirlo.
Desde el primer capítulo la autora siembra intriga en la historia. Las amenazas, los atentados contra la vida de la protagonista empiezan a suceder, y son precisamente esos sucesos continuos, los que mantienen en vilo al lector.
Los personajes secundarios que van incorporándose a la narración colaboran generando intriga. Todos aparecen como posibles sospechos, dudamos de ellos sin excepción y al eliminar a uno, otro pasa a ocupar su lugar.
También hay que decir que los personajes de esta novela no son muchos, pero sí es cierto que todos tienen algún motivo para ser el culpable.

El tono general de la obra es el propio de una novela negra. La historia está narrada de manera ágil, con un lenguaje sencillo, por lo que la historia avanza, pero hay algunos detalles que encontramos a lo largo de la lectura, para mí completamente incoherentes, que restan intensidad y dejan descolocado al lector.

La protagonista se limita a preguntar escasamente a un par de habitantes y deja que las noticias, o los avances de su pequeña investigación particular, le lleguen por interpelación del espíritu santo o por generación espontánea.
Aclaro esto:
Preguntar a un par de ancianos de una residencia, es correcto, pudieron conocer a su abuelo;pero si se cierran en banda yo intentaría recabar información por otros medios, en otros lugares...
Si sale a la luz un tema de asesinato, en el que supuestamente el abuelo estuvo involucrado, hay lugares a los que dirigirse para conseguir información, cuartel de la guardia civil, policía foral o en su defecto al cuerpo de seguridad del estado que tenga las competencias de esa zona y la documentación de la época en la que ocurrieron los sucesos.
Sobre las amenazas que recibe y los atentados hacia su persona, por supuesto lo habría denunciado, algo que ella prescinde de hacer alegando una justificación absurda.

La estructura de la novela, en algunas ocasiones, también resulta un pelín caótica.
Dentro de un mismo capítulo, no es que se llegue a interrumpir bruscamente una escena, pero da esa sensación al saltar sin preámbulos a los hilos de otros personajes, con lo cual el lector en esos momentos se queda desconcertado, le cuesta reaccionar y ubicarse en la nueva escena, con el nuevo personaje.

También se incluyen o se citan datos que en un principio parece que tendrán alguna relación con la historia, pero luego se descubre que no es así.
Creo que un autor debe prescindir de dar datos sin sentido o sin ninguna relevancia. Sembrando esos datos lo único que provoca en el lector es desconcierto y no considero que en este caso sea sembrar pistas falsas para engañar al lector.

Los personajes están poco definidos y sus reacciones, en ocasiones, no resultan lógicas, incluso llegando a afectar al argumento que pasa a depender demasiado de las casualidades.
Esta claro que las casualidades son un elemento casi imprescindible en la literatura, pero una novela, no puede depender al cien por cien de ellas.
El personaje al que más llegamos a conocer es Rebeca, pero su actitud respecto a la gente del pueblo tampoco considero que sea la adecuada.
Intenta conseguir información y en cambio se muestra prepotente y arrogante con ellos. Esa actitud choca y con razón, con la natural desconfianza de la gente hacia un desconocido que pregunta insistentemente sobre una persona o hechos.

Todo lo mencionado hasta ahora concierne al núcleo argumental que se intenta complementar con otra trama secundaria creada alrededor de unos cuadros.

Y vuelven a aparecer las coincidencias...
Rebeca es profesora de arte en la universidad y empleada de la fundación del Teatro-Museo Dalí de Figueres. Se podría haber dado más juego a esa historia secundaria, haberla desarrollado y no pasar completamente de refilón por ella. Como si tan solo fuese puro relleno.

Y para acabar, al final elegido, le falta emoción...
No me resultan verosímiles los argumentos que se dan para finalizar el libro. El hecho sobre el que gira la obra sucedió en el año 45, es cierto, la policía no disponía de los medios de investigación actuales, pero algunos detalles quedan muy al aire, como cogidos por los pelos.


Para mi gusto esta opera prima de Estela Chocarro, no ha sido un brillante comienzo, pero como siempre digo es mi opinión, ni la impongo ni se tiene que compartir.
También es cierto que voy a dar una segunda oportunidad a esta autora, es más, tengo su siguiente novela Nadie ha muerto en la catedral. He leído las primeras páginas y me han gustado. Por supuesto pospongo esa lectura para más adelante, evitando valga la redundancia, influenciarme a mi misma con mi misma opinión.



sábado, 26 de marzo de 2016

Madrid, La novela. de Antonio Gómez Rufo

Sinopsis:

Esta es la gran novela de Madrid. Su historia, su épica, su vida cotidiana.
Siendo de todos, Madrid nunca fue de nadie. De ahí su grandeza y su sencillez, su orgullo y su humildad, su carácter revolucionario y su dignidad.
A través de tres apasionantes sagas familiares, Antonio Gómez Rufo traza el emocionante relato literario de Madrid, desde una mañana de 1565 en que los jóvenes Juan Posada, Alonso Vázquez y Guzmán de Tarazona atraviesan por primera vez la antigua Puerta del Sol dispuestos a probar suerte en la Villa y Corte, hasta los atentados del Once de Marzo de 2004, cuando la tragedia golpea una vez más el corazón de una de las ciudades más hermosas del mundo.
Las personas pasan, los relatos acaban y los ríos se despeñan y apaciguan antes de ahogarse en el mar; pero las ciudades permanecen y su historia no se detiene en su lento viaje hacia la eternidad.

Opinión:

De una novela escrita con orgullo y narrada con tanto respeto, no podía surgir más que una obra extraordinaria.
Para mí ha sido todo un regalo, no solo porque su autor y su editorial me la enviaran, sino porque al fin, los madrileños podemos decir que tenemos nuestra novela.
Una obra que puede ser utilizada para consulta, que narra sucesos que ya conocía y otros... sinceramente no los había oído mencionar nunca.
Ahora por fin podemos decir que Madrid está completa.

Sobre el autor.

Las novelas de Antonio Gómez Rufo tienen una peculiaridad.
Todas resultan didácticas y amenas a partes iguales, logran despertar la curiosidad del lector, al buscador de libros que los lectores llevamos dentro y es que unos datos, sin querer, te llevan a otros.
Su prosa es una delicia, es fotográfica.
Para un madrileño, es todo un orgullo reconocer esos lugares a los que Gómez Rufo ha dedicado unas líneas, a los que ha rescatado del olvido y a esos otros que nos ha presentado, porque por muy buen madrileño que uno sea, no los conoces todos.
Como digo un orgullo, un homenaje a nuestra ciudad que se extiende a todo aquel que se siente madrileño, pero creo que habría que hacer especial hincapié y dedicarle este homenaje sincero, a los héroes anónimos, esos ciudadanos que lucharon, sin reconocimiento, por convertir la ciudad en lo que es hoy.

El principio y el fin. 

Nuestra historia comienza con un hecho histórico a partir del cual la vida de Madrid cambiaría significativamente; cuando el rey Felipe II traslada la capital del reino a la villa.
A partir de ese momento y haciendo que personajes históricos y ficticios interactúen, la obra nos llevará por un recorrido de cinco siglos por su historia .
El final de esta obra corresponde con los atentados del 11 de Marzo de 2004.
Y no es que la historia de Madrid termine aquí, (porque aún habrá muchas cosas que contar), pero ese momento elegido marco un antes y un después en nuestras vidas, nos marcó a todos los que por desgracia lo vivimos y de una forma que jamás podremos olvidar.
Unos sucesos que demuestran lo que Gómez Rufo repite una y otra vez a lo largo de este libro, la ciudad vuelve a resurgir y los ciudadanos en esos momentos sacan lo mejor de sí mismos.

A media tarde ya se sabía que los muertos eran cerca de doscientos. Y los heridos se empezaron a cuantificar: unos mil quinientos. Pero no, se equivocaron. Eran muchos más. Millones de heridos morales que se sintieron agredidos, mutilados.

Personajes reales y ficticios. 

Antonio Gómez Rufo crea tres personajes ficticios que coincidirán a su llegada a Madrid en 1565.
Estos tres personajes, serán los creadores de tres sagas familiares que nos acompañarán como observadores a lo largo de todo el recorrido, además de ser los encargados de acercarnos a las leyendas que giran entorno a celebridades y lugares, a la parte mágica o por decirlo de otro modo, la más difícil de contrastar.
Y es que como digo ficción y realidad se dan la mano en este libro, una mezcla perfecta, porque Madrid tiene su historia, su leyenda y sobre todo, su magia.

Tres sagas familiares que representan a tres profesiones siempre presentes en esta ciudad. Una de ellas estará ligada a la burocracia, la otra a las artes y la tercera al comercio.

También entraremos en contacto con personajes reales.
Gómez Rufo nos cuenta sus hazañas, sus logros y también sus vergüenzas, pero al fin y al cabo, amados, vilipendiados e ignorados por los madrileños, todos pasarán a la Historia, porque todos, para bien o mal, son parte de ella.
Nuestra obligación como lectores es recordar y trasmitir esa historia, pero sobre todo, evitar caer de nuevo en los mismos errores.
Los buenos momentos están ahí para  disfrutarlos y los malos, para evitar que se olviden y se repitan.

Felipe II, Lope de Vega, Quevedo, Goya, Carlos IIIGodoy y su motín de Aranjuez, Carlos IV vs Fernando VII, ese rey tan deseado... que luego resulto ser un fraude, Pepe Botella, Franco, Tierno Galván, son solo algunos de los personajes efímeros que aparecen mencionados... y digo efímeros, porque al igual que nosotros, todos somos personajes incidentales de esta historia; estamos de paso, lo único que nos sobrevivirá es nuestra ciudad, Madrid, el personaje indiscutible de esta obra y que ve pasar el tiempo impasible por delante de ella. El único personaje redondo que encontraréis, que crece, cambia, se recompone y renace cual Ave Fénix.

Dicen los forasteros que los cielos de Madrid son de una belleza especial. La mezcla de luz solar e irradiación contaminante deben de crear, por mera fusión física y química, los más aterciopelados tonos mixtos, los tornasoles más excitantes, las vetas rosáceas más enigmáticas y sorprendentes para propios y extraños. Es cierto: mirar hacia el oeste desde la Puerta de Alcalá, cuando la tarde se echa a dormir, es un espectáculo fascinante. Sobre todo en primavera. 
Indiscutiblemente, podemos afirmar... Que de Madrid al cielo.

Acontecimientos.

Los acontecimientos que se narran son de lo más variopinto. Os pongo a continuación una breve muestra.

*Leyenda entorno a la Casa de las siete chimeneas, actual sede del ministerio de cultura.
*¿Por qué se desea Mucha mierda en el teatro en vez de Buena suerte?
*El gracioso mensaje que colgaba del cuello de la estatua de la fuente de Neptuno.
*¿Qué era la Regalía de aposento?
*¿Cuál es el origen de los serenos?
*¿Quién fue Manuela Malasaña?
*¿Por qué se llama Puerta del Sol?
*El motín de Esquilache.
*Los fusilamientos del dos de Mayo.
*¿De dónde viene el mote de Pepe Botella?
*¿Por qué hay una calle en Madrid que se llama, la calle de la cabeza?
*¿Qué era la oficina pro-cautivos?
*¿Dónde estaba el quinto pino?
*¿Quién fue el primer alcalde elegido por votación popular?
*¿Dónde se hallan los huesos de Lope de Vega o los de Quevedo?

Y así anécdotas y más anécdotas.



La novela También incluye tres arboles genealógicos al comienzo, una copia del plano de Madrid de 1656 y más de veinte páginas al final de bibliografía. Una obra cimentada sobre una extensa y excelente labor de documentación.
Treinta capítulos más prefacio y epílogo que nos acercarán un poco más a nuestra ciudad.



Las personas mueren, los relatos acaban y los ríos se despeñan y apaciguan antes de ahogarse en el mar; pero las ciudades permanecen, su historia no se detiene y las incesantes corrientes de personas y acontecimientos siguen fluyendo hasta desembocar en la infinitud.
Como Madrid y su apacible, lento, paseo hacia la eternidad.



lunes, 7 de marzo de 2016

La mujer del Siglo de Margarita Melgar.

Sinopsis:

¿Pueden dos amantes de mundos distintos mantener sus promesas si la realidad se empeña en separarlos?
Consuelo, una huérfana con un secreto a sus espaldas, cambia de identidad para escapar al destino que otros han decidido para ella. Su nueva vida la llevará de un humilde taller de costura en un palomar a los lujosos almacenes El Siglo, de los catálogos de moda a los panfletos sindicales, del arte a la supervivencia, de la vieja aristocracia en declive al triunfal dinero nuevo, de su origen misterioso a un futuro imposible, de la resignación al amor.Pero, ¿pueden seguir juntos dos amantes si...?
La respuesta está en un viejo cuadro, en la enigmática relación de un pintor maldito con su musa gitana. Y en las calles de la convulsa Barcelona de 1919: la rosa de fuego de los anarquistas, la patria canalla de la bohemia, la ciudad luminosa del lujo y los negocios.

Opinión:

El arte de escribir a cuatro manos...

Lo primero que sorprende al coger esta novela es descubrir que Margarita Melgar es tan solo un seudónimo.
Tras ese nombre se esconden dos guionistas de Madrid y Barcelona respectivamente; Ana Sanz Magallón y Montse Ganges.
Esto de escribir un libro al alimón, es algo que últimamente vemos con frecuencia y también hay que decir, que no siempre dando buenos resultados. 
Por ese motivo aprovecho para reconocer el mérito de esta unión, porque esto de escribir a cuatro manos es todo un arte y para nada sencillo.
Cuando dos escritores colaboran en la creación de una historia, lógicamente cada uno de ellos aporta sus ideas. Lo más complicado es tejer una trama sin fisuras. Cada pieza debe encajar a la perfección y el argumento no debe hacer aguas por ningún lado, por lo tanto, es aquí donde aparece el mayor problema, las dos cabezas deben funcionar como una sola.
Se han dado casos donde la confianza o una falta de revisión detallada al final, han provocado pequeños lapsus o incongruencias en los datos que se aportaban, pero ya os aviso que aquí no ocurre nada de eso.
La trama resulta perfecta, creíble, entretenida, pero sobre todo, coherente; tenemos entre manos una historia de ficción que no lo parece.

Y es que llegados a este punto hay que decir que narrar ficción de forma que se fusione con la realidad, es algo muy difícil de conseguir.
Nos encontramos ante una novela con tintes realistas, costumbrista; donde la trama de ficción toma el mando y se funde con los hechos históricos que se narran.
Con los personajes ocurre igual, ficticios y reales pasean del brazo por la Barcelona de 1919, donde los movimientos pro derechos de los trabajadores empiezan a hacerse notar.
Artistas como Antonio Gaudí o Isidre Nonell, se adaptan perfectamente a la narración como personajes secundarios e interactúan con la verdadera protagonista, Consuelo. La historia avanza al tiempo que los personajes son los encargados de borrar o difuminar a su paso, esa delgada linea que separa ficción de realidad.

El entorno, los escenarios elegidos, los personajes; consiguen recrear la atmósfera perfecta y termina envolviendo al lector, transportándole desde las escalinatas de mármol de los almacenes El siglo, a las barracas del Somorrostro o a un paseo por Las Ramblas.

Sabemos desde el comienzo que el encargado de contarnos la historia es un narrador omnisciente, pero también observamos en él ciertas limitaciones.
No es un narrador omnisciente total, no lo sabe todo o al menos no nos lo cuenta.
Se mueve con soltura entre varios personajes, eso sí, centrándose en contar únicamente los acontecimientos que estarán relacionados de algún modo con el personaje principal, Consuelo, que es sobre el único que verdaderamente tiene un acceso total.

En esta obra los papeles principales recaen sobre mujeres, y es que aunque no lo haya mencionado aún, ese es otro de los temas reivindicativos que aparecen en esta novela, la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos.
Así que de esta forma, como tema de fondo y usando el empoderamiento femenino que empezaba a despuntar en los años 20, nos encontramos con el personaje de Clara, la dueña de los almacenes El siglo, que lucha por demostrar su valía en un mundo dirigido exclusivamente por hombres.
También veremos otra lucha, la de Consuelo, que se rebela esta vez contra la exclusión social, por ser mujer, huérfana y gitana.
Todos los personajes de esta novela, me refiero a los femeninos, tienen algo en común: carisma, una fuerza que les empuja a superarse, una capacidad extraordinaria de afrontar las adversidades y superarlas. Aunque no me hayan parecido redondos, sí me han convencido.

Dicho esto voy a mencionar lo único que no me ha gustado... La sinopsis.
Y es que el resumen elegido, no hace justicia a la obra.
Parece que nos encontramos ante una novela romántica, con lo cual los seguidores incondicionales del género rosa estarán encantados, pero ¿Qué ocurre con los que no somos entusiastas de ese género? Pues que puede frenarnos un poco a la hora de elegir esta obra como lectura.
La historia de amor está presente en muchas páginas de esta novela, es cierto, pero es simplemente un adorno, para mí, un ingrediente secundario, y también habría que decir que no es únicamente una historia de amor, hay muchas más, dos, tres... tantas como personajes tiene la obra, al igual que se distinguen distintos tipos de amor.

Hay otros temas que buscan llamar nuestra atención y que lo consiguen, algunos ya los he mencionado anteriormente, la lucha por superar el día a día, la búsqueda del reconocimiento... hay intriga constante por saber lo que esconde ese cuadro que persigue a la protagonista de esta novela, pero sobre todo, es la historia de unos almacenes, de la gente que trabajaba en ellos y de una ciudad, Barcelona. Y eso, creo que es lo que se debería haber destacado en el resumen.

Dicho esto, y ahora que llegamos al final, quiero comenzar por el principio, porque son de esos comienzos que auguran que encontraremos buenos momentos en el desarrollo del libro.
A riesgo de parecer reiterativa, porque lo he dicho en algunas ocasiones, el elegir un buen comienzo para un libro puede ser fundamental, y éste en especial me ha gustado.

Cuando le dijeron que iba a ser de carroza de seis caballos y panteón, casi maldijo al muerto. Había rezado para que fuese uno de nicho o, si no merecía tanta suerte, al menos que fuese de tumba sencilla. Pero no. Precisamente ese día tenía que tocarle un funeral de primera. Y hacía tiempo que Consuelo había aprendido que aquello de que la muerte nos iguala a todos era solo otra de las mentiras que la gente repite. La verdad era que los ricos tardan mucho más en despedirse, y con razón.



jueves, 25 de febrero de 2016

Cartas a Siracusa de Lucía Feliu

Sinopsis:

Cuando Ángela Blanco, bióloga del CSIC, acepta participar en la investigación de tres corposantos a petición del Vaticano, no puede imaginar a qué tendrá que enfrentarse. Ya en la Ciudad Eterna, conocerá a sus otros compañeros: Francesco, un entrañable sacerdote, arqueólogo de profesión, y Olivier, biólogo francés, divertido y espontáneo. Sin embargo, pronto chocará con la arrolladora personalidad de su nuevo jefe, el doctor Teo Valdés, un profesional de prestigio al que admiraba desde sus años de facultad.
Ángela, de vida solitaria y volcada en su trabajo, descubrirá en Valdés a un hombre que le provoca sentimientos encontrados. Pero el reto profesional que les exige la investigación en Roma tampoco la dejará indiferente. Ella y sus compañeros deben confirmar la identidad de tres mártires de los primeros siglos del cristianismo. El trabajo, en un principio asequible al equipo de científicos, comienza a complicarse inesperadamente. El hallazgo de una carta escrita por un cristiano del siglo II a su hijo, en Siracusa, les llevará a embarcarse en una investigación paralela a la encargada por quienes les contrataron. La desconfianza hacia sus patrocinadores aumenta a medida que van desentrañando datos del autor de la carta. Pero lo que desconocen es que ese incansable empeño por descubrir la verdad les arrastrará hacia un peligroso callejón sin salida.
"Cartas a Siracusa" seduce desde la primera página. A la novela de intriga, en la que se concitan la aventura y el suspense, se une una historia de amor vivida intensamente por sus protagonistas. Lucía Feliu ha sabido aunar la aventura con la documentación confiriendo a la novela el interés preciso para llevar al lector hasta el desenlace sin apenas sentirlo.

Opinión:

La novela comienza con la doctora Ángela Blanco, en un hospital en Madrid.
Tras sufrir un extraño accidente en El Cairo, la embajada española tramita su traslado a España.
Poco a poco, iremos conociendo detalles del accidente y de la investigación que estaba llevando a cabo como bióloga para el CSIC.
Tras salir del hospital, la protagonista empieza a revisar el cuaderno de apuntes de su jefe, Teo Valdés, que le acompañaba en el viaje y que permanece detenido en El Cairo, tras el accidente.

El cuaderno es importante no solo para la historia, también para la estructura de la novela.
Será el medio utilizado para enlazar con los recuerdos de Ángela. Un enlace que nos llevará de la época actual hasta los acontecimientos del pasado.
¿Y como afecta ese diario a la estructura? Sencillo. En él se incorpora algo de lo que ya hemos hablado en otras ocasiones, un recurso con el que disfruto enormemente, las anacronías.
En este caso, una narración preactiva, un racconto extenso que altera el orden cronológico de los sucesos del relato.
El diario, los recuerdos, nos hacen retroceder en el tiempo hasta un punto en concreto, donde el equipo al que pertenece la doctora Blanco comienza la investigación, y desde ahí progresa con una  narración lenta, lineal, hasta llegar al punto de partida de esta historia.

Una Narración Lenta  muchas veces pensamos que será sinónimo de pesadez, creemos que ese texto nos aportará demasiados datos e influirá en el ritmo narrativo; en este caso no sucede así.
Es cierto que la narración es pausada, que se aportan muchos datos, y se nota con ellos que la historia está excelentemente documentada, pero en ningún momento llega a resultar tediosa. Esa información que se facilita es totalmente necesaria para que la trama no deje cabos sueltos.
Aquí querría añadir otra cosa, muchos de los datos explicativos que se dan en el libro, son técnicos, giran alrededor de la investigación, del desarrollo de los procesos y de los análisis que los protagonistas llevan a cabo. Esos datos en vez de servir a la novela de relleno, aparecen explicados de forma clara y lo más importante, amena, ayudando a que el lector participe en los avances de la investigación.

El ritmo se mantiene constante a lo largo de la novela, no hay esos altibajos tan frecuentes, esas partes donde la atención del lector se escabulle, y eso es algo de agradecer a la autora. Capta nuestro interés y lo mantiene a lo largo de la narración, pero no solo por lo interesante que pueda parecernos la trama, aquí toman especial importancia los personajes, su caracterización.

Los personajes, en general resultan bastante dinámicos.
Son los que aportan movimiento a la narración a través no solo de sus diálogos, también con su forma de actuar. Tienen personalidad, lo que es importante para que sintonicemos con ellos, pero que adquiere mayor importancia cuando actúan en grupo.

Siempre hay algunos con los que nos sentimos más cómodos, en este caso mis preferidos no han sido los protagonistas, y aclaro esto.
Francesco, el sacerdote y Olivier, el biólogo francés, son los que me han aportado sensaciones más agradables. Tienen un comportamiento, cercano, amable, resultan sociales.
En cambio...
Ángela y Teo para mi gusto, a pesar de que son los protagonistas, tienen un comportamiento más distante, no socializan igual que los anteriores personajes, viven exclusivamente en su mundo.
Quizás porque al ocupar un puesto más destacado en la investigación, marcan más las distancias, o quizás por las historias que arrastran cada uno de ellos; el caso es que resultan demasiado rectos, demasiado serios para mi gusto y también llegados a este punto, ¿Por qué no decirlo? Ángela tras esa fachada, esconde a una gran cotilla, que en ocasiones hace comentarios totalmente desafortunados.
Primero lanza la pregunta ingenua y después pide perdón por la intromisión, eso sí... un poco ofendida.
Pero bueno, en defensa de estos dos personajes también tengo que decir, que evolucionan y mejoran a lo largo de la narración.
Esas características tan marcadas, terminan difuminándose o fundiéndose con el medio hasta casi desaparecer por completo.
Esto es otro detalle en favor de la autora... a pesar de que podamos pensar que Teo y Ángela no nos convencen del todo, la historia que gira a su alrededor si lo hace. Resulta ser lo bastante interesante y cautivadora para que el lector, o más concretamente en este caso, para que yo, haya olvidado ese pequeño inconveniente.

La historia fluye alrededor de este cuarteto de personajes y cada uno aportará su granito de arena a la investigación y con ello, la intriga a la novela.

La Intriga la tenemos asegurada en este thriller pseudo-histórico, pero en sus trece capítulos más el epílogo también encontraremos aventuras, acción y algún que otro romance que contribuirá a que la lectura nos resulte más entretenida.


miércoles, 17 de febrero de 2016

Matar a un ruiseñor de Harper Lee

Sinopsis:

«Disparad a todos los arrendajos azules que queráis, si podéis acertarles, pero recordad que es un pecado matar a un ruiseñor».

Este es el consejo que da a sus hijos un abogado que está defendiendo al verdadero ruiseñor del clásico de Harper Lee: un hombre de color acusado de violar a una joven blanca. Desde la mirada de Jem y Scout Finch, Harper Lee explora con humor y una honestidad insobornable la actitud irracional que en cuestiones de raza y clase social tenían los adultos del Sur profundo en los años treinta. La conciencia de una ciudad impregnada de prejuicios, violencia e hipocresía se enfrenta con la fortaleza y el heroísmo silencioso de un hombre que lucha por la justicia.
Matar a un ruiseñor, galardonado con múltiples reconocimientos desde su publicación original en 1960, se presenta ahora en una nueva traducción. Esta novela ganadora del Premio Pulitzer ha sido traducida a más de cuarenta idiomas, ha vendido más de cuarenta millones de ejemplares en todo el mundo y ha dado lugar a una popular película.

Opinión:

Para comenzar esta reseña, lo primero que quiero hacer es dirigirme a todos los que no hayáis tenido la oportunidad de leer esta obra.
Os estáis perdiendo no solo un clásico de la literatura moderna, también la posibilidad de disfrutar leyendo una pequeña joya literaria que invita a la reflexión, no solo por lo que cuenta, sino por como lo hace su autora, además de ser testigos del excelente uso que hacía de su pluma y que se limitó únicamente a plasmar en esta novela.
En 2015 publicaron bajo el título de Ve y pon un centinela, lo que comercializaron como una secuela, unos dicen que en realidad es el primer borrador de Matar a un ruiseñor. ¿Lo leeré? Quién sabe, he oído que el personaje de Atticus da un giro radical y esos cambios tan drásticos no son de mi agrado.

Esta historia, de la que hoy os hablo, nos llega a través de una narración retrospectiva, en primera persona. La encargada de hacerla es Jean Louise Finch, a partir de ahora Scout, una niña de tan solo seis años que nos narrará los sucesos que sacudieron al condado de Maycomb. 

Estructura...
La estructura física, externa, divide la historia en dos partes, treinta y un capítulos en total.
A grandes rasgos, la primera se centra en los personajes y la segunda en el juicio, pero a pesar de como digo, estar dividida en dos secciones bien diferenciadas, a mí me gustaría concretar un poco más.

La primera parte comienza presentándonos a los personajes principales, Scout; Atticus, su padre; Jem, su hermano; Calpurnia, una mujer negra que más que criada es ya familia y a Dill, su mejor amigo.
A partir de ese momento, ese círculo de influencia se amplía, y conoceremos a todos los vecinos de la calle donde viven y las historias que arrastran cada uno de ellos.
Un nuevo circulo alrededor de la protagonista aparece y nos llevará a conocer a los compañeros de la escuela, de esa forma también a las principales familias de Maycomb y las clases sociales a las que pertenecen cada una.
Entre personaje y personaje aparece una leyenda que nos intrigará, la de Boo Radley, un vecino que tras un suceso se encerró en su casa y no volvió a salir.
Para los adultos del lugar es un hecho sin ningún interés, pero la negativa de darles información a los tres niños no hace más que incentivar su imaginación. Comienzan a elaborar fantásticas teorías alrededor de ese extraño habitante, y de ese modo la historia avanza hasta llevarnos al verano donde se sitúa la segunda parte de esta narración.

Toda la primera parte, lo que consideraría introducción, es una narración costumbrista.

La segunda parte nos narra casi íntegramente el juicio a Tom Robinson y las consecuencias que acarreará su defensa.
Atticus Finch es el encargado de defender a un joven negro acusado de violación por una mujer blanca.
Aquí comienza la parte más importante, la que acarreará consecuencias, pero antes de hablar de eso deberíamos conocer más sobre el contexto histórico.

Del contexto histórico a la crítica social.
Los acontecimientos que se citan nos pueden parecer hoy en día muy lejanos y, en cambio, no hace tanto que ocurrieron, menos todavía para los protagonistas de esta historia
Si mirásemos esta novela desde el punto de vista actual, sin preocuparnos por conocer lo que ocurría en el momento que se narra, perderíamos la esencia de la obra y ¿por qué no? la mitad de los detalles importantes.
Además de conocer el momento que vivían los personajes, también es importante conocer un poco de la historia que arrastran. Por lo tanto, hay algunos acontecimientos que deberíamos tener en cuenta.

En este estado Sureño, al igual que en otros, había quedado muy arraigado en sus gentes un sentimiento de humillación por perder la guerra contra los yanquis. La decimotercera enmienda, que el estado de Alabama ratificó en 1865, tras finalizar la guerra, abolió oficialmente la esclavitud y la servidumbre involuntaria, al mismo tiempo que generaba un odio racial que perduraría más de un siglo.

Aunque no es un elemento omnipresente en la obra sí se detecta de forma puntual un odio hacia los estados del norte y es que ese hecho para ellos era algo muy reciente.

El tío de Atticus que aparece en una ocasión en la trama, fue soldado del bando confederado.
El condado de Maycomb, se puede ver más concretamente el detalle en la calle donde vive Scout, es una calle donde todos sus habitantes son ancianos, hay pocos niños.
Lo que quiero decir es que la pérdida de la guerra conllevó también a la pérdida de derechos y eso era un recuerdo recurrente entre los habitantes de mayor edad de Alabama.

Por otra parte, el sentimiento de humillación se convertía en resentimiento hacia los estados del norte y éste a su vez era volcado hacia la gente de color, siendo eso un elemento constante en este libro. Ese odio, del que ya hablaré más abajo, se veía agravado más aún por las penurias económicas que sufrían los EEUU.
En la narración vemos reflejadas las repercusiones del crac del 29. Todo el país está inmerso en la Gran depresión, la economía está por los suelos y continuarían así hasta bien entrada la década de los cuarenta.

Conocido todo esto, nos encontramos con que Harper Lee hizo una amplia crítica social.
En 1935 había claramente dos tipos de leyes, una que se aplicaba a los blancos y otra para negros. No vamos a entrar a estas alturas a ver la diferencia ni a juzgar cada una de ellas, pero sí hablaremos del caso que se trata en esta historia.

Si la palabra de un blanco se enfrentaba a la de un negro, siempre tendría validez la del blanco, por muy bajo que fuese el estamento social al que perteneciese.
En un juicio, sin pruebas, con una presentación de los hechos desmontada por la defensa como la que se narra en esta obra, un hombre blanco habría sido absuelto. Como mucho, con pruebas circunstanciales habría pasado un tiempo en la cárcel. Por el contrario, si el acusado era un hombre negro, estaba destinado a ser condenado sin titubeos a la pena Capital.

La sala de un tribunal es el lugar donde un hombre debería ser tratado con justicia e imparcialidad, fuese del color que fuese su piel.
La gran mayoría de los habitantes del condado de Maycomb ya habían realizado su juicio particular en las calles condenando a Tom Robinson. Habían llevado sus resentimientos hasta la sala del juicio y el jurado había olvidado el principal requisito al que estaban sometidos, la imparcialidad.
La sociedad al completo había olvidado momentáneamente que los Ewell, los denunciantes, eran gente sin principios, maleantes, vagos y poco o más bien, nada de fiar.
Aun así, decidieron aceptar su palabra porque eran blancos.

El odio racial era algo asumido pero no reconocido.
Todos decían respetar a la gente de color, como buenos cristianos les daban trabajo para que pudieran mantener a sus proles, pero eso no les daba la suficiente categoría como para compartir colegios, iglesias o supermercados...
Atentos al siguiente fragmento:

-¿Cómo puede hacer eso?
-¿Quién y qué? -preguntó miss Gates con paciencia.
-Quiero decir, ¿cómo puede Hitler poner a un montón de gente en un corral, así de este modo? Parece que el Gobierno debería impedirlo -dijo el propietario de la mano.
-Hitler es el Gobierno -explicó miss Gates. Y aprovechando una oportunidad para hacer dinámica la educación, fue a la pizarra y escribió DEMOCRACIA -dijo-. ¿Sabe alguno una definición?
-Nosotros -dijo alguien.
Yo levanté la mano, recordando un antiguo latiguillo electoral que me había explicado Atticus. -Derechos iguales para todos; privilegios especiales para ninguno -cité.
-Muy bien, Jean Louise, muy bien -miss Gates sonrió. 
Delante de DEMOCRACIA escribió entonces NOSOTROS SOMOS UNA-.
Ahora, chicos, decidlo todos a coro: nosotros somos una democracia. 
Ésta es la diferencia entre América y Alemania. Nosotros somos una democracia y Alemania es una dictadura. Dictadura -repitió-. Aquí, en nuestro país, no creemos que se deba perseguir a nadie. La persecución es propia de personas que tienen prejuicios. 

Como se suele decir, veían la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el suyo.

Otro detalle que se trata en esta historia es la perdida de la inocencia y la veremos reflejada en la evolución de dos de los personajes principales, Scout y Jem. Estos dos personajes nos llevan a ver otra crítica, quizás subrepticia pero sobre todo irónica, a la enseñanza, al sistema educativo. También al papel, al rol de la mujeres sureñas, esas Grandes Damas del Sur.

Personajes...
  • Scout nos sorprende muchas veces por la claridad, inocencia y sinceridad con la que narra algunos acontecimientos de su vida. Atticus se ha encargado de enseñarles, tanto a ella como a su hermano, que lo principal en la vida es ser honrados. Por lo tanto, nos narrará los sucesos desde una perspectiva única, la visión de unos niños cuando aún no ha habido nada en sus vidas que interfiera en el proceso de razonamiento. Ven la vida sin maldad y para ellos no hay distintas clases sociales ni diferencias por el color de piel.
"No, Jem, yo creo que solo hay una clase de personas. Personas." 
Esto pensaba yo también -dijo por fin-cuando tenía tu edad. Si solo hay una clase de personas, ¿por qué no pueden tolerarse unas a otras? Si todos son semejantes, ¿cómo salen de su camino para despreciarse unos a otros? Scout, creo que empiezo a comprender una cosa. Creo que empiezo a comprender por qué Boo Radley ha estado encerrado en su casa todo este tiempo... 
Ha sido porque quiere estar dentro.
  • Atticus Finch es un abogado que destaca por su integridad, sentido de la justicia y dedicación, tanto dentro de la sala de un juzgado como fuera. Este dato resulta curioso ya que contrasta con la imagen que Truman Capote nos ofrecía en su contemporánea, A sangre fría, donde en todo el proceso destacaba la mala praxis por parte de la justicia.
  • El juez, el dueño del periódico local, el sheriff, son otros personajes a tener en cuenta. A pesar de las opiniones que puedan tener hacia la gente de color, sobradamente distinguen el bien del mal, lo correcto de lo que no lo es.
  • El clan Ewell.
Bob Ewell, el antagonista de Atticus, básicamente es un ser sin principios. Vago innato, no ve la necesidad de conseguir un trabajo para mantener a su familia, siete hijos. La beneficencia se encarga de ello, le proporciona un cheque mensual para su mantenimiento, que él gasta en alcohol. Los críos viven prácticamente abandonados en un basurero, ya que él no considera importante ni necesario que vayan a la escuela.
Es un personaje mezquino, su actuación va desde la valentía que proporciona momentáneamente el alcohol hasta la cobardía más absoluta.

Mayella Ewell, la hija de Bob, la presunta víctima de violación...
Para describir a este personaje me limito a citar un fragmento de la novela.

"Cuando Atticus le preguntó si tenía amigos, pareció que ella no entendía lo que quería decir; luego pensó que se burlaba.
Era un ser tan triste como lo que Jem llamaba un niño mestizo: los blancos no querían contacto con ella porque vivía entre cerdos; los negros no querían contacto con ella porque era blanca."

Curiosidades...
Esta obra está considerada como autobiográfica.
Narra unos sucesos que ocurrieron cerca de su ciudad cuando Harper Lee tenía diez años.
Curiosamente el padre de Harper Lee era abogado y Truman Capote, por entonces un niño, pasaba los veranos en la casa de al lado.
Según Harper Lee el personaje de Dill está basado en Truman Capote.

El título original fue Atticus, pero como podéis ver decidió cambiarlo antes de su publicación. La verdad es que la obra aunque es un claro homenaje hacia este personaje en concreto, quizás basado en su padre, el personaje más importante termina siendo Scout pero sobre todo los acontecimientos alrededor del juicio.

martes, 9 de febrero de 2016

Manuscrito en el tiempo de Lucía Solaz Frasquet

Manuscrito en el tiempo (Manuscrito en el tiempo 01)
Sinopsis:

En la Inglaterra de mediados del siglo XIX, Claire Gordon trata de aliviar un corazón roto y paliar las limitaciones de su época componiendo una fantasía medieval de príncipes y princesas, magia y misterio. Cuando Andrea, una estudiante española en el Londres actual, encuentra casualmente parte del manuscrito y algunas cartas de Claire, se lanza a una aventura destinada a desentrañar el misterio que rodea a la enigmática escritora y a recuperar el resto de la historia de Kirstiane y Derran. Pero Andrea también tendrá que emprender su propio viaje interior y recomponer su vida en un entorno extraño. En Manuscrito en el tiempo la vida de tres mujeres en épocas bien diferentes se entrelazan en una reflexión sobre la naturaleza del amor, la construcción de la identidad y el lugar que nos corresponde como seres independientes.La investigación de Andrea sobre el misterioso manuscrito continúa en El retorno de los bardos, el siguiente y último libro de la serie. Mientras intenta desentrañar lo que le sucedió a Claire, la joven tendrá que enfrentarse a una sucesión de contratiempos y difíciles decisiones personales al tiempo que la historia de Kirstiane y Derran da un inesperado y angustiante giro.

Opinión: Manuscrito en el tiempo (Manuscrito en el tiempo 01)

La historia de la que hoy os hablo nos llega a través de tres hilos argumentales.
Tres mujeres serán sus protagonistas y las encargadas de hacernos viajar en el tiempo.
En el Londres actual conoceremos a Andrea, una estudiante española de literatura inglesa que encuentra por casualidad un manuscrito.
El segundo hilo es el de Claire, la autora de la obra encontrada y que nos llevará a viajar en el tiempo situando la acción en la segunda mitad del siglo XIX. Conoceremos más detalles sobre este personaje de forma epistolar, ya que Andrea va encontrando unas cartas que nosotros también tendremos oportunidad de leer.
Por último, solo me queda hablaros de Kirstiane. Personaje de ficción y protagonista del manuscrito que nos transportará a una época con reminiscencias de la edad media y de la cultura celta.
Como veis el hilo en común es el manuscrito, por lo tanto es al que yo considero el protagonista principal de toda la novela, al margen de que unos personajes tengan más peso que otros; pero de eso ya hablaremos más adelante.

Esto a grandes rasgos podría ser el argumento, pero supongo que no os conformaréis con tan poco.
Para los que profundizan más en las lecturas y buscan algo más aparte de leerlas, os diré que esta obra  podría catalogarse como metaliteratura; ya que no solo encontraremos un libro entre sus páginas, sino que también tendremos la oportunidad de conocer más sobre el género literario denominado como novela de Inglaterra. Encontrando alusiones constantes a autores y obras de la época, tanto en novela victoriana como en romántica y gótica.

Me gustan las historias que entretejen varias tramas, que nos hacen viajar en el tiempo y saltar entre el mundo real y el de ficción, pero debo decir que en ésta, ningún personaje destaca por ser redondo.
Entiendo por un personaje redondo aquel que sobresale por encima del resto, uno con una personalidad particularmente interesante; pero no he encontrado ninguno, ni tan siquiera a Andrea.
Lo lógico sería que ella destacase sobre los demás, ya que a fin de cuentas es la encargada de presentarnos y guiarnos por la historia. Pero no, todos los personajes son eclipsados por el verdadero protagonista, el manuscrito. Y es que su historia y lo que se esconde tras él, sus descripciones, la parte de fantasía y magia que hay en sus páginas, logran cautivar al lector.
Aun así, hay que reconocer que Claire y Kirstiane, tienen sus pequeños momentos de gloria.
Lucía Solaz aporta intriga en la vida de estos dos personajes y hace que el interés del lector se despierte.
Pero no os dejéis engañar por mis palabras, reconozco que el libro me ha tenido atrapada de principio a fin y los personajes no es que sean malos o estén mal definidos, es que solo son secundarios. Y es que en ese papel de segundones, cumplen su función.
Son los encargados de encarrilar la trama y hacer que la historia sea más real, pero de haber adquirido mayor complejidad habrían competido con lo verdaderamente importante y que vuelve a tomar protagonismo también en mi comentario, el manuscrito.

Los que me seguís sabéis que no siento aversión pero si un poco de rechazo por las novelas que no finalizan. No me importa que los libros dejen algún hilo por atar o alguna puerta abierta, pero esas historias en las que para conocer su verdadero final o el de los personajes, debemos esperar hasta la siguiente entrega no son precisamente de mi agrado; y esa circunstancia se da en esta obra. Solo me consuela saber que la segunda parte ya lleva tiempo a la venta y que no tardaré en ponerme con ella.
Por lo tanto ya sabéis algo más, y es que la intriga parece estar asegurada también para la segunda entrega.
Como habéis podido ver no nos encontramos ante una novela que atrape por el carisma de unos personajes inolvidables ni por un argumento original o novedoso. Es cierto que a todo lector le gustan las historias complejas con tramas enrevesadas que ocultan misterios y suponen un reto.
¿Pero que puedo decir? También nos gustan este tipo de libros, que pese a su simplicidad logran cautivarnos.
Son de esas novelas que enganchan y satisfacen al lector aunque al final leamos Continuará...


Es de agradecer que la editorial ponga a nuestra disposición la posibilidad de adquirir las novelas por separado o en un único pack.