martes, 3 de octubre de 2017

El alcornoque de los muertos de Fernando Roye

El alcornoque de los muertos (Sargento Carmelo Domínguez 02)
Sinopsis:

Los ánimos están encendidos en el pueblo de Santa Honorata a causa de un grupo de distinguidos ciudadanos y su enfado ante la humillación que les reporta una serie de muñecos que han aparecido colgados en el alcornoque de los muertos, en los que se ven representados. En medio de crecientes rumores de que uno de los más peligrosos maquis de la zona ha regresado del otro mundo para amenazar la tranquilidad del pueblo, el sargento Carmelo Domínguez se ve presionado para iniciar una investigación, al mismo tiempo que se enfrenta al inesperado desafío con el que el mayor de sus seis hijos está haciendo temblar la paz familiar. Asistido por sus singulares métodos de deducción, Carmelo se dispone a desenredar una trama en la que no faltan oportunistas, presuntuosos, bandoleros, mentiras, venganzas y otras miserias. El alcornoque de los muertos es una novela rural de género negro ambientada en el sur de España de los años cincuenta del siglo pasado, a través de la cual podremos ser testigos excepcionales de las peculiaridades de este entorno y la vida en una casa cuartel, acompañados por este sargento de mirada extraña y sus demás residentes, no menos especiales.

Opinión: El alcornoque de los muertos (Sargento Carmelo Domínguez 02)

Ya sabéis que este nuevo comentario solo puede significar una cosa... que vuelvo a la carga con el segundo caso protagonizado por el emblemático sargento de la Guardia Civil, Carmelo Domínguez.
Una saga, escrita por Fernando Roye, que hasta el momento la componen dos libros, El caso de la mano perdida y éste que reseño hoy y que lleva el sugerente título de El alcornoque de los muertossituándonos ambas novelas en la España rural de los años 50.

Estaréis conmigo en que hoy en día, tenemos la gran suerte de conocer a infinidad de autores que han dado como fruto grandes personajes e historias, gracias al dominio excepcional del género negro.
Pero, ¿sabéis lo que más me gusta de esta saga en concreto?, principalmente la ambientación conseguida, totalmente real.
A través de una sencillez aplastante, este autor, consigue sorprender al lector y hacerle disfrutar.
No necesita de grandes ni rebuscados escenarios, tampoco de truculentos asesinatos cargados de simbolismo, ni personajes perseguidos por traumas y/o adicciones como vemos en otras obras del género negro.
Sus personajes son corrientes, tanto los buenos como los malos, y los convierte en el complemento idóneo para una novela costumbrista, de marcado ambiente rural, que nos muestra las rencillas reales y envidias, existentes entre los habitantes de cualquiera de esos pueblos diseminados por el ancho y largo territorio español durante la dictadura.

En la anterior reseña de esta saga, El caso de la mano perdida, ya hice una breve introducción de las habilidades de este sargento peculiar.
Está dotado de fina intuición y un irónico sentido del humor, características necesarias para sobrellevar el ambiente angustioso y cargado de desazón de esa etapa de nuestra historia.
Un periodo marcado por el pasado, por la escasez de alimentos y el bajo poder adquisitivo; situaciones que sumieron a gran parte de la población en la miseria; una época donde pocos se permitían el lujo de pensar en el futuro ya que la rutina diaria consistía en sobrevivir a un día más, y hay que decir llegados a este punto, que Fernando Roye, consigue reflejar con brillantez, no solo todas esas situaciones y ambientes, sino también los sentimientos.
Nos encontramos ante una novela negra, sobria acorde a lo descrito, pero al mismo tiempo con los suficientes detalles para convertirla en una lectura interesante; un relato ficticio, que bien podría venir a sustituir a cualquier crónica de sucesos de la época.

Otro detalle de calidad que encontraremos...
A los amantes de la novela negra, estoy segura de que os sonará el término Macguffin, es una expresión acuñada por Alfred Hitchcock.
Él, denominaba así, a un elemento, a un objeto que se buscaba en sus historias y que al final se descubría que no era relevante para la trama, en pocas palabras, una excusa argumental que hacía avanzar la historia; pues bien, nosotros deberíamos acuñar el término AntiMacguffin, si es que no existe ya, porque es lo que encontramos en las historias que componen la saga.
Las dos novelas, giran alrededor de elementos sencillos, nada que ver, sin ánimo de generalizar, con búsquedas de estatuas de talla refinada, grandes sumas de dinero, ni documentos sustraídos de cajas fuertes, que luego resulta que no existen, y tan solo son tretas que terminan con el detective engañado y buscando algo totalmente distinto...
¡No!, aquí la trama no funciona exactamente así, porque realmente a nosotros no nos desaparecen objetos, sino que aparecen, o más bien habría que decir que se los encuentra Carmelo, como jefe del puesto de la benemérita.
Esos objetos nos empujan a una búsqueda, está claro, en la primera novela tendremos que encontrar al propietario de la mano y en la segunda, al creador de unos muñecos de trapo que aparecen colgados de forma amenazante en un solitario árbol, lógicamente también deberemos averiguar cuales son sus motivos para hacerlo.
Sin duda, son excusas argumentales para iniciar una novela y de paso darle el título, pero coincidiréis conmigo, que en este caso tienen relevanciaesos incidentes con los que comenzamos la historia, son desencandenantes e imprescindibles en cualquier relato, son casi un personaje más, un elemento omnipresente que nos acompañará hasta el final. Esta estructura, aunque pueda parecer repetitiva, funciona, engancha a los lectores, y sobre todo, tanto la mano como el alcornoque y sus adornos, no solo dan mucho juego, sino que también un toque original y elaborado al argumento, porque la trama no se detendrá ahí, y poco a poco, según avance, el asunto se irá complicando.

Más elementos de los que no nos podemos olvidar mencionar.
El elenco de personajes al completo...
Todos ellos están a la altura no solo del protagonista de la saga, sino del argumento. No voy a decir que la trama se sostenga sobre ellos, pero sí que con sus aportaciones, en mayor o menor grado según la importancia del personaje, terminan de dar la forma y la consistencia necesaria a la narración. Son solo peones, pero ¡ojo! hasta el más solitario peón puede dar mucho juego y terminar dando jaque a un rey...
Fernando Roye, también tiene en esta historia, un espacio reservado para hablar sobre la vida privada de los personajes. No son perfectos, como habréis adivinado, y sus problemas diarios, las situaciones que se narran aportan la humanidad necesaria para que el lector empatice con ellos.


martes, 26 de septiembre de 2017

Caballos de octubre de Teresa Piquet

Caballos de octubre (Un inquisidor en el fin del mundo 01 )
Sinopsis:

Hace dos mil cuarenta y cinco años, a principios de otoño, un hombre apareció muerto en el foso de una fortaleza legionaria romana, no lejos del fin del mundo. Vestía uniforme, pero no era militar. A. M. Sereno Celso, centurión novato, se encontró con que le encargaban llevar adelante las pesquisas para esclarecer las circunstancias del crimen y averiguar la identidad del asesinado. Sus esperanzas de disfrutar de un apacible destino en provincias se desvanecieron como el humo, mientras el recuento de muertos, entre asesinados y falsos accidentados, iba en aumento y se veía envuelto en una investigación frustrante y arriesgada.

Opinión: Caballos de octubre (Un inquisidor en el fin del mundo )

Tras el pequeño receso vacacional, hoy os presento una novela que estoy segura de que os va a llamar la atención, tanto a los amantes de la novela policíaca como a los de novela histórica.

Muchas son las novelas que nos transportan a la Roma republicana o imperial; muchas las que nos hablan de emperadores, legiones, guerras y traiciones, pero la verdad, es que hasta el momento, yo no había tenido entre manos ninguna, en la que un centurión asumiese el papel de investigador o policía, inquisidor o notario, aunque con esto no esté diciendo que no las haya.

Teresa Piquet debuta en el mundo literario con esta novela, Caballos de octubre, que será la primera de una saga que tendrá como protagonista al centurión novato Sereno.
Con Sereno, estableceremos desde el comienzo una estrecha relación, que nos llevará por los primeros pasos de su carrera como centurión en la Legión Décima Gémina. Una legión, destinada como castigo en una provincia muy lejana de Roma y muy cercana para nosotros, una provincia casi en el fin del mundo, la denominada, Hispania Ulterior.
Sereno, como digo, nos relata sus comienzos como notarioinquisidor de la legión, haciendo uso de su memoria y con un sentido del humor, que muchas veces arranca auténticas carcajadas en el lector, por lo cómico de algunas de las situaciones o las expresiones utilizadas por los protagonistas.

Pero lo más fascinante de esta novela, al margen de la gran historia que hay detrás; de los magníficos personajes sobre los que se sustenta; es la técnica que emplea el narrador, nuestro buen amigo Sereno, para introducirnos en la trama y engancharnos a ella.
Y es que nosotros, los lectores, somos parte de esta historia, ya que asumimos desde el comienzo un papel impuesto e importante.
El lector, adopta el papel de un futuro personaje, aunque no participe en la historia de forma directa. Sereno se dirige en todo momento a su sucesor, es decir, a ti o a mí... al encargado de continuar con su trabajo en la legión, ahora que el momento de su retirada se acerca.
Por ese motivo, Sereno, aprovechando que su buena memoria se mantiene intacta, que su vista sigue permitiéndole escribir a la luz de la lámpara y que su pulso sigue firme, procede a poner por escrito todo lo que recuerda sobre algunos casos, particularmente notables, que tuvo que afrontar, para que nos quede como legado, y esos casos, amigos lectores, serán las entregas, los volúmenes que formarán esta saga.

Teresa Piquet, en este primer libro da en el clavo; consigue construir unos personajes totalmente creíbles, interesantes, amenos, pero cuya característica más importante quizás sea, que son capaces de soportar el peso de la trama.
Sereno, Cornificio, Galo, Plácido... son algunos de esos personajes, que pasarán a formar parte de nuestra vida... Pero no os vayáis a pensar, que los personajes ficticios serán los únicos que aparecerán en esta historia; acapararán nuestra atención, serán los más cercanos, es cierto, pero también habrá otros que aparecerán de forma puntual, como Agripa, y sobre ellos recaerá una gran misión...
Serán los encargados de emborronar con su paso, la delgada linea o límite, que existe entre ficción y realidad.
Y quién sabe... quizás en alguna de esas visitas o viajes, Marco Vipsanio Agripa, lugarteniente de Augusto, entre calzada y calzada, proyectará una de nuestras joyas más preciosas y que se mantiene aún en pie, nuestro Teatro romano de Mérida...

Pues bien, ya tenéis algún dato más... una novela que se mueve entre ficción y realidad; entre novela histórica y policíaca; con excelentes personajes y un buen argumento, pero hablemos un poco más de esto.

Sereno llega a una Hispania todavía en formación, en las últimas décadas del siglo I a.c, y sin apenas haber tenido tiempo de tomar asiento para disfrutar de un apacible destino, se ve envuelto en una investigación muy complicada, donde los muertos empiezan a acumularse...
La trama esta muy bien urdida, no deja ningún detalle en manos del azar; mantiene el ritmo constante hasta el final, apoyándose en varios elementos: en la intriga, en el humor y en unos diálogos que ocupan la mayor parte del libro, eso hace que esta novela se convierta en una lectura ágil, a la par que interesante y amena.

El final está completamente a la altura de todos estos detalles, es el idóneo, y lo único que provoca en nosotros son ganas de continuar con las aventuras. Saber cuál será el próximo caso de Sereno; si Cornificio y Galo continuarán con sus constantes piques; si la sombra del divino Julio César seguirá siendo un personaje omnipresente o si Augusto, terminará dando la orden de avanzar, a la conquista de nuevos territorios, al ritmo de sones de guerra...


lunes, 4 de septiembre de 2017

Maldad de Tammy Cohen

Sinopsis:

Nuevo jefe. Nuevas reglas. ¿En quién puedes confiar? Ves a tus compañeros de trabajo todos los días. Pero ¿qué es lo que no ves? En la oficina, todos saben que a Charlie le gusta el café con mucho azúcar. Que a Sarah sus hijos no la dejan dormir por las noches. Que a Amira el sueldo no le alcanza. O que a la chica nueva, Chloe, se le ilumina la cara cada vez que ve a Ewan.
Llevan años trabajando juntos, toman gin tonics al salir de la oficina y están acostumbrados a cubrirse las espaldas los unos a los otros. Pero su confortable rutina se rompe cuando aparece una nueva jefa, agresiva y manipuladora… Entonces, las reglas del juego cambian.
¿Quién odia a todos en secreto?
¿Quién carga con un pasado que lo tortura?
¿Quién es capaz de cometer un asesinato?

Opinión:

Maldad, esta historia que he tenido la oportunidad de leer de forma anticipada en su edición en pruebas, estoy segura de que va a convertirse en el bestseller del que todo el mundo hablará en los próximos meses.
La verdad es que he encontrado en ella, un argumento y un desarrollo interesante, sobre todo, porque el tema principal que trata o sobre el que se inicia esta trama, el mobbing o acoso laboral, es un tema muy actual.
Los actos hostiles, el desprecio, aislamiento, son una forma de violencia psicológica que puede desembocar en situaciones extremas.

Ese como digo, es uno de los temas principales sobre el que girará el argumento, pero si leéis con detenimiento la sinopsis, comprobaréis que no es el único a tratar. Alguien, de entre todos los personajes, arrastra un pasado dramático, ¡y cuidado!, porque determinadas situaciones llevadas al extremo, pueden despertar a la bestia que duerme.
En este punto entra otro tema muy delicado, el maltrato infantil y no quiero dar más detalles al respecto porque podría desmontar la sorpresa a los próximos lectores.

Una novela, dos historias.
La obra desde el comienzo mantiene al lector en vilo, a través de dos lineas argumentales.

  • La principal es la que trascurre en una empresa, concretamente en el departamento de recursos humanos al que llega Rachel, la nueva jefa, un personaje que disfruta creando malestar entre los empleados, quizás empleando, como ya veremos de forma poco acertada, el lema de divide y vencerás.
  • La otra historia es la de Anne, una psiquiatra infantil que tras ver una noticia en la televisión, rememora un caso escalofriante en el que participó cuando iniciaba su carrera.

Ambas tramas se irán sucediendo y complementando a lo largo de la novela, atrapándonos sin remedio en un argumento cargado de giros argumentales, donde las sospechas empiezan a hacerse un hueco en la cabeza de los personajes y también, ¿por qué no?, en la del lector.
La traición se masca en el ambiente y la desconfianza pasa a ser un personaje más en esta trama, donde al final, todo queda encajado a la perfección y termina con un giro de tuerca imprevisible, que dejará a más de un lector con la boca abierta.

Pero todo esto que he mencionado a grandes rasgos, son detalles a tener en cuenta sobre el argumento, y ahora le ha llegado el turno, a hablar de forma más concreta sobre...

La estructura y los personajes.
Todos los personajes están muy bien desarrollados, resultan completamente reales y por lo tanto, aportan credibilidad al argumento.
Cada capítulo lleva el nombre de uno de ellos y son de extensión muy corta.

Los que tienen a Anne como protagonista, aparecen narrados en primera persona. Una narración más personal y subjetiva, a través de la cual conoceremos todos los detalles de ese caso tan mediático que ya he mencionado con anterioridad, y que sucedió años antes. Este hilo argumental, avanzará poco a poco hasta que llegando al final de la novela, se sitúe en el presente.

El resto de capítulos corresponden a los integrantes del departamento de recursos humanos y relatan acontecimientos actuales.
En ellos, un narrador omnisciente en tercera persona, nos hace entrar en contacto con el lado más humano de cada personaje. Los conocemos, aparentemente, tal y como son, el narrador no tiene motivos para engañarnos, aunque sí detectamos que en algún momento juega al despiste con nosotros.
Al margen de eso, vemos que son gente normal, con vidas corrientes, y por ello el lector aceptará y entenderá cada una de sus reacciones, llegando a empatizar con casi todos...
La nota discordante llega de manos de Rachel, el elemento impuesto y ajeno al grupo, que disfruta creando incomodidad.
Desde su primera aparición el lector permanece en guardia, pero sin sospechar ni por asomo lo que deparará el futuro.

El suspense nos marca el ritmo.
Un ritmo constante, que no decae en ningún momento y eso agiliza la lectura.

Para concluir solo deciros que me ha resultado una lectura entretenida, de las que cuesta despegarse de las manos y donde los lectores participamos generando una hipótesis tras otra y de las cuales muchas veces, no llegan ni siquiera a aproximarse a la realidad...