jueves, 15 de junio de 2017

La cacería de J.M. Peace

Sinopsis:

Samantha Willis es una oficial de policía de Queensland, Australia, y una mujer convencida de su capacidad de cuidar de sí misma. Al menos hasta que cae en manos de un peligroso psicópata, cuyo juego consistirá en cazarla como a un animal. La detective Janine Postlewaite no conoce a Sammi personalmente, pero los agentes de la ley se cuidan los unos a los otros, y dirigirá la investigación con tenacidad. Mientras un asesino da caza a Sammi, Janine deberá reunir las pistas que podrían conducir hasta esta. Todo se convertirá en una carrera contra el reloj, en la que Sammi deberá apelar, para sobrevivir, a su sangre fría y su experiencia como policía, mientras sus colegas intentan descifrar las pruebas antes de que el sádico asesino lleve a cabo su juego mortal. Una novela de suspense trepidante, que denota la pericia y la experiencia de la autora acerca de los procedimientos policiales.

Opinión:

Esta historia de la que hoy voy a hablaros, ha tenido una calurosa acogida en Australia, escenario en el que transcurre su argumento.
Su autora, J. M. Peace, como se indica en la sinopsis, plasma en la novela su experiencia sobre los procedimientos policiales, y es que ella, es oficial de policía en activo.

La cacería es un thriller intenso, bastante bueno, de esos que se quedan pegados a las manos y cuyo argumento nos recuerda a algunas de películas de la década de los 90.
Los lectores nos sumergimos en la historia, en una especie de simbiosis con la protagonista.
Mientras a ella el instinto de supervivencia la empuja a correr sin detenerse, para huir de su depredador, a nosotros esa empatía nos empuja a leer para intentar averiguar cuál será su final.
Este thriller crea una angustia en el lector que va en aumento, y consigue mantener el suspense hasta casi el final.
Esa angustia se acrecienta por la estructura de la novela.
En vez de número de capítulos, tenemos el indicativo horario; sabemos al comenzar cada capítulo que día y que hora es, calculamos sin querer el tiempo que lleva Sammi desaparecida, y ese tiempo actúa como un personaje mudo que persigue a los personajes.
Sabemos que cuanto más tiempo pase, menos posibilidades habrá de encontrarla con vida.

Realmente, aunque os he hablado de Sammi, he olvidado mencionar dos "pequeños detalles" que harán más interesante esta lectura.
El primero es que Sammi es agente de policía, detalle que su acechador desconoce, y el segundo más curioso, es que ella, no parece ser la protagonista absoluta de la historia.
Es la presa, el personaje que da movimiento a la trama, la culpable de que haya una investigación, pero tiene que compartir protagonismo con Janine Postlewaite, una detective muy eficiente, que se toma el caso como algo personal.
La autora no entra en muchos detalles sobre los personajes, no es de esos escritores que apoyan un argumento en las grandes historias que hay tras sus protagonistas, para intentar de esa forma justificar su existencia y/o convencernos de que son geniales... ¡No!, J. M. Peace, con esta historia no necesita eso.
Solo crea unos personajes reales, sin necesidad de elementos superfluos.
Lo único que necesita de ellos es, que sean eficientes en el momento actual, que cumplan con su función, ser el hilo conductor de una historia y si es posible, que al final del relato sigan con vida.

J. M. Peace crea una historia sin añadidos y con un estilo sencillo y ágil.
La tensión es lo importante en esa obra, marca el ritmo y los lectores como he mencionado, quedamos atrapados en medio del bosque con la protagonista, en una persecución frenética... y aquí llega el pero...
Al comienzo el lector se ve empujado en la lectura, un poco por el morbo.
Nos encontramos con un cazador cruel, sanguinario... pero éste pierde fuelle, y no llega a convertirse en el asesino despiadado, que no da tregua, que yo esperaba.

Llegando a la recta final de la novela, la trama pierde intensidad.
En el segundo párrafo de esta reseña os había dejado una pequeña pista con la frase, "consigue mantener el suspense hasta casi el final".
Y ese es el fallo, que la forma de terminarla parece precipitada, le falta ese final de película, potente, apasionado e incluso extremo al que nos tienen acostumbrados.
Es cierto que el final es totalmente real, verídico, pero como os digo, me hubiese gustado un remate que cortase la respiración.

Aun así, es una novela interesante y recomendable.


miércoles, 7 de junio de 2017

La metamorfosis de Kafka

Sinopsis:

Durante el otoño de 1912, en Praga, escribió Franz Kafka (1883-1924) La metamorfosis, la peripecia subterránea y literal de Gregorio Samsa, un viajante de comercio que al despertarse una mañana «de un sueño lleno de pesadillas se encontró en su cama convertido en un bicho enorme».
En pocos libros de Kafka queda tan explícito y tan nítido su mundo como en La metamorfosis, en la que el protagonista, convertido en bestia, sumido en la más absoluta incomunicación, se ve reducido cruelmente a la nada y arrastrado inexorablemente a la muerte.
Otros escritos de Kafka desarrollan rigurosas variaciones paralelas, desmenuzan inexorables pesadillas, asignan obsesiones enigmáticas a personajes desorientados y vencidos, pero tal vez sea La metamorfosis la narración que mejor expresa al «hombre primordial kafkiano». De ahí que merezca la calificación unánime de obra perfecta y obra maestra, un texto decididamente superior en el panorama de la literatura universal del siglo XX.

Opinión:

Hoy vengo a hablaros de este relato breve, que llevaba mucho tiempo esperando que le diese una segunda y merecida oportunidad.
La primera vez que tuve este libro en mis manos, llegué a él con las expectativas muy altas, y la verdad, es que me defraudó de tal manera, que se quedó a medias. No debía ser el momento adecuado para él, así que la semana pasada decidí tenderle una mano amiga a Gregorio Samsa, quizás la oportunidad o la mano que nadie en el relato fue capaz de ofrecerle.

Muchas han sido las interpretaciones que se han dado a lo largo del tiempo sobre este relato, y es que creo que no existe una única lectura, ni dos, ni tres... las interpretaciones varían según el lector y el momento.
Yo he intentado hacer hincapié en los principales puntos que más me han llamado la atención, pero seguro, que en una lectura posterior aparecerían algunos más.

Ya sabéis el argumento básico de esta historia:
Cuando Gregorio Samsa despierta, se descubre convertido en un insecto, pero su mayor preocupación es que se ha quedado dormido y llega tarde al trabajo.
Gregorio trabaja de viajante, para poder pagar la deuda que sus padres tienen contraída con el dueño de una empresa. Tiene un trabajo que no le aporta nada, sin incentivos, donde le explotan, pero al que debe asistir sin remedio porque su familia depende de él.
En pocas palabras se considera un ser insignificante, un bicho raro...
Así empieza su terrible historia y mi análisis sobre esta obra.

¿A qué se enfrenta Samsa?
En un principio podríamos pensar que su nuevo aspecto será lo que más le preocupará, pero no  es así. Lo prioritario para él, es el deber, la obligación de ir a trabajar, que está por encima de todo, incluso de su persona.

Así que llegamos a la primera cuestión.
Él no maneja su vida, está completamente manejada por otros.

Los primeros pasos siempre son difíciles...
Para seguir con esa vida, lo primero que tiene que hacer es adaptarse a su nuevo cuerpo. Pero sus padres detectan que algo le pasa, que está enfermo.
Gregorio les habla desde dentro de la habitación, intentando calmarles, pero no le entienden, lo que consigue agravar la situación. Lo único que puede hacer, a pesar de las dificultades que le supone su nueva forma, es salir.

Segunda cuestión.
Un pequeño problemilla con el que el joven no había contado:
El problema de la comunicación.

¿Cómo actúa Samsa ante esa difícil situación?
Pues parece que el asume su forma, no le queda otra, solo quiere salir y que le vean, piensa que de esa manera se eliminará el problema.
Hay dos opciones:
  • Que se asusten
  • Que lo acepten
Pero al margen de lo que ocurra, su intención es que después se irá a trabajar como si tal cosa. El quiere seguir con su vida, evitar hablar o discutir sobre el problema.

Tercera cuestión.
Incomunicación, falta de relación familiar: No quiere hablar sobre ello, tan solo quiere dejar el problema atrás.

¿Cómo reaccionan los demás al verle?
El apoderado, se asusta, huye.
Su madre, se desmaya, una reacción casi lógica, una forma de protegerse para evitar aceptar el problema.
Su padre, le persigue haciendo ruidos fuertes para obligarle a retroceder.
Su hermana, en un principio, se compadece de él.
La criada le somete a un trato hostil, vejatorio.

Cuarta cuestión:  
Miedo, violencia, intolerancia, compasión, rechazo.

Como podéis ver, Kafka, nos muestra en este punto, los prejuicios, todas las posibilidades, las reacciones que la sociedad puede experimentar o adoptar ante los que consideramos diferentes, muchas veces por desconocimiento o miedo.
Podemos interpretar, que esos a los que consideramos distintos, suponen un cambio para nuestra forma de vida, nos alteran lo que consideramos nuestro pequeño círculo de confort. Y es que, todos los cambios si son bruscos no son bien aceptados. Esos cambios nos obligan a intervenir y eso  conlleva un riesgo...

El tiempo pasa...
Pues sí, y no solo para Gregorio. 
La familia Samsa, cuyos miembros antes vivían de forma acomodada, sin necesidad de trabajar, deben empezar a hacerlo.
Gregorio antes trabajaba sin descanso, toda la familia dependía de él, y ahora es él, el que pasa a depender de ellos.

Quinta cuestión.
Egoísmo.
Samsa no veía a su familia como una carga, tan solo veía un deber, una obligación de trabajar, en cambio ellos ahora, sí le ven como una carga.

La habitación.
Sus objetos más preciados empiezan a salir de la habitación, de ese pequeño cuarto que le aporta seguridad.
Para ellos no son más que trastos; en cambio, para él, sus reducidas posesiones son mucho más, son su mundo, las que le recuerdan quién fue. De esa forma le deshumanizan. 
Tras eso, llega el segundo paso, convertir esa habitación en trastero.
Invaden el único sitio donde está cómodo. Junto a él, empiezan a amontonarse todo lo que les estorba; la basura, los muebles viejos...
Nadie se preocupa por lo que el pueda pensar u opinar, no es nadie, es solo "eso".

Sexta cuestión.
Gregorio ha perdido o le han quitado la poca humanidad que le quedaba y ahora solo es un estorbo, se produce una cosificación del personaje. 

Solo queda un final para él, que acepta resignado...
Quizás el final más lógico, más justo para la mayoría y que supondrá que todos por fin, puedan descansar. 
Con esta cuestión llegamos al final.

Séptima cuestión.
Impotencia. Resignación.

La narración es en tercera persona, pero la forma de narrar nos hace partícipes del problema. Kafka hace que con su narración empaticemos con Gregorio, le vemos como lo que es, tan solo una víctima desde el comienzo.
Obviamos su forma, y nos solidarizamos con él, somos conscientes o más bien estamos atentos a sus impresiones, reacciones y sobre todo sentimientos. ¡Eso está muy bien!, pero Kafka no quiere eso, quiere que seamos realistas...
La forma que elige Kafka para transformar a Gregorio, está elegida con acierto, para provocar a simple vista rechazo y el autor nos pone en un dilema, es muy fácil solidarizarse a través de un relato, a través de la televisión, ¿verdad? Estamos hartos de oír y decir, que lo importante se encuentra en el interior, pero cuando tenemos que enfrentarnos a un problema similar, nuestro concepto cambia y olvidamos esos principios, alegamos que no es lo mismo...

Samsa se considera un bicho raro, nos muestra una sociedad que se mueve rápido, que va únicamente a lo suyo, que mira hacia otro lado cuando hay problemas, que no le gustan los cambios ni tampoco los que son diferentes.

Quizás esté exagerando, pero creo que esta historia está plagada de metáforas y simbolismo, y que cada uno la interpretará a su modo, como he mencionado al principio.

Al final de esta triste historia, tras su muerte, su familia elige salir a pasear.
Se han quitado el problema de encima y ahora, el Señor y Señora Samsa, (a estos habría que dedicarles un capítulo entero), parece que entre guiños miran a su hija con otros ojos.
Puede que solo sea una percepción mía, pero creo que Grete no ha aprendido de lo vivido y me da, que va a tener que adoptar por obligación, el mismo papel que tenía hasta hace poco asignado Gregorio. El de mantener a la familia.

Como digo, solo es una pequeña apreciación, así que os animo a leer esta obra con detenimiento y espero vuestros comentarios al respecto, con impaciencia.


miércoles, 31 de mayo de 2017

No soy un monstruo de Carme Chaparro

Sinopsis:

Si hay algo peor que una pesadilla es que esa pesadilla se repita. Y entre nuestros peores sueños, los de todos, pocos producen más angustia que un niño desaparezca sin dejar rastro.
Eso es precisamente lo que ocurre al principio de esta novela: en un centro comercial, en medio del bullicio de una tarde de compras, un depredador acecha, eligiendo la presa que está a punto de arrebatar. Esas pocas líneas, esos minutos de espera, serán los últimos instantes de paz para los protagonistas de una historia a la que los calificativos comunes, «trepidante», «imposible de soltar», «sorprendente», le quedan cortos, muy cortos.
Porque lo que hace Carme Chaparro en No soy un monstruo, su primera novela, es llevar al límite a sus personajes y a sus lectores. Y ni ellos ni nosotros saldremos indemnes de esta prueba. Compruébenlo.

Opinión:

Hay algunas novelas que desde antes de salir publicadas ya tienen el "San Benito" colgado.
Esta en concreto, fue la ganadora del Premio Primavera de Novela 2017 y su ganadora la periodista Carme Chaparro.
No os estoy hablando de algo nuevo, cuando un galardón literario es obtenido por alguien famoso ajeno al género, en este país, tendemos a criticar por defecto al personaje, en vez de preocuparnos en valorar si realmente la obra merece la pena o no. ¡Una lástima, pero cierto!

Cuando vi la novela en la librería, reconozco que me sentí atraída no solo por la portada. Quería experimentar, si era cierto todo lo que se decía sobre ella. Tras leer la sinopsis y algunos párrafos, conectamos, y la prueba es que hoy estoy aquí para hablaros de ella.
Esta novela, desde las primeras páginas te convence de que estás ante una, no voy a decir que gran historia, pero sí bastante buena. Merece la pena ser leída por lo real que resulta, pero ojo, también hay que avisar que no todo es perfecto.

Tiene un arranque bastante fuerte.
Kike, un niño pequeño desaparece en un centro comercial. Desde ese momento el dispositivo policial se pone en marcha para intentar dar con su paradero, también Kike se convierte en el foco de la prensa, esos que muchas veces en su afán de protagonismo... en vez de ayudar facilitando información, entorpecen el desarrollo de las investigaciones, con tal de ser los primeros en dar la noticia...
Dos años atrás, en el mismo centro comercial desapareció otro niño de la misma edad y físicamente parecido a él, del que aún se desconoce su paradero. Slenderman, es el nombre con que se bautizó al secuestrador, y parece que ha vuelto a atacar...

Sus capítulos son muy cortos y cada uno de ellos está destinado a un personaje.
Los personajes principales son prácticamente dos, Ana Arén e Inés Grau, aunque también hay cabida para otros secundarios que logran hacerse su sitio, aunque de forma puntual.
Ana es la inspectora encargada de llevar un caso de secuestro, que tras los primeros compases veremos que se complica.
Inés es una periodista muy conocida, que en los últimos tiempos ha saltado a la fama por ser también la autora de un gran bestseller, quizás en este punto, haya quién encuentre similitudes con la propia autora de esta novela.

Ámbas serán las protagonistas principales de este thriller policíaco.
Estos dos hilos argumentales, cuentan también con dos tipos de narrador. Inés emplea la primera persona, más personal, haciendo uso de este elemento nos hace más partícipes a los lectores, en cambio Ana empleará un narrador en tercera persona.

La estructura de la novela me ha gustado.
Sigue una narración lineal donde los personajes se van alternando. En alguna ocasión nos encontramos con saltos al pasado; necesarios para conocer a los personajes, ahondar en sus conflictos, pero también hay que añadir que algunos de esos datos que intentan complementar, a mí me han parecido innecesarios.
Otro detalle que tampoco me ha gustado mucho, quizás propiciado por la inexperiencia, son las repeticiones. Hay datos que se nos dan en más de una ocasión, y como siempre digo, las repeticiones solo provocan ruido.

Otro detalle a favor de esta lectura es el argumento; muy actual, realista, cargado de giros argumentales que al final llegan a sorprendernos y a tocar la fibra sensible.
El ritmo es ágil y se mantiene a lo largo de toda la historia, llevándonos hasta un desenlace sorprendente...
Sorprendente por varios motivos, el principal porque no lo ves venir, no intuyes como se resolverá el caso, y eso es algo muy positivo, porque actualmente todo está escrito ya, pero sorprendente también porque el personaje elegido como culpable, a mí, me ha dejado totalmente fría, descolocada y literalmente con la boca abierta.

Machismo, pederastia, pornografía infantil, redes sociales, culpabilidad, creo que son elementos muy actuales e interesantes para una novela.
Pero, como siempre digo, en vuestras manos queda dar una oportunidad a esta autora que a mí me ha parecido que apunta buenos modos.